Con reserva y uso de barbijo, el Vaticano prepara la reapertura de sus museos, por los que antes de la pandemia de coronavirus pasaban unas 27.000 personas diarias, para empezar a revertir el rojo fiscal que supone el cierre de actividades iniciado el 9 de marzo.
“Para el público entrante estamos completando la instalación de algunos termo escáneres para la detección de temperatura. Se podrá acceder a los museos sólo con una reserva”, dijo el secretario general de la Gobernación del Vaticano, Fernando Vérgez Alzaga, en declaraciones a la prensa oficial de la Santa Sede.
“Esto nos permitirá escalonar las entradas durante las horas de apertura. Los visitantes deberán llevar la mascarilla”, añadió Vérgez, aunque admitió que por el momento no hay fecha cierta para la reapertura, en un marco en el que los museos de Italia podrán abrir su puertas desde el próximo 18.
Los Museos Vaticanos, que eran visitados por unas 27.000 personas al día a un precio de 17 euros, es decir que recibían unos 459.000 euros diarios, son una de las principales fuentes de la Gobernación del Estado, y se enfrentan a un futuro en el que “durante mucho tiempo no será posible acoger grupos numerosos”, según Vérgez.
Los trabajos para reabrir los museos se dan en un marco en el que, según documentos publicados por el diario Il Messaggero, la crisis del coronavirus podría hasta triplicar el déficit previsto por la Santa Sede para 2020, de unos 53 millones de euros.
De acuerdo a los documentos que están en manos de la jerarquía vaticana, los ingresos para este año podrían bajar entre 68 y 120 millones de euros, mientras que el déficit podría pasar, según los tres escenarios previstos, de los 53 millones originales a 68 millones, 97 o 146, de acuerdo a la evolución de la Covid-19 y de las medidas de seguridad para frenar su difusión.
Con más de cinco mil empleados, 12 trabajadores de la Santa Sede han dado positivo al coronavirus, según informó el vocero papal Matteo Bruni, y uno solo residía dentro del Vaticano, en la residencia de Casa Santa Marta en la que habita también el papa Francisco.
Por la pandemia, el Vaticano tiene cancelados desde marzo los eventos públicos, como las audiencias de los miércoles del Papa. El coronavirus obligó también a Jorge Bergoglio a posponer, sin fecha, un viaje previsto a Malta para el 31 de mayo y otro a Indonesia, Timor del Este y Papúa Nueva Guinea en agenda original para inicios de septiembre.
Fuente: Télam
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