El pintor y poeta chileno Roberto Matta es el último surrealista y el más destacado artista latinoamericano dentro de este movimiento. Invasión nocturna es una de sus primeras obras tanto en lienzo como dentro de esta escuela.
Nació en Santiago de Chile en 1911 y tuvo una formación acorde a las comodidades de una clase social acomodada y si bien desde joven se destacó como artista, se recibió de arquitecto.
Su despegue creativo se produce en Europa. Primero en Portugal, donde conoció a la Premio Nobel Gabriela Mistral, quien entonces era cónsul. Vivieron juntos varios meses y no pudo evitar enamorarse de ella y pedirle matrimonio, pero fue rechazado.
Luego, llegó a París, donde trabajó en el taller de Le Corbusier. Allí entabló relaciones con André Breton, Salvador Dalí, Arshile Gorky, René Magritte, Picasso y Duchamp, artistas que lo cautivaron y lo llevaron hacia el surrealismo. Entonces, realizó ilustraciones y artículos para el periódico surrealista Minotaure.
Para 1938 se trasladó a Estados Unidos, donde vivió por una década. Fue en el país del norte donde comenzó a explorar con la pintura al óleo, abandonando el dibujo, que había sido su manifestación artística principal. En aquella época produce su Invasión nocturna.
Se desconocen las razones por las que rompió con el grupo surrealista, pero Matta logró luego de aquella salida direccionar sus temáticas hacia causas sociales y políticas y cambió su registro estético, lo que le dio reconocimiento internacional.
Sus obras se caracterizan por el uso de patrones de luz difusos y la potencia de líneas gruesas, aunque después agregó el uso arcilla para generar volumen, y otorgarle a las piezas una nueva dimensión.
Matta falleció en Civitavecchia, Italia, en 2002, donde vivió regularmente desde la década de 1960. El óleo Invasión nocturna puede apreciarse en el Museo de Arte Moderno de San Francisco
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