Luego de la emergencia sanitaria por la pandemia, Italia reanuda una larga agenda de homenajes a Rafael Urbino, uno de los más destacados pintores y arquitectos del Renacimiento, a 500 años de su muerte, que ya comenzaron con la gran exposición en la Scuderie del Quirinale y un tour virtual que permite apreciar los exquisitos detalles de los frescos que el artista pintó en Villa Farnesina.
Se trata de los frescos que Rafael (1483-1520) pintó en el techo abovedado de la antigua residencia del banquero de los papas Agostino Chigi -conocida hoy como Villa Farnesina-, donde el 6 de octubre abrirá sus puertas la exposición Raffaello en Villa Farnesina: Galatea y Psique, se informó hoy en una charla online organizada por la Embajada de Italia en Argentina.
“Rafael es uno de los grandes maestros del Renacimiento Italiano y lo extraordinario fue que en apenas 37 años de vida se convirtió en uno de los artistas más influyentes en el arte pictórico. Suyas son algunas de las pinturas más conocidas en el mundo y como arquitecto contribuyó en el proyecto de la Basílica de San Pedro en el Vaticano”, dijo el embajador en Buenos Aires, Giuseppe Manzo, a modo de bienvenida.
Desde Roma, participaron también del encuentro la curadora de Villa Farnesina, Virginia Lapenta, y el especialista Antonio Sgamellotti, de la Accademia Nazionale dei Lincei de Roma, institución encargada junto al Laboratorio de Computación Visual de Pisa de digitalizar las pinturas de uno de los lugares más emblemáticos que recuerdan a Rafael.
Debido a los ocho metros de distancia que separan al visitante de la bóveda es difícil apreciar -como lo permite la visita digital-, los detalles pictóricos de las escenas elegidas por Rafael para esta estancia: la fábula del dios Cupido y la bella Psique, retratada con coloridos detalles y toda clase de flora y fauna (más de 50 tipos de animales y 170 variedades de plantas de todo el mundo).
Si bien Rafael pintó frescos en numerosas habitaciones del Palacio es esta en particular una de las más destacadas, encargada especialmente por el banquero para celebrar allí su matrimonio con Francesca Ordeaschi, con la intención de crear un entorno lo suficientemente grandioso como para abrumar a los invitados a su boda.
“Hay que tener en cuenta que Rafael pinta esta sala tan sólo veinte años después del descubrimiento del nuevo mundo”, explicó Sgamellotti, en referencia a una época en la que cada día llegaban aromas nuevos desde lejos, y que Rafael imprimió en su trabajo, ya que allí están las primeras representaciones europeas de frutas y plantas llegadas de América.
“Esta Logia digital es un anticipo de la exposición que vamos a inaugurar el 6 de octubre en Villa Farnesina”, prometió Sgamellotti, quien es además el curador de la muestra que revelará dibujos descubiertos en los años 70 en el Triunfo de Galatea y que nunca habían estado expuestos al público.
“Agostino Chigi y Rafael estaban largamente unidos no solo por una relación comercial sino también por una gran amistad. En la Roma del 1500, el banquero del Papa Julio II fue, en el aspecto financiero y de negocios, lo mismo que Rafael a nivel artístico e intelectual”, dijo la curadora de Villa Farnesina, Virginia Lapenta.
La especialista contó detalles de la Logia Galatea, otra de las habitaciones pintadas al fresco por Rafael, inspirado en la leyenda de la hermosa ninfa del mar, que el artista representó entre una multitud de criaturas marinas -nereidas y tritones- huyendo en una concha guiada por delfines, el vestido rojo inflado por el viento y en pose escultural
Según Lapenta, “Rafael fue la persona que elaboró las obras de arte dedicadas a los momentos centrales de la vida de Agostino Chigi. Y lo más curioso es que Chigi falleció el 11 de abril de 1520, tan sólo cinco días después de la muerte de Rafael, el 6 de abril del mismo año. Es por eso -concluyó- que en Villla Farnesina conmemoramos un doble aniversario en este 2020”.
Nacido en la localidad de Urbino, en el centro de Italia, Rafael comenzó como un competente maestro en la decoración de un templo provincial y se convirtió en uno de los mayores pintores de su época, junto a Leonardo da Vinci y Miguel Angel.
En su corta vida se vio aclamado como pintor, diseñador y arquitecto, mientras trabajó para dos de los mayores mecenas de su tiempo, los papas Julio II y León X.
Dejó una prolífica obra, donde destacan La Escuela de Atenas o La Madonna Sixtina, reconocida especialmente por el detalle de dos ángeles mirando hacia arriba que se ha convertido en estampa de remeras, tazas, posters y toda clase de merchandising.
Rafael murió el mismo día en que cumplía 37 años y su cuerpo fue velado en el Vaticano al pie de su última obra maestra, “La Transfiguración”, antes de recibir sepultura en el Panteón de Roma.
Fuente: Télam
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