Diario de la peste 21: Un anuncio en una página de horóscopos

Día a día, el gran escritor portugués y maestro del texto breve busca poesía en el sombrío mar de la cuarentena. Infobae reproducirá sus columnas, que son originalmente publicadas por Expresso y que, traducidas por Paula Abramo, tomarán forma de libro en Interzona

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Un hombre mira su teléfono
Un hombre mira su teléfono móvil entre los negocios cerrados del aeropuerto de Frankfurt (REUTERS/Ralph Orlowski)

12 de abril de 2020

Un anuncio en una página de horóscopos:

"Huye de las preocupaciones.

Ten más espacio y seguridad en tu e-mail".

La astronomía tratando de ser moderna, y desactualizada en cuanto a los riesgos.

En la mañana. La información:

"Andrea Bocelli dará un concierto de Domingo de Pascua en la (desierta) catedral de Milán".

Va a cantar el Ave María de Bach. A las 18:00.

Bach sabía las cosas antes de tiempo.

Música que aclara —un horóscopo sonoro.

"Iba yo entre las calles y la atmósfera, llegando y despidiéndome."

Entre las calles y la atmósfera pasa la gente asustada.

Miro desde la ventana y es extraño.

"Huye de las preocupaciones.

Ten más espacio y seguridad en tu e-mail."

En la calle frente a mi casa la gente no huye, pero acelera.

No se debe mirar demasiado hacia arriba; los astros no están a la altura de nuestros ojos.

Ni hacia arriba ni hacia abajo.

Sigo dándole vueltas a esto, mirando hacia abajo.

El enorme número llamado gúgol.

Y otro aún mayor.

El número 10(10100) o 10gúgol.

En vez de contar con los dedos, observo la estética del 10gúgol.

No es hermoso, pero pertenece a la familia de lo que es hermoso.

Merece una línea para sí solo.

10gúgol.

Una frase terrible de Canetti: "Él se refugió en Dios. Ahí es donde más le gusta sentir miedo".

Elegir los sitios donde se prefiere tener miedo.

Hoy, muchos prefieren tener miedo dentro de casa. Otros no.

Miro a Roma y a Jeri. Una tiene pinta de loca, Roma; la otra, Jeri, tiene la pinta de quien está a lado de una loca.

Tener un número en la pared como se tiene un cuadro.

Como si ese número fuera color o dibujo.

Pintar la pared con 10gúgol.

Unas noticias alentadoras, otras no, otras más o menos, otras sí.

"El primer ministro británico Boris Johnson fue dado de alta y salió del hospital."

Agradeció a los médicos y dijo: me salvaron la vida.

Horóscopo, una síntesis:

"Fuerte capacidad de exteriorizar las ideas y crear nuevas colaboraciones".

Colaboraciones de uno solo —le digo a mi padre, por teléfono.

Un par menos uno, da uno, responde él.

Los astros, completamente dementes, pienso.

Una avería súbita también allá arriba.

Dos noticias, una sobre astrología:

"Saturno deja Capricornio durante tres meses a partir de marzo".

Y dos sobre la superficie simple de las cosas, eso que sucede en la tierra:

"La India prolonga el confinamiento por tiempo indefinido".

Y "Argentina prolonga la cuarentena hasta el 27 de abril".

Una frase: bastó "el elemento más pequeño de la naturaleza, un virus", para que la humanidad recordara que es mortal y que la "potencia militar y la tecnología" no bastan para salvarla.

Eso fue lo que dijo el padre Raniero Cantalamessa en el Vaticano.

Había pronóstico de sol para este fin de semana, por eso el gobierno turco impuso el aislamiento obligatorio.

En Ankara, Estambul: 31 ciudades en total.

Temían que muchos olvidaran los consejos y salieran a aprovechar el calor.

Antes, lo que estaba en vigor era un consejo.

Quédense en casa, es más sensato.

Con el sol y el sábado, vino la prohibición clara.

Obligatorio el aislamiento en casa.

Se conocen desde hace mucho las recomendaciones para no salir en momentos de intemperie.

Tifones y tempestades, temperaturas por debajo de lo más bajo que el ser humano puede soportar.

Esto siempre ha puesto a los ciudadanos a posar en la ventana. Nada nuevo.

Pero ahora es el buen tiempo el que hace sonar la alarma.

Todos a casa, que ahí viene un día lindo.

Un boletín meteorológico también demente.

Mañana va a hacer buen tiempo: por favor, no salgan de casa.

Adélia Prado, en una entrevista al diario Globo.

"La democracia brasileña parece un cojo huyendo del temporal".

Las 18:00 y pico, me retraso.

Bocelli, cabello blanco.

Live en Youtube.

Los ciegos envejecen de una manera distinta.

Tenso, decidido y sereno.

No hay nada en él que esté en otro sitio.

O sintetizando aún más.

(El lenguaje merece ocupar el mínimo de espacio.)

Nada en él está en otro sitio.

Mejor así.

La puntería del lenguaje es consecuencia de su síntesis.

Ser mucho en poco espacio.

Lo mismo con la voz que sale de un cuerpo inmóvil.

Mucho con poco movimiento.

Entro a Youtube hacia el final del concierto.

Bocelli está afuera de la catedral de Milán, algunos pasos y se detiene.

En el exterior, canta Amazing Grace.

"Antes estaba perdido, pero ahora he sido encontrado."

Imágenes de las ciudades vacías.

París, Londres, Milán.

Nueva York, Times Square desierta.

Sólo un policía con chaleco amarillo caminando rápido.

I was blind but now I see.

Hablo con un amigo italiano.

Hablamos de Paolo, un niño de catorce años, del sur de Italia.

Le pregunto si él sabe a partir de qué edad se empieza a ser valiente.

¿A los diez años?

Menos, claro.

A los diez años hay muchos actos de valentía.

¿A los cuatro, cinco?

Pensar en esto: ¿a partir de qué edad aparece la valentía?

Un bebé, después de un año ya puede ser valiente, dice él.

Antes no.

"En Nueva York, tan sólo el día de ayer, murieron...", se corta la llamada.

Bocelli, traje impecable, cabello blanco.

Sólo después necesita que lo guíen.

Cuando canta es evidente que ve.

"A veces tiene la impresión de llevar ojos falsos, colocados por Dios."

Una frase de Canetti.

Imagino ojos falsos colocados por Dios que empiezan a ver cosas que los demás no ven.

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