24 de abril de 2020
Noticias del mundo más lento.
William Ospina dice que podemos vivir sin aviones, pero no sin oxígeno.
Y que los que más trabajan por la vida no son los gobiernos, sino los árboles.
Un título de The New Yorker —Buenas noticias: ¡ahí viene el fin del mundo!
El libro Hojas del jardín de Morya.
Usarlo como oráculo.
Lo abro al azar este 24 de abril de 2020.
El primer azar no resulta.
Lo intento una vez más y me encuentro con:
La impaciencia de los pasajeros no puede acelerar el tren.
Si eres resistente, el azar te mostrará lo que buscas.
Sobornar a la suerte mediante la paciencia.
Leo a Céline y Alexander Kluge.
A Céline le dan miedo las bombas y los hombres.
Más miedo los hombres.
En el mundo de este siglo, muchos fascinados con los colapsos.
Coleccionistas de colapsos.
Y "excéntricos fascinados con el fin del mundo".
Coleccionar fines del mundo como se coleccionan estampillas o discos.
En Madrid, un taxista transporta enfermos sin cobrar los viajes.
Fue recibido por médicos y enfermeros, muchos aplausos.
Le dieron un sobre con dinero y el resultado negativo a covid-19.
Una vez más, el fin del mundo —dicen.
Fines del mundo sucesivos.
Este fin del mundo aún no había tenido lugar.
En Ecuador. Ciudad de Guayaquil.
El sistema funerario, los hospitales y cementerios entraron en colapso.
Se abandonan cuerpos en la vía pública.
Un brasileño que vive en Guayaquil dice que ve zopilotes sobre la ciudad.
Zopilote es una palabra que asusta más que buitre.
Los sinónimos no son sinónimos.
Cada palabra tiene una mancha distinta y distinta resonancia.
Un boeing 767 de Icelandair trazó en el aire la forma de un corazón antes de aterrizar en Reikiavik con material médico procedente de China.
Un corazón en el aire trazado a fuerza de gasolina.
Hacer una lista de corazones dibujados a través del uso de medios perversos.
En Italia, algunas tiendas abren y el virus se detectó en partículas de aire contaminado.
Un primer fin del mundo se anula como fin del mundo.
Sólo puede existir el último fin del mundo.
Una unidad, un solo.
No estamos en el fin del mundo.
Vitas, cantante ruso, es una unidad, un solo.
Medio extraterrestre, gestos raros.
Manos desconectadas por la muñeca del resto del cuerpo.
Y agudas vocales que no pertenecen al plano terrestre.
Un kitsch andrógino. Dejo aquí las referencias:
Vitas — The 7th Element
y Vitas — - Мечты / Dreams
(Minuto 2:10 a 2:17, etc.)
Un comentario: "¿esto es, entonces, lo que Rusia encontró en la Luna y no le dijo a Occidente?"
Me imagino a la NASA buscando otros planetas para traer de allí cantantes con voces agudas extrañas, en lugar de piedras o líquidos preciosos.
Imágenes en un periódico.
Médicos completamente equipados: batas, tapabocas y gorro.
Saltan con los brazos al aire como si estuvieran festejando algo.
A veces es necesario experimentar el movimiento vertical, el salto.
Guimarães Rosa: "Así es la vida: calienta y enfría, aprieta y luego afloja, serena y luego desinquieta.
Lo que quiere de nosotros es valor".
No siempre curvarse.
El animal humano también necesita saltar y ganar, por algunos instantes, alegría y tamaño.
SEGUIR LEYENDO: