El Museo de la Ciudad, uno de los grandes territorios para la cultura que tiene México, está construido sobre un hermoso palacio virreinal cuya primera construcción se remonta a 1536. Este recinto que pertenece a la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México cuenta con 16 salas para exposiciones temporales, que se modifican dependiendo de las necesidades de cada exposición y una sala de usos múltiples a un costado del mural de Joaquín Clausell.
Ahora, como respuesta de la alcaldesa Claudia Scheinbaum a la cantante y compositora chilena Mon Laferte, hay una muestra titulada “Gestos”, donde la artista hace eco de “una experimentación muy personal” que comenzó a tener hace 10 años y la hizo pintar retratos de amistades y de conocidos, vidas imaginarias y en ciudades diferentes de personas anónimas, a su encuentro por la calle, paisajes, objetos y temas con una visión más política.
Fue así que esta cantante realmente popular en México, que el 18 de enero dio un concierto repleto en el Palacio de los Deportes, que entre las adolescentes es la reina, ha inaugurado el lunes su gran muestra, que termina el 12 de abril próximo.
Laferte detalló en entrevista que la exposición reúne alrededor de 70 piezas elaboradas con diversas técnicas como óleo, grafito y procesos más gestuales resueltos con tinta china, para tratar visiones que convergen en su vida, resultado de una década de experimentar con la pintura.
“Viajar constantemente me permite ver realidades contrastadas que indudablemente se convierten en material de inspiración para pintar, esto hace que los espacios tomen importancia y me permitan generar escenarios imposibles, como un sueño”, expresó.
“Pinto mis dolores, mis alegrías, a veces sólo por el placer del pincel y otras tantas por impulsos sensibles, el color o simplemente por la euforia que cargo en la mano, hasta convertirlo en un juego. Suelo reírme mucho en el proceso de cada invención”, agregó.
“Amo pintar, creo que la pintura existe sola, se muestra y presenta sola y recientemente he experimentado con grandes formatos, otros materiales, texturas y sobre todo enfocado a lo gestual”, afirmó.
El secretario de cultura Alfonso Suárez del Real ha dicho: “Es una pintora que se ha hecho en México, que jamás ha expuesto y que en una ciudad como la nuestra, abierta a la emigración y que tiene un recuerdo importante de Remedios Varo y Leonora Carrington, que provinieron de países con situaciones difíciles, se consideró que en Tiempo de Mujeres era un momento oportuno atender la solicitud que Mon hizo a la doctora Sheinbaum para exponer”.
¿Cuáles fueron los criterios curatoriales? ¿Es fácil pedirle a Claudia Sheinbaum una muestra? ¿Cómo tienen que hacer las artistas plásticas para mostrar sus obras en el Museo de la Ciudad? Son las preguntas que se hacen en medio de una gran polémica que por supuesto no pone en duda la capacidad o el talento de Laferte, sino precisamente en el hecho de porque el arte alimenta al arte, se hayan obviado todas esas etapas.
Mon Laferte, que estuvo durante la inauguración, opinó que es un honor coincidir en el Festival Tiempo de Mujeres, en la Ciudad de México, pues le honra encontrarse “con discursos diversos y personalidades importantes para la historia del arte y la cultura del país”.
La exhibición, que costó 200 mil pesos a Grandes Festivales de la CDMX, “tiene una calidad pertinente, es una exposición que tiene que ver con la calidad de crisol cultural del museo; no voy a tener siempre a Teodoro González de León o a Van Gogh. El consenso fue que tenía la calidad para ser exhibida y a mí no me cabe la menor duda que la tiene”, dijo el director José María Espinasa, quien definió a la plástica de la chilena como “expresionista”.
Este artículo fue publicado en Maremoto Maristain
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