“Hacer la vida”: una ficción que indaga en la complejidad de lo cotidiano

En la segunda semana de estrenos de cine argentino online, llega la nueva película de Alejandra Marino, quien dialogó con Infobae Cultura sobre este filme que se sumerge en un mundo de intimidades, deseos y adversidades

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Trailer de "Hacer la Vida"

Cada edificio de la Ciudad de Buenos Aires esconde cientos de historias y secretos. ¿Qué pasaría si alguien se tomara el trabajo de registrarlos? Alejandra Marino se animó a realizarlo en su nueva ficción llamada Hacer la vida. Se trata de uno de los estrenos de cine argentino que se podrán ver desde este jueves en CINE.AR TV y la plataforma de video on demand CINE.AR PLAY.

La historia de este film transcurre en un edificio antiguo donde se cruzan las diferentes historias de sus particulares inquilinos. Lucy, la hija de la dueña que desea liberarse de su madre y oculta la paternidad de su hijo; “La Rusa” que quiere encontrar su lugar dentro de un país muy distinto al de ella o Gaby que sueña con ser una bailarina clásica reconocida. A todos sus personajes los mueve el deseo y como nada les vino servido en bandeja, tienen que esforzarse mucho por lograr aquello que quieren, a tal punto de elegir caminos poco decorosos con tal de alcanzarlos. Estas historias corales se entrelazan logrando generar emoción y demuestran que lo cotidiano es complejo, pero muy rico para contar.

El nombre de la realizadora audiovisual y guionista Alejandra Marino está desde hace años relacionado con la lucha feminista y la igualdad de género en la industria del cine argentino. Es una de las fundadoras de ACCIÓN Mujeres del Cine e integrante de DAC Género. Dicho compromiso puede verse detrás y delante de cámara, en sus producciones anteriores como El sexo de las madres (2012), donde ha instalando temas como el aborto o la violencia de género en años dónde casi ni se hablaba del tema.

Alejandra Marino, directora de "Hacer
Alejandra Marino, directora de "Hacer la vida"

En esta entrevista, Marino cuenta a Infobae Cultura cómo logró filmar una película tan ambiciosa con tantos personajes y con un presupuesto bajo. Además, logró con orgullo reunir un equipo técnico conformado por la tan peleada paridad de género, es decir, está integrado en un 50 por ciento por talentosas mujeres.

-¿Cuándo nace Hacer la vida?

- La idea de la película tiene ya ocho años. En su momento, se llamaba “Aquí, bajo el cielo con diamantes”. Con ese título, gané el proyecto de “Programa Ibermedia” y por una cuestión de derechos lo cambié. Nació de la diversidad que veo y de la que participo, en una Buenos Aires que a mí todavía me sigue pegando. Yo soy de Rosario, que si bien es una ciudad grande, no te apabulla tanto. Estaba haciendo una investigación sobre nuevas migraciones para un documental y entrevisté en ese momento a una ucraniana, me contó un poco su historia, que tenía muchos títulos y sin embargo no le quedaba otra que trabajar en algo que no tenía nada que ver con su formación, algo que ocurre con la mayoría de las personas que les toca irse de su lugar de origen y más cuando se trata de una cultura y un idioma totalmente distinto. Eso sembró una semilla, pero también hay mucho de observación, de mostrar como en la actualidad se siguen obedeciendo ciertos mandatos.

-¿En qué género la enmarcarías?

- Tiene algo muy argentino, mezcla la comedia y el drama. Tiene cierto tipo de humor que nace de las situaciones que te desbordan y se transforman en algo extraordinario, es decir cuando el deseo se lleva al extremo: el deseo de ser madre, de cambiar de trabajo, de escapar. Se muestra cierta astucia de algunos personajes por conseguir eso que desean de la manera menos apropiada pero más rápida. Si bien en algún aspecto estos personajes son víctimas del sistema, no quería que fueran víctimas dóciles, que aceptaran lo que se supone que era un destino sin pelearla.

Raquel Ameri le da vida
Raquel Ameri le da vida a "La rusa"

- Gran parte de las escenas transcurren en esta casa de departamentos donde vive la mayoría de los personajes creando una puesta muy teatral, ¿qué objetivo tenía eso?

- Lo teatral fue un recurso estético porque sino no la hubiera podido realizar en el tiempo que se realizó y con la cantidad de personajes que tiene. Era un guión muy ambicioso y usar pocas locaciones ayudó. Tiene la impronta de puertas adentro, que pasa dentro de cada casa, quién es esa persona que te cruzás todos los días pero no conocés. Hay uno de los personajes que describe eso: “uno se cruza todos los días con personas que no tiene idea quiénes son, qué desean, o qué les gusta”. Es una especie de desconexión, inclusive en esta casa donde todos estaban muy pegados.

- Contás con un elenco muy diverso, ¿cómo llegaste a cada uno de ellos?

- Hay algunos actores y actrices con los que uno ya trabajó y se generó un gran vínculo laboral, como pasó con Victoria Carreras, Darío Levy o Pablo Razuk, a quién también he dirigido en teatro también. Después, los otros empezaron a surgir a medida que avanzaba la construcción de los personajes. El de Lucy, tenía en mente una mujer hermosa que no tenía un cuerpo hegemónico y era muy abducida por los moldes a los que ella no pertenece ni quiere pertenecer. Para interpretarla, apareció Bimbo Godoy y me encantó el trabajo que hizo con el personaje. Parece pensado para ella. Luisa Kuliok se me ocurrió porque tenía algo que ver con este personaje de mujer fuerte y poderosa. En el caso de Luciana Barrirero, que es la bailarina del Teatro Colón, hicimos un casting de actrices y bailarinas. Es maravillosa y fue una ceremonia verla bailar. Después tenés a Raquel Ameri que es una actriz extraordinaria, la conocí cuando fui a ver la obra de teatro Millones de segundos. Ella interpreta a “La Rusa” y aprendió ese texto y toda la parte del acento fue orientada por gente de la Casa de Ucrania. A Florencia Salas la había visto en María y el araña, de María Victoria Menis, y la directora me consiguió su teléfono. Es una red que se va construyendo para poder llegar a este gran elenco.

Bimbo Godoy interpreta a Lucy
Bimbo Godoy interpreta a Lucy

- ¿Cómo fue llevar adelante un proyecto de esa magnitud con poco presupuesto?

- Se filmó en cinco semanas, en su momento fue una especie de lujo. Se terminó el año pasado, con todas las dificultades que estaba pasando nuestro cine en ese momento. Fue una época muy complicada, se habían suspendido los créditos y no existía el adelanto de subsidios. Fue una patriada. Tuvimos que hacerla en contra reloj. De todos modos, estas adversidades hicieron que uno se vaya reuniendo en organizaciones y así conocer el trabajo que estaban haciendo otras asociaciones de mujeres feministas cineastas. Juntas volvimos a poner en agenda el reclamo por la paridad de género, para que haya un 50 y 50 en los equipos. Empezábamos a relevar lo que pasaba en los festivales donde también había muy poca participación de mujeres. Yo estoy en “Acción, mujeres de cine”, pero son muchas las que surgieron y las que vienen trabajando durante años.

- La temática feminista y la lucha por la igualdad no son temas nuevos para vos, de todos modos, ¿cómo ves ambas luchas hoy?

- Hasta hace poco tiempo nosotras desconocíamos la cantidad de directoras de fotografías, sonidistas o técnicas que había. Ahora es tiempo de repartir el laburo con los compañeros. Nadie tiene que tener el privilegio de trabajar, ya que no es un privilegio sino un derecho. Si pensamos que hay más de un 50 por ciento de mujeres en las universidades y escuelas de cine, qué pasa después cuando egresan, ni hablar de las diversidades. En Hacer la vida como en Ojos de arena, que filmé después, pude tener un equipo de 50 y 50, con directora de fotografía y cámara, con una foquista y una gaffer, y en la otra además tuve una sonidista, y en general trabajo con una montajista en mis películas. Son muchos años de lucha y si bien se ha logrado mucho, todavía cuesta que ingresamos en los grandes presupuestos para tener una distribución en los cines comerciales o en los festivales grandes. Hay algo en lo ideológico, sentimos que estamos sustentadas y tenemos una historia atrás. De todos modos, los problemas más graves que nosotras tenemos ahora tienen que ver con la violencia, con la cantidad impresionante de asesinatos que hubo desde que arrancó el año o con la lucha por el derecho al aborto legal.

"Hacer la vida" cuenta con
"Hacer la vida" cuenta con la participación de la enorme Luisa Kuliok

- ¿Cómo te llevás con las plataformas de video on demand?

- Las salas siguen siendo la principal plataforma de exhibición, uno cuando filma lo hace pensando en cómo se verá en una pantalla grande. Sin embargo, no podemos tapar el sol con un dedo. Cada vez más son las personas que se están acostumbrando a ver cine en las pantallas de sus teléfonos o en sus computadoras. Además, lo que más quiere un director de cine es que sus películas circulen y estas plataformas, más ahora con las salas cerradas, se han vuelto una herramienta que encima nos permite llegar a un público que por una cuestión geográfica no podía acceder a verla en salas.

* “Hacer la vida” podrá verse desde el jueves 09/04 a través de CINE.AR TV (jueves 09 y sábado 11 a las 22 horas) y en la plataforma CINE.AR PLAY, ambas de manera gratuita.

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