La escritora mexicana Elena Poniatowska, de 88 años, ganadora del Premio Cervantes y una de las voces más celebradas de las letras hispanas, aseguró a un medio español que “la cultura va a sufrir mucho con la Covid-19” y sostuvo que mientras en su país se reclama distancia social “la sana distancia la guardan tan solo los privilegiados, pero no la gente que tiene una economía muy pobre”.
“Hay muchas colonias populares donde no hay agua. Y si no tienes agua, ¿cómo te lavas las manos? Las carencias van a aumentar con el coronavirus porque, como te digo, este país no va a tener posibilidad de dar empleo, y el índice de pobreza es muy alto”, dijo la autora de Lilus Kikus y Leonora en una entrevista concedida para el diario español El País.
“Va a ser muy difícil remontar la cuesta. No va a ser difícil para el cuerpo médico, por ejemplo, y sí para la gente que no cuenta con nada de capital. En un mundo que nos concierne especialmente, el de las editoriales pequeñas, afrontan ya un problema espantoso. La cultura va a sufrir mucho con la Covid-19”, reflexionó desde su casa de México la cuarta mujer en recibir el Premio Cervantes en 2013, considerado el máximo galardón de letras españolas.
Respecto a su situación personal, Poniatowska, que siempre manifestó una posición crítica contra la desigualdad, la pobreza y la inequidad de género, dijo que le “está doliendo muchísimo porque amo a mi país y desde siempre me he ocupado de la gente, de los ancianos, y yo misma tengo 88 años. Me afecta bárbaramente en lo personal, pero también pienso que estoy en una situación privilegiada porque hago lo que siempre he hecho, desde hace miles de años: escribir en casa.”
“Antes -contó- frente a una máquina de escribir y ahora frente a una computadora. La situación de los escritores en México es de absoluto privilegio. Tampoco nos importa el aislamiento, porque podemos estar en nuestras casas: alguna persona nos hace la compra, limpia la casa… Todo eso en cierta manera nos salva. En los países de América Latina siempre vivimos a costa de otros y son esos otros quienes al final pagan las consecuencias de una pandemia como el coronavirus”.
En ese sentido, para la escritora “en esta tragedia que nos tiene a todos muy encerrados sería una mentira decir que se unen las clases sociales. Están muy marcadas en México. Hay un precipicio entre una clase social a otra y es muy difícil que se vayan a acercar, al contrario de lo que dicen. Todo regresará luego a su lugar”.
“En México las clases sociales son intransferibles; hay un puente entre una y otra que difícilmente alguien puede cruzar. Sucede en todos los países de América Latina. Estamos en una pirámide en la que los de abajo son los que hacen todo el trabajo, los que pican la piedra y la cargan. Los de arriba son los que están están en la punta, disponen de un enorme privilegio”.
“¿Qué sensación le produce que en este siglo la pobreza sea todavía la vida que vemos delante?”, le preguntó Juan Cruz y Poniatowska, que por estos días se encuentra escribiendo la segunda parte de la novela El amante polaco sobre sus orígenes, respondió: “Una sensación de desesperación”.
" Aquí -continuó- escritores como Carlos Fuentes, Juan Villoro, Monsiváis o Pacheco tienen un público muy reducido, porque no sucede como en Francia, por ejemplo, donde no hay ni un niño que no sepa quién es Víctor Hugo. Aquí son muy pocos los que saben quién es Octavio Paz, ¡y eso que cuando ganó el Nobel lo recibieron como un líder político o un benefactor de la sociedad! Y él decía: ´No es para tanto, no es para tanto´… Aquí ves a muy poca gente con un libro, y ese es el síntoma de una desgracia, que es la pobreza".
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