Diario de la peste 87: Una mujer ante un tribunal

Día a día, el gran escritor portugués y maestro del texto breve busca poesía en el sombrío mar de la cuarentena. Infobae reproduce sus columnas, que son originalmente publicadas por Expresso y que, traducidas por Paula Abramo, tomarán forma de libro en Interzona

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Una mujer pasa por una barrera contra las inundaciones colmada de basura que fue arrastrada por la tormenta tropical Amanda, en un barrio pobre de San Salvador, El Salvador. (REUTERS/Jose Cabezas)
Una mujer pasa por una barrera contra las inundaciones colmada de basura que fue arrastrada por la tormenta tropical Amanda, en un barrio pobre de San Salvador, El Salvador. (REUTERS/Jose Cabezas)

17 de junio de 2020

Gráficas en la televisión forman curvas no deseadas. Curvas equivocadas.

Gráficas no humanas; una biología que no entiende de promedios, medianas, curvas gaussianas, etc.

Como un animal ciego, la biología avanza sin orden; sólo furia.

La melancólica Jeri y la intempestiva Roma coinciden en el furor con que atacan la comida y el aire puro fuera de casa.

Pero son mansas.

Zapatos desinfectados por debajo, cielo casi siempre sin nubes por arriba.

La furia no entra en las estadísticas; hace colapsar previsiones y estudios con lápiz técnico detrás de la oreja.

Película que anuncia su fin y vuelve a comenzar.

El virus en el Norte y en el Sur, juego de escondidillas: desaparecí, aparecí, desaparecí.

Los mitos, Quignard, apuntes.

Una mujer ante un tribunal.

Le dicen: sólo puede salvar a uno de estos hombres.

Su marido, su hijo o su hermano.

Nada más puede salvar a uno.

Ella se aleja y piensa largamente. Luego regresa.

A mi hermano, dice.

Psitalea, pequeña isla en el golfo Sarónico de Atenas.

Un análisis del drenaje urbano.

Drástico aumento en el uso de drogas y medicamentos psicotrópicos.

Una soprano cantando el "Cante jondo" de Lorca.

Zócalo, Ciudad de México. Un loco con megáfono: el fin del mundo es invisible.

A este loco me lo inventé, me gusta inventar locos.

Importancia de la basura, del drenaje.

Los restos de la ciudad como indicios de salud y enfermedad, tal como en el ser humano.

Los desechos son la señal.

No pierdas de vista tus restos: Atenas, Lisboa, Nueva York, Londres. La polis tiene que mirar atrás.

Psitalea, drenaje:

cocaína, récord de la década: 800 gramos al día

aumento en el uso de anfetaminas: 650%

del ansiolítico lorazepam: 77%

de antidepresivos: 31%

Muere el líder indígena brasileño Paulinho Paiakan, "uno de los más grandes defensores de la selva amazónica".

Cientos están muriendo por la pandemia.

"Nuestros ancianos son sagrados y la fuente de sabiduría en los pueblos indígenas." El extranjero y el amigo son dos peligros. En la Amazonia y en Atenas. En Londres y en Nueva York.

Muchas noticias con esta rareza: los más cercanos son los que más contaminan.

Enfermedad por afinidad y cercanía excesivas.

El solitario es el privilegiado en las enfermedades contagiosas; el blanco principal de las enfermedades depresivas.

Formas de saludar a distancia, con ilustraciones y una indicación de dónde son más comunes.

Codo con codo, China.

Pie con pie, Líbano.

Puños cerrados que se acercan pero no se tocan, Irán.

Quedan a unos centímetros uno del otro: puño y puño.

La mano afortunadamente no respira.

Recuerdo a Bruce Lee: un golpe velocísimo con la mano que se detiene a unos milímetros del rostro del otro.

Comunidad en la calle: un Bruce Lee lento y fuera de forma frente a otro ser vivo de igual abandono.

Un golpe lentísimo que se detiene a dos metros del otro. Y, en vez de acercarse, dice adiós. Así están los seres humanos.

El portón averiado; rechina como si estuviera vivo.

El mito. ¿Por qué eligió a su hermano?

Ella responde: puedo tener otro marido.

Puedo tener otro hijo.

Mis padres ya murieron, no puedo tener otro hermano.

Asia, algunos países. Lema de la semana: no te saludo, porque te amo. Bajar la cabeza y la parte superior del tronco en reverencia. Japón.

India: manos juntas al frente del tronco e inclinar la cabeza.

¿Por qué eligió a su hermano? Preguntan de nuevo.

Porque sólo con él puedo recordar mi infancia.

Zócalo, Ciudad de México. Loco con megáfono: el fin del mundo es invisible, el fin del mundo es invisible, el fin del mundo es invisible.

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