Cuentos colectivos: cómo es el juego que proponen los escritores vía twitter

El autor Guillermo Martínez desafió a sus seguidores a armar una historia coral, estilo cadáver exquisito, y fue un éxito. Hoy, es el turno de Claudia Piñeiro

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Un cadáver exquisito que invita a componer un cuento a través de hilos de Twitter fue la idea que sugirió hace unos días el escritor Guillermo Martínez para hacerle frente al aislamiento y que esta tarde tuvo su experiencia piloto con una gran cantidad de seguidores que tuvieron la oportunidad de poner en práctica la escritura junto al autor de Crímenes imperceptibles.

La idea del cadáver exquisito remite a una técnica de creación colectiva surgida del surrealismo que se plantea como una especie de juego donde cada participante hace su aporte sin saber qué se les ocurrirá a los demás participantes. Al cabo del juego, la sumatoria de aportes individuales genera una obra surgida de la invención repentina de sus distintos autores.

La propuesta de “simultáneas de cuentos” durante la “reclusión forzada, le da un marco ideal y muy accesible, y el formato de hilos en Twitter ayuda, el cuento se irá formando naturalmente tuit a tuit”, explicó Guillermo Martínez, quien tiró la primera piedra de esta movida pero que involucrará a más escritores porque fue un éxito y porque ya se comprometió a continuarlo Claudia Piñeiro.

“Gracias a todos los que me enviaron principios de cuentos en estos primeros minutos. Ya no podré recibir más porque fueron muchísimos, y quiero completar las ruedas con los que voy respondiendo ahora. Pero la buena noticia es que @claudiapineiro tomara el testigo mañana. Podrán +”, tuiteó el escritor después de una hora de estar intercambiando párrafos con los seguidores.

Una hora antes, a las 14 puntual, Martínez desde su cuenta @leoysubrayo había comenzado el juego, el cual consiste en construir una narración donde cada participante escribe un único tuit y arroba al escritor, quien responde y así sucesivamente hasta ir construyendo un cuento y la decisión del cierre está a cargo del escritor quien cuenta con un tuit adicional, “el tuit de plata”, como lo llama, para finalizar el relato.

“Quién podría haber interpuesto esa mesa en su camino? Podría ser algo que alguien hubiera hecho a propósito? Desde hacía algún tiempo todas las ideas parecían vacilar en su cabeza sin asentarse del todo...”, disparó Martínez su propio inicio de cuento, como hicieron luego las numerosas personas que arrobaron al escritor con el comienzo de historias.

Guillermo Martínez, ganador del premio
Guillermo Martínez, ganador del premio Nadal con "Crímenes de Alicia"

El escritor explicó que la idea surgió del siguiente modo: “En Mar de las Pampas todos los fines de semana hay un ajedrecista muy bueno que invita a quien quiera a jugar simultáneas, es algo que se ve mucho en ajedrez. me parece posible extrapolarlo”.

El escritor, que entre las muchas distinciones el año pasado recibió el Premio Nadal de Novela 2019 por su novela Los crímenes de Alicia, se refirió a la batería de propuestas de circulación cultural y literaria que están surgiendo en las redes, impulsada por los propios artistas, gestores y escritores, en tiempo de cuarentena.

“Me parece previsible -dijo- que escritores y artistas que ya estaban de algún modo en las redes, con la casi única vía de comunicación que es en este momento Internet y esas redes, se vuelvan más locuaces y proclives a socializar en los dos sentidos con aquello que hacen”.

Si bien, “hubo una explosión de actividades que son para ´los otros´ también buscan para darle un sentido a tanto tiempo de enclaustramiento... Hay algo de irrealidad en todo esto, y se busca en estos lazos no perder del todo la conexión con los demás”, consideró.

El escritor nacido en Bahía Blanca en 1962 aseguró que “la lectura fue siempre el modo más íntimo de trasladarse en el tiempo, en el espacio, y a través de las variedades y encarnaciones más exóticas de la naturaleza humana”.

“Ojalá -concluyó- muchos descubran o redescubran ese paso alternativo a través del tiempo, esa inmersión en otros mundos, que dan los libros”.

Fuente: Télam

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