La novia del viento es una de la obras en la que el expresionista austríaco Oskar Kokoschka refleja su traumática relación con Alma Mahler, su gran amor.
Realizada entre 1913 y 1914, la pintura refleja el momento de mayor equilibrio en una relación que duró poco, pero que dejó una profunda marca en la vida del artista. Allí, se los ve abrazados, a la deriva, ella sumisa y tranquila sobre su pecho, él de ojos abiertos, insomne, condensando toda su tensión en las manos, rodeados por agua y cielo, donde se conjugan la estética de los nocturnos de Tintoretto con los de El Greco.
Alma conoció a Kokoschka (Viena, 1886) luego de enviudar de su primer esposo, el notable compositor y director de orquesta Gustav Mahler, bohemio de origen judío, 20 años mayor, con quien tuvo dos hijas. Estuvieron juntos por dos años, y en diferentes obras puede verse cómo la relación fue virando de la tranquilidad a la posesión enfermiza, como Naturaleza muerta con putto y conejo, donde el pintor representa la dramática ruptura con una obra angustiante y plena de simbolismos.
En su diario, Alma escribió: “Nunca había probado tanto infierno, tanto paraíso”. En 1912, quedó embarazada y se realizó un aborto. Kokoschka guardó una gasa ensangrentada como una reliquia y se la llevó a su casa: “Este es mi único hijo y siempre lo será”, dijo. La historia de este romance está siendo adaptada al cine por Dieter Berner, quien ya llevó a la pantalla grande la historia de Egon Schiele.
Luego de la separación, ella se casó con Walter Gropius, fundador de la Bauhaus, de quien ya había sido amante cuando estuvo casada con Mahler. Luego de divorciarse, se unió en matrimonio con el poeta y novelista Franz Werfel. El nobel de Literatura búlgaro, Elias Canetti, la conoció cuando ella era una anciana y la definió como una “cazadora de trofeos”.
Olvidar a Alma no fue nada sencillo para Kokoschka. Decidió alistarse al ejercito para participar de la Primera Guerra, donde fue herido en dos oportunidades. A su regreso a la vida, tras el fin del conflicto bélico, le pide a Hermine Moos, una famosa modista, que le realice una muñeca en tamaño real con las características de Alma.
Le compra ropa de alta costura, la lleva al teatro e incluso a las clases en la Academia de Dresde, donde comenzó a ser profesor en 1019. Pinta dos obras con la muñeca, Mujer azul y Autorretrato con muñeca. Una noche tienen una fuerte discusión y, alcoholizada, la decapita y arroja su cuerpo por la ventana. Los vecinos la creyeron un cadáver y llamaron a la policía.
Kokoschka muere en un hospital de Montreaux, Suiza, a los 85 años. La pieza La novia del viento, quizá la más famosa de todas sus obras, puede apreciarse en el Museo de Arte de Basilea, Basilea.
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