Anagramas, la primera novela de la estadounidense Lorrie Moore, que fue publicada hace más de treinta años y Eterna Cadencia reeditó ahora en la Argentina, ilumina la irrupción en el género de una de las narradoras más celebradas del último tiempo, a partir de un texto muy original que despliega las muchas vidas posibles de Benna Carpenter, “un libro móvil con pequeñas historias satelitales”, como lo describe la propia autora desde su casa de Nashville, en Estados Unidos.
Con una gran circulación local, que se potenció el año pasado cuando visitó el país para participar del FILBA y presentar su novela ¿Quién se hará cargo del hospital de ranas?, esta escritora que ha hecho del humor un antídoto literario, construye personajes a los que le pesa la soledad. “La soledad siempre estará con nosotros, solo espero que el coronavirus”, dice en medio de una pandemia que en su país ya dejó más de 80.000 muertos.
La autora del libro de relatos Autoayuda, al que se suman otros siete publicados -entre cuentos, novelas y ensayos, también muy consagrados por la crítica-, accedió a responder algunas preguntas por correo electrónico desde su casa de Nashville, donde se encuentra planeando el regreso de verano a Wisconsin, como hace todos los años, con la dificultad de que “se maneja mucho por tierras planas y propensas a los tornados”.
Con la traducción de Cecilia Pavón, Anagramas juega con esa operación que reorganiza las letras y cambia el sentido de la palabra -tan típica de acertijos y crucigramas- y desarrolla una novela no lineal a partir de tres personajes que se reconfiguran en las cinco partes que estructuran el libro: su protagonista, Benna Carpenter -a veces cantante, otras profesora de aerobics de adultos mayores o docente universitaria-, su pareja, Gerard; y Eleanor, la amiga leal, la imaginaria o la tercera en discordia.
¿Cuántas vidas caben en una? ¿Cuántas estamos reorganizando, como las letras del anagrama, elecciones y posibilidades, para alterar el significado de nuestra propia existencia? El despliegue narrativo de Moore (Nueva York, 1957) en su primera novela publicada originalmente en 1986 indaga en esos interrogantes. En sus palabras: “Pensé en la reorganización como la energía fundamental para la vida misma”.
-Anagramas"es una novela que publicó hace más de tres décadas ¿cómo la lee a la luz de presente?
-En la medida en que la novela trata sobre la soledad y las diversas desconexiones entre las personas, seguirá siendo actual. Por supuesto, le falta toda la tecnología que nos ha consumido en las últimas décadas, por lo que puede parecer ciencia ficción emocional para los lectores jóvenes. Y sin embargo, espero que vean algo de sí mismos en las búsquedas de los personajes.
-Es una novela que rompe con la idea de linealidad porque cada parte refleja vidas posibles de tres personajes. ¿Qué significó la apuesta por transitar senderos diferentes a los de la novela tradicional?
-En lo abstracto, pensé el libro como un móvil: una novela central con pequeñas historias satelitales que brotan de él. Pero una tiene que imponer una secuencia de manera inevitable entre portadas, por lo que el formato es necesario pero no ideal.
-La protagonista de la novela, Benna, está triste y lucha con la soledad. En tiempos de pandemia, donde la angustia se generaliza, ¿cree que impactará más ese componente trágico que impone la coyuntura?
-Realmente no puedo responder eso. Creo que la soledad siempre estará con nosotros. Solo espero que el coronavirus no lo esté. Me gustaría verlo reestructurarse a sí mismo y volverse inerte.
-La emergencia sanitaria de la Covid-19 se presentó como una instancia para reformular preguntas acerca del futuro y la posibilidad de imaginar nuevos pactos sociales, ¿qué imagina que ocurrirá después del coronavirus?
-En muchos sentidos puede ser un ensayo para algo aún peor. Y entonces es una prueba de nuestras sociedades. Y cuanto más fuertes, es decir, sociedades más igualitarias, lo soportarán mejor. Estados Unidos es un caos, una mescolanza, siempre lo fue. Tiene desigualdades grotescas y y una red de seguridad muy endeble. Y todo esto está construido desde la misma estructura del gobierno, pero veremos cómo cambia eso.
*Fuente: Telam
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