Chen Xiwo (Fuzhou, 1953) no es un escritor dócil. Se trata de un artista complicado para el régimen chino, alguien que no considera que la política pueda ponerle límites a la libertad y a la creatividad. Por estos días se publicó en la Argentina la primera edición de su novela breve Amo a mi mamá en español, donde a partir de una trama detectivesca en la que hay un crimen espeluznante y una gran crítica al sistema, Chen narra una historia en la que aborda el vínculo incestuoso entre una madre soltera y su hijo discapacitado, estructurada en base a un extraordinario manejo del diálogo en el cual el protagonista pone al descubierto detalles revulsivos de esa relación prohibida. El libro tendrá distribución regional.
Amo a mi mamá desnuda con crudeza por momentos intolerable el desamparo de los personajes de una clase social baja que viven en situación de hacinamiento e indaga en los límites del vínculo entre una madre y su hijo, que padece una discapacidad física, mientras alientan una cosmovisión que puede llevarlos a la destrucción. El libro fue prohibido en China por considerarlo “pornográfico”. Chen es además autor de una colección de novelas llamada “El libro de los pecados”, premiada en el Reino Unido, y traducida al inglés, francés, italiano y japonés junto a sus otras obras. Esta primera traducción al español de Amo a mi mamá llega a través de editorial Mil gotas.
-¿Cómo surge Amo a mi mamá?
-Fue pensando en cómo surgen las normas. Por ejemplo, comer personas. Si trataras a la otra persona sólo como carne, ¿no sería como comer a otros animales? (Por cierto, es ridículo que los humanos dividan a los animales en comestibles y no comestibles. ¿Por qué comen cerdos, vacas, pollos y patos? ¿Y por qué no pueden comer perros? Además, criar perros como mascotas para jugar es tremendamente restrictivo). Entonces, ¿por qué cualquiera que tenga sexo opuesto puede tener relaciones sexuales, pero sus padres, hermanos y hermanas no y se lo llama “incesto”? No es más que la “civilización” construida por los propios humanos. La China de hoy, sin embargo, también está llena de “leyes de la selva”. En cierto sentido, la China de hoy es una “sociedad de incesto” y existen varios principios éticos rotos. En Amo a mi mamá me inspiré en una historia de incesto para simbolizar esta sociedad. Justo cuando escribía la novela, sucedió en China algo interesante. La ciudad de Dongguan, provincia de Guangdong, llevaba tiempo con un PBI alto. Debido a la presión de las autoridades, la ciudad llevó a cabo una campaña para eliminar la pornografía. Como resultado, el indicador del PBI de ese año decreció. En parte debido a que la industria del porno es capaz de estimular a toda la economía (esto también se revela al comienzo de la novela). Esta situación es común en China: muchos hablan de ética y hacen cosas malas, pero es un “podés hacerlo, no podés decirlo”. La famosa frase de Deng Xiaoping “no importa si el gato es blanco o negro, mientras cace ratones” y “el desarrollo es la prioridad” hasta ahora se ha considerado un eslogan positivo de la emancipación de la mente de China. Pero el niño discapacitado en mi novela tiene que romper estas “reglas implícitas”. En cierto sentido, él las revela. Creo que dar lugar a la expresión de los deseos es valiente. Hay un dicho en China: “Si conoces la vergüenza, te vuelves valiente”. Por supuesto, esto significa que ser valiente también es corregir los errores. Pero como escritor quise revelarlos. Él hace algo malo, lo sabe, y continúa haciéndolo... En cierto sentido, el chico discapacitado es mi propia mente.
-¿Por qué es una novela prohibida en China? ¿Cuáles fueron los argumentos que le dieron para la censura? ¿Pensó que podría ocurrir eso?
-Después de escribir la nouvelle, ninguna revista se animó a publicarla. En 2003, una revista me pidió un manuscrito y les di la novela. Como resultado, el “revisor” (un rol único en el sistema editorial chino) la envió al centro de propaganda del Comité Central del PCCh y el editor en jefe de la revista casi fue despedido. Al final, la revista tuvo que criticar la novela en varias instancias para continuar. En 2007, Taiwán publicó mi colección de “libros desobedientes” (El libro de los pecados). Esta novela era uno de ellos. Los libros de muestra fueron incautados por la Aduana cuando fueron enviados de regreso al continente. La razón principal fue que consideraban que Amo a mi mamá era un trabajo pornográfico. Según me dijeron, la Aduana se comunicó con el departamento de literatura de la Administración Estatal de Prensa y Publicaciones, y fue identificado como pornográfico. El incidente provocó la atención generalizada de los medios. Las autoridades estaban preocupadas por las preguntas del público, y el libro fue escondido sin dar explicaciones. Presenté una demanda ante el tribunal y para mantener a los medios ajenos al caso, las autoridades le pidieron a la Corte (las cortes chinas no son independientes) que establecieran el caso como “secreto de Estado” y que no fuera difundido públicamente.
Si para una obra literaria las autoridades buscaron silencio apoyados en el “secreto de Estado”, fue simplemente porque no podían distinguir entre obras pornográficas y obras literarias. En China, esta distinción siempre es difícil, el país tiene regulaciones confusas. En el incidente de “libros desobedientes”, algunos expertos propusieron la “clasificación” de obras literarias y artísticas. Al igual que algunos países occidentales, podrían establecerlas como “no aptas para niños”, pero al final, esto no prosperó. Prohibir la pornografía es una forma simple y efectiva. Por supuesto, en mis obras la pornografía sigue siendo una metáfora de la política. Los tabúes sobre política y sexo han limitado la escritura de escritores chinos, haciendo que practiquen la autocensura desde el comienzo de su escritura. Pueden saber sobre qué pueden escribir y qué viola la prohibición. Aprendieron así, la gran mayoría de los escritores jamás va a atacar los tabúes, no son tontos.
-¿Qué es lo que lo llevó a contar esta historia tan íntima principalmente desde el punto de vista de un policía?
-El policía representa el orden y hace cumplir la ley. Además, el policía de la novela no solo está muy por encima del protagonista discapacitado en el trabajo, su condición física también es superior, por lo que no puede entender el sufrimiento de personas en un lugar inferior. Los problemas en China hoy son muy complicados y no se pueden resolver solo obedeciendo la ley. En la superficie, lo correcto y lo incorrecto se distinguen claramente, pero más en profundidad, no. Por ejemplo, las prostitutas. Es su profesión lo que hace que la sociedad sea próspera (este problema se discute al comienzo de la novela). Se acusa solo a la familia del incesto, pero la sociedad china en su conjunto tiene cosas horribles. Los funcionarios tienen amantes que usan, o hay hombres que permiten que sus superiores abusen de sus esposas. Lo cual no se sabría si no fuera por la caída de alguien del gobierno a causa de luchas políticas. Una empleada de un hotel fue agredida sexualmente, lo que provocó que matara al agresor. ¿Es inocente o culpable? Sucede un poco como en la película estadounidense Joker, me gusta mucho esa película. ¿Qué es eso que llamamos ley? Para una persona que lucha con desesperación, la ley es solo una herramienta para contenerla. Incluso yo, como persona común, muy seguido tengo pensamientos de venganza o revancha contra la sociedad. La ley no puede resolver el problema.
-¿Cómo fue construir el vínculo incestuoso de amor y odio entre madre e hijo en esta novela?
-En la novela, la vida de madre e hijo es desesperada. La madre ama a su hijo, para atender la supervivencia de su hijo, especialmente sus problemas físicos, incluso va a buscarle una prostituta. Pero al hijo no le gustan las prostitutas, al igual que a la madre. Esto está claro, es limpio, pero el objeto que ama es su madre, lo que lo hace más sucio. Este amor asusta a la madre, no escribo simplemente sobre amor u odio. Debido a que ofende la moral y la ética humana los seres humanos no pueden enfrentarlo y quieren rechazarlo, pero como ha estado prohibido durante mucho tiempo, puede generar una emoción profunda y resultar tentador. Las personas no solo tienen instintos de supervivencia, sino también instintos de muerte. En idioma chino, las personas sentirán que van a morir si hacen un gran escándalo. Pero al mismo tiempo, la muerte tiene un encanto especial, libera.
-A pesar de que los personajes de esta novela viven situaciones difíciles (como la postración física o la pobreza) nunca se cae en la condescendencia ni se busca la empatía del lector con ellos, ¿fue una búsqueda deliberada?
-En una sociedad empática, la compasión surge sola. Pero en China es muy escasa: la indiferencia y la frialdad son la norma de esta sociedad. Como persona común, aunque intento mostrar simpatía y ser una buena persona, ya no espero que otros sean así conmigo. Esto me hace ser más perseverante. En cambio, en la creación literaria elijo el camino frío, dejo que mis personajes se hundan en la oscuridad y luego busco luz en esa oscuridad. Me pregunto si advirtieron que mi personaje se salva a sí mismo, esta es la salvación propia de las personas desesperadas, esta es su fuerza y su resistencia ante su situación particular. El sexo de madre e hijo en Amo a mi mamá es su forma de ayudarse. En un sentido artístico, esto también es una forma de belleza. Alguien una vez me preguntó: ¿por qué el hijo discapacitado despertó a su madre cuando le hacía ese tipo de cosas? Si pudo hacerlo en silencio (de hecho, su madre fingió quedarse dormida), ¿por qué se crea este problema? Sí, hacer el mal en silencio es comúnmente aceptado como algo inteligente en esta sociedad. Sin embargo, el protagonista de mi novela tiene un corazón ligero, incluso si ha hecho algo descuidado u ofensivo, le es necesario exponerlo al mundo. También es cruel consigo mismo.
-A través del interrogatorio el protagonista da cuenta de la atracción que siente por su madre y da detalles de los momentos de intimidad. ¿Qué significa para usted escribir desde lo revulsivo?
-Escribir significa ofender la normalidad y arrancar la máscara. Este tipo de escritura me emociona. Por eso me gusta hacerlo desde la perspectiva del sexo, el sexo es quizás la zona más oscura de la naturaleza humana, y desde el incesto se puede ver también el deseo más oscuro de los seres humanos. Por lo tanto, el incesto es el mayor tabú de la humanidad, no solo en Oriente, sino también en el Occidente. También me gusta ofender la política, es peligroso. Utilizo el incesto para hacer una metáfora del modelo chino: en nombre del socialismo, pero también en nombre del capitalismo existen el poder de los funcionarios, el intercambio de intereses entre funcionarios y empresarios, la relación entre hombres y mujeres muy similares a la prostitución y la prostitución en sí.
-¿Cómo ha sido la reacción del público de la novela en Occidente?
-En 2009 se publicó la versión en inglés de Amo a mi mamá y en 2014, la versión en inglés de los “libros desobedientes”. Aunque atrajo la atención de los medios de comunicación occidentales, la BBC me tuvo como invitado, el británico Independent, el Wall Street Journal y otros diarios realizaron comentarios, y fue calificado como las 12 mejores novelas en China por Los Angeles Book Review, sigue siendo controvertido. En un foro después de la ceremonia de apertura de la librería Waterstones en Londres, Reino Unido, un lector británico dijo que mi libro también hubiera estado prohibido en Gran Bretaña hace unos años. Yo había pensado que China continental no lo aceptaría pero que los lectores occidentales, sí. Creo que delato u ofendo con algo fundamental de la humanidad: el incesto. Pero quiero decir que esta novela no habla solo del incesto, sino también de política. No escondo mi escritura de la política. En un país como China, la política es la raíz de la literatura, porque la política trata de la supervivencia de los chinos.
*Con información de Telam
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