Murió Tom Lupo. Sus amigos lo despiden en las redes sociales. No sólo músicos, escritores y periodistas que vivieron mil anécdotas con él, también los miles y miles de oyentes que lo siguieron durante décadas de carrera. Carlos Luis Galanternik (bajo ese nombre nació en Charata, Chaco) tenía 75 años. Era psicoanalista y poeta. Fue durante muchísimos años conductor de radio y también de televisión.
SI hay que marcar un inicio en su carrera, podría decirse que fue durante los años ochenta, cuando participó en Submarino amarillo en Radio del Plata, donde realizaba la sección “El Tom Lupo Show”. Ahí difundía bandas emergentes como Sumo, Soda Stereo, Los Redondos, los Ratones Paranoicos, los Fabulosos Cadillacs o Alerta Roja.
Luego, esa sección se volvió programa y se emitió por la FM de Radio Municipal de Buenos Aires. También participó en el programa El loco de la Colina de Carlos de la Rúa en Radio Uno y condujo Taxi en Radio Provincia de La Plata.
Publicó dos libros. Uno en 1979 titulado Palabras para la esfinge. Poesía y psicoanálisis, otro en 2004, Entre muebles y sombras. Copetes, poesías, cuentos, aforismos, graffittis y otras combinatorias. La poesía siempre estuvo en su vida. Hizo innumerables recitales y lecturas de poemas, difundiendo autores como Federico García Lorca, Juan Gelman, Raúl González Tuñón, Fernando Pessoa, Alejandra Pizarnik, Oliverio Girondo o Leopoldo Marechal, entre otros. Editó los discos En mi propia lengua y Giro hondo, sobre textos de Girondo, con la participación de León Gieco y Luis Gurevich.
Editó las revistas Alfonsina, Banana y Twist y gritos y colaboró en distintos medios gráficos. También fue actor de cine y teatro, hizo televisión (condujo los programas Neosonido 2002, Agenda cultural, Volver Rock y Medios y comunicación) y fue panelista de Bendita.
En Radio siguió estando presente: Noche tras noche y El pez náufrago. Este año, su invaluable archivo sonoro fue presentado por León Gieco en el programa Grabaciones encontradas por Radio Nacional. Entre ese material, una entrevista inédita que Tom Lupo le hizo a Luca Prodan en 1987.
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