El trovador salió a la calle virtual con una canción, Murder Must Foul, de casi 17 minutos en la que vuelve a dejar en claro por qué ganó el Nobel de literatura en 2016 al retomar una vez más su rol de vocero cultural del siglo XX y claramente el único trovador del siglo XXI hasta ahora.
La música de fondo bella y pensada; como una canción de cuna a la voz de un abuelo que va inventando un texto mientras intenta dormirte y en él cuenta cosas sin sentido, recuerdos inesperados, hilos de Ariadna que desatan una cadena de anécdotas y recuerdos que se van enlazando como un gran texto del cual podría hacer otra, otras, cientos de canciones de cuna.
Los trovadores en la edad media cantaban la realidad, la política, la vida cotidiana, con destreza rítmica, con enorme formación cultural; abrevaban de todo el conocimiento a mano para entretener, informar o denunciar. El uso de la retórica en su sentido más amplio les permitía la levantar la voz y acusar injusticias. Si bien eran entendidos por aquellos a los que el mensaje iba dirigido y no había línea posible que ameritara la censura, el castigo de los poderosos; o por lo menos resultaba difícil. El censurador, se sabe, es ignorante.
Bob Dylan lo hizo de nuevo. Salió a trovar en medio de una pandemia mundial y no sabemos si esta canción la escribió en una noche o la viene pensando desde 2012 cuando publicó su último disco La tempestad. Y no lo cuenta tampoco. La suelta al aire como un regalo más a sus fieles que la viralizan en 24 hs y vuelve, el trovador, a ocupar el centro del escenario “por favor, no me malinterpreten” dice en el quinto verso (please, don´t let me be misunderstood) y con ese título emblemático interpretado por Nina Simone como nadie más –aquí cuestiones de gustos de por medio- comienza a recitar una playlist (que alguien ya subió a varias plataformas) de posibles canciones que puedan salvarnos del anticristo, como salmos que nos protejan del anticristo que llegó el día que, como bien reza el final del tercer verso de su nuevo tema, mató a JFK.
Pero antes está Shakespeare. Murder most foul es una frase que le dice el fantasma del rey Hamlet a su hijo, el príncipe Hamlet cuando se encuentran en la explanada del castillo. Hasta ese momento se sabe que el rey murió mientras dormía una siesta en su huerta. El príncipe Hamlet está devastado por la muerte de su padre y por el inminente casamiento de su madre, Gertrudis, con el hermano del rey muerto, Claudio; quien en ese mismo acto se corona rey de Dinamarca. Son unos soldados que vigilan por la noche el castillo los que ven al fantasma y Horacio, el mejor amigo que haya existido en la literatura, acompaña a Hamlet, incrédulo, a encontrarse con el espectro de su padre. Allí, una figura desolada y acosada por sus pecados sin perdonar le cuenta a Hamlet que todo había estado planeado, y que el asesino ahora llevaba su corona. “El asesinato más cruel, abominable y extraño” llora el fantasma (“Murder most foul, as in the best it is, but this most foul, strange and unnatural”) Luego, unos versos más adelante, Dylan se refiere a JFK como “El rey”.
“the day they blew out the brains of the king
Thousands were watching, no one saw a thing”.
(el día que le volaron los sesos al rey
Miles estaban mirando, nadie lo vio venir)
Continúa la trova de Dylan y unas líneas más adelante, todavía en el primer verso vuelve a referirse a Hamlet cuando dice “greatest magic trick” (el más grande truco de magia) la palabra truco aparece en Hamlet nueve veces. Siempre en referencia al engaño, a la traición, a la mentira, al asesinato disfrazado de muerte natural.
Ya en el tercer verso cuando menciona la frase “blood in my ear” (sangre en mi oído): se sabe claramente por el video de Zapruder cómo y por dónde sangraba Kennedy y se sabe por el fantasma del rey Hamlet que el veneno que lo mató entró por su oído.
Otro detalle interesante que asocia esta canción con Hamlet es que el príncipe decide llevar adelante una obra de teatro en la que se represente la muerte de su padre. Cree Hamlet que, si lo que le dijo el fantasma es cierto, su tío, Claudio, reaccionará frente a la obra y podrán así descubrir si aquello que dijo el fantasma es cierto. En el último verso, Dylan pide que toquen no una canción sino una lista de canciones. En inglés la palabra “play” funciona para varias cosas, jugar un deporte o un juego, tocar música y también representar una obra. Dylan comienza a nombrar canciones que puedan hacer saltar al culpable por el remordimiento que sienta al escucharlas. Hamlet le dice a Horacio que es a través de la obra de teatro que relate el asesinato que va a lograr captar la mala conciencia del Rey Claudio (“The play’s the thing wherein I’ll catch the conscience of the king“).
La primera canción que pide Bob Dylan que se toque en el quinto verso de Murder Most Foul es para la primera dama, que no se siente muy bien. Y esto no es casual tampoco. El príncipe Hamlet se enoja mucho con su madre, Gertrudis. No logra entender que ella esté tan bien, tan feliz en su nuevo matrimonio, parece que se le escapa el hecho corrupto que es claro para el joven Hamlet. Su madre ha dejado pasar la muerte de su marido y una vez secadas las lágrimas del luto, se casó con su cuñado y anda por el castillo sin pesar ni dolor. El enojo del príncipe crece y, en una de las escenas más poderosas de la obra, se enfrenta a su madre y le hace ver lo oscuro de su alma. En medio de una discusión de tintes edípicos para algunos, violentos para otros, el príncipe trata a su madre de lasciva, de corrupta. En ese instante entra el fantasma del rey, que solamente el príncipe puede ver y oír y le dice que se está desviando del pedido que él le hizo, que no es su madre el objeto de su venganza, que hable con ella y por favor se interponga entre la debilidad de su madre y su alma débil, dejando en claro que es solo una persona cuyas intenciones son buenas. Tal como reza la canción que inicia el largo listado de temas que viene a ocupar el espacio de la obra de teatro en Hamlet:
“I’m just a soul whose intentions are good
Oh Lord, please don’t let me be misunderstood”
(soy solo un alma con buenas intenciones
Por favor, Señor, no permitas que me malinterpreten)
Toda la letra de este primer tema de la lista del verso cinco y el hecho de que Dylan pida que se la canten a la primera dama refleja la misma perplejidad con la que Gertrudis vive el asesinato de su marido. Cada una de las canciones elegidas a continuación son una reescritura de la tragedia, una forma contemporánea y poética de darle una nueva vuelta de tuerca a los temas universales tratados en Shakespeare y en particular en Hamlet.
La codicia del poder todo lo corrompe. Hamlet es la obra por excelencia de Shakespeare acerca de la corrupción del alma. Qué estamos dispuestos a hacer por amor, por venganza, por odio, por poder y cómo esos actos nos llevan a la ruina que es el infierno que habita en cada uno de nosotros del que no podemos desprendernos ni aún después de la muerte: “Ese país aún no descubierto de cuyos límites no ha vuelto ningún viajero” tal como explica el monólogo más famoso de la literatura universal. La palabra “alma” se repite cuarenta veces en Hamlet y de eso va también Murder Most Foul.
"But his soul was not there where it was supposed to be at
For the last fifty years they’ve been searching for that”
(pero su alma (la de JFK) ya no estaba donde se suponía tenía que estar
Hace 50 años la buscan y no la han podido encontrar)
SIGA LEYENDO