Valeria Gallo, la artista mexicana que armó su propio diario ilustrado de la cuarentena

La celebrada ilustradora sube casi a diario un trabajo sobre la experiencia de vivir encerrados, centrándose en detalles que en general pasamos por alto. En este diálogo, reflexiona sobre la experiencia

Valeria Gallo (@valeriagallo_)

Dibujar hablando, hablar dibujando. Esa es la tarea en la que está enfrascada la ilustradora mexicana Valeria Gallo, quien en Facebook pone casi a diario sus reacciones en este confinamiento por el coronavirus.

“No puedo estar sin dibujar”, dice la egresada de la Escuela de Diseño del Instituto Nacional de Bellas Artes y hoy considerada una de nuestras mejores ilustradoras de la región. Y agrega: “Esas son cosas que me salen, hay días que es una especie de ansiedad y me digo: calma, porque dibujo y dibujo y a veces no es tan disfrutable. Necesito estar dibujando”.

“Todo es material, hay veces que estoy muy tumbada, estoy demasiado deprimida o preocupada y ahí sí, no doy, pero hay un abanico de emociones que sirve para la inspiración”, dice esta dibujante que en 2002 abandonó sus historias animadas y pasó de lleno a dedicarse a la ilustración.

Ahora, sus trabajos aparecen en libros de editoriales en México, España y Brasil, tales como Fondo de Cultura Económica, Editorial Castillo, Edelvives, Editorial Norma, Santillana, CIDCLI, Anaya, Porrúa, Edelbra, Editora WMF, Editorial La Guarida, Ficticia y Ediciones SM. En 2011, fue merecedora del Primer lugar en el Catálogo de Ilustradores de Publicaciones Infantiles y Juveniles de CONACULTA con una serie llamada El Acabose elaborada en técnica textil. En el 2012 diseñó la imagen de la Filij 32, Feria Internacional del Libro Infantil y Juvenil. En el 2013 fue seleccionada en el Catálogo Iberoamericano de Ilustración con una secuencia de tres bordados en papel titulada Hamlet.

-¿La ilustración será para ella un arma contra la depresión?

“Sí, por supuesto, me ha salvado la vida muchas veces. Tengo pruebas, literalmente”, afirma.

Está haciendo una novela gráfica, va escribiendo diálogos y boceta toda la novela, está a la mitad, merced a una beca de escritura del Sistema Nacional de Creadores de Arte, en la disciplina de Narrativa Gráfica. ¿Cuál es la razón por la que Valeria Gallo dibuja en Facebook sus reacciones durante el confinamiento?

“Son ilustraciones de También se vale. No tengo todavía un plan. Quisiera que formara parte de mi libro de Confesiones de una cuarentona. Querría que fuera un apéndice, pero el proyecto está retrasado”, expresa.

-Se comunica todo este tiempo con sus dibujos, algo llamativo y original.

-Mucha gente me ha escrito merced a los dibujos. Los dos últimos que hice fue conocer al mejor amigo, porque ha estado viniendo un pajarito afuera de la cocina y canta mucho. A veces estoy esperando que venga. Te fijas en cosas que antes no te fijabas. Cuando tienes reuniones online y te arreglas de la cintura para arriba y me surgió hacerlo en dibujo.

-¿Qué sentirá Valeria con respecto al confinamiento?

-Creo que lo que sentimos todos: miedo, sobre todo por mis padres. Son muy sanos, pero los dos fumaron en alguna época, mi madre es hipertensa, se la están pasando muy bien, estudiando italiano, dibujando, haciendo ejercicios, escribiendo… La estamos pasando bien en comparación a muchas familias. Tanto Alfonso como yo somos freelancers, se caen proyectos y como soy madre de un adolescente, él trae un poco de ansiedad… lo normal en este encierro.

Valeria Gallo en 2014 mereció mención honorífica en el XVIII Concurso de Álbum Ilustrado por A la Orilla del Viento por Bostezo, un libro realizado con textiles y su nombre es referencia ineludible en el mundo de la literatura infantil y juvenil (LIJ). El 26 de octubre de 2014 inició el movimiento artístico Ilustradores con Ayotzinapa, acción que originó la creación de más de 400 retratos gráficos de los 43 estudiantes normalistas de la Normal Rural Raúl Isidro Burgos que fueron asesinados y que tuvo gran impacto nacional e internacional. Ha participado en varias exposiciones colectivas de ilustración en México y España. Complementario a su trabajo como creadora, imparte clases de ilustración y narrativa gráfica en la Facultad de Arte y Diseño de la UNAM. Desde el 2018 es miembro.

Contenta por la beca del Sistema de Creadores, ya no está tan preocupada por el tema del dinero. “Recuerdo mucho el texto de La habitación propia, de Virginia Woolf, donde dice que hay un estado ideal para crear. Lo económico obstaculiza mucho eso. Estoy en un muy buen momento, este es el tercer año de la beca y son mis tiempos más productivos”.

“Creo que las becas son importantes, aunque creo que hay que poner reglas nuevas, un tope para cuantas veces las pides. La realidad es que es muy difícil vivir de la creación y hay mucha gente joven que tiene que tener acceso a las becas. Son imprescindibles las becas”, expresa.

-¿Vendrá una generación de mujeres dibujantes en México?

-Yo creo que sí y escritoras también. Hay mucha mujer joven escribiendo cosas realmente muy interesantes. Este movimiento feminista que ha agarrado mucha fuerza, se está viendo reflejado en casi todos los aspectos y el arte es uno de ellos.

Esta nota se publicó originalmente en Maremoto (Maristain)

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