Desde la semana pasada, los museos del país -y de gran parte del planeta- cerraron sus puertas por el avance del Covid-19. A su vez, se cancelaron eventos relacionados a la lectura, como diferentes ferias del libro, de Buenos Aires a Bologna, sin embargo la tecnología permite acceder a muchas propuestas para que, en días de coronavirus, se puedan realizar tele-actividades.
El cine y la literatura pueden ser una gran compañía ante el deseo de consumir arte, pero son actividades personales, introspectivas si se quiere, y las piezas se consumen en cualquier espacio, como una casa o el transporte público. ¿Es realmente necesario que un autor explique su obra? No, lo que importa es el libro. Con las artes plásticas sin embargo, la obra no puede trasladarse y para ser justos, no es lo mismo consumirla a distancia. Aquí la experiencia vivencial lo es todo, se debe disfrutar en vivo, sino es como pretender conseguir sellos en el pasaporte por utilizar Google Earth, pero ante la imposibilidad, nada mejor que encontrar soluciones, por ahora momentáneas.
Y ya que nombramos al gigante de internet, en Google Arts & Culture se concentran las obras de un total de más de 1700 museos, galerías e instituciones de 80 países, por lo que es la máxima base de datos artísticas virtual de la actualidad.
A través de este proyecto, Google recorrió los museos de todo el globo tomando capturas en alta resolución de cada pieza, con el objetivo de ofrecer la experiencia más real posible. Lo interesante, además, es que la plataforma genera sus propios contenidos temáticos, por lo que -por ejemplo- se puede conocer toda la obra de un artista en particular o de un país determinado.
Esta gran pinacoteca posee colecciones de las grandes instituciones públicas, como de cientos de privadas, por lo que une al Tate de Londres, con la Galería Uffizi de Florencia con Museo Naconal de Bellas Artes argentino, por nombrar algunas. Eso sí, los museos virtuales de esta página están congelados en el tiempo, esto quiere decir que lo que se muestra es aquello que se fotografió en su momento.
Por supuesto, son muchísimos -sino la mayoría- los museos que poseen su página para recorrer obras y acceder a la información de las mismas. Por ejemplo, el Museo Nacional Thyssen-Bornemisza de España invitó a realizar visitas virtuales por las salas de la colección donde destacan obras que van desde el siglo XIII hasta 1980, de Jan van Eyck a Lucian Freud.
“El Museo debe cerrar temporalmente sus puertas en cumplimiento de las medidas de contención de la transmisión del coronavirus (Covid-19). Te ofrecemos disfrutar del #ThyssenDesdeCasa”, indicó la web de la institución madrileña.
En ese sentido, el Thyseen está marcando el camino de lo que es posible ofrecer. Entre las medidas que ya tomaron -y que seguramente serán imitadas- se incluyen posteos en redes sociales que incluyen listas de reproducción de Spotify para ponerle banda sonora a las exposiciones o videos de, por ejemplo, la restauración paso a paso de la pintura La Plaza de San Marcos en Venecia, de Canaletto y muchas actividades educativas.
Otros espacios españoles que también clausuraron el ingreso hasta nuevo aviso y que poseen un recorrido virtual son el Museo del Prado y el Reina Sofía, por nombrar algunos.
El cierre de museos es un fenómeno global, por lo que espacios destacados de otros países tomaron medidas similares y poseen su propio recorrido virtual: La Pinacoteca de Brera, Milán; Galleria degli Uffizi, Florencia; Museos Vaticanos, Roma; el Rijskmuseum, Ámsterdam; el Museo Arqueológico, Atenas; Museo del Louvre, París; British Museum, Londres; Metropolitan Museum, Nueva York; Hermitage, San Petersburgo y la National Gallery of art, de Washington, por nombrar algunos.
En tanto a los museos argentinos, el Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires fue el primero en cerrar -antes que lo hicieran los públicos- y también el que más rápido salió a generar una propuesta electrónica.
Por ejemplo, en estos días se desarrollaba Constelaciones, la muestra de la hispano-mexicana Remedios Varo. El museo propone visitas en vivo por Instagram Live de la mano de los curadores, críticos, especialistas y educadores del museo, que abordarán diferentes aspectos de su vida y obra.
Otra original propuesta del Malba es que compartirán el proceso de montaje de una exposición, las tareas de conservación y restauración de algunas obras, la creación de un concepto editorial y cómo se imprime un libro, como también una maratón de lectura en redes para celebrar a la gran poeta argentina Olga Orozco, en el centenario de su nacimiento; un proyecto que recupera las exposiciones y programas de toda su historia, e incluso recursos online para descargar de la web y realizar actividades con los chicos en casa o en el aula.
Fundación Proa pone a disposición sus audioguías, que permiten recuperar la teoría de las muestras que albergaron en los últimos años y a través de su canal de youtube no solo se puede recorrerlas, sino también presenciar los cientos de presentaciones y debates que se realizaron en torno a ellas.
En ese sentido, youtube es un gran aliado para combatir la abstinencia de arte. El Bellas Artes y el MACBA, por nombrar algunos, refuerzan esta tendencia con su propio canal, mientras que el Moderno (MAMBA) presenta entrevistas con artistas y curadores, montajes de exposiciones presentes y pasadas, y playlists curadas por artistas en Spotify.
En algunos espacios más que a otros, por su relación con las redes, las “medidas” surgieron con mayor velocidad, pero sin dudas a medida que pasen los días cada vez más y más museos elegirán a las redes sociales como canal para permanecer abiertos.
Pero las artes plásticas no son el único territorio para escapar del encierro o que permite viajar sin ir a ningún lado. La lectura también es una herramienta que puede transportarnos por horas fuera de agendas y noticieros. Los ya mencionados cierres de ferias del libro, no significa que las editoriales no deseen mantener abierto el diálogo con sus lectores.
La autora argentina Claudia Piñeiro ya presentó su último libro, Catedrales, vía redes. Sin dudas, en el transcurso de los días diferentes autores se sumarán a esta modalidad. En la música, para sumar un dato, el cantante español Ismael Serrano, vía twitter, anunció un recital vía streaming para el martes 17 y la argentina Miss Bolivia, también en la red del pajarito, invitó a sus seguidores a combinar una fecha para imitar la experiencia.
Por supuestos, estos encuentro virtuales no quedarán siempre en manos de los autores. Por ejemplo, en España, la editorial Random House ya presentó su programa #yomequedoencasaLeyendo, a través del cual organiza “una agenda de actividades a través de sus redes sociales, convirtiendo el ámbito virtual en un punto de encuentro y de ocio para quienes quieran acercarse a la lectura estos días”, dice el comunicado. La problemática del coronavirus en España está en otro estadio de desarrollo, pero a medida que los países de la región vayan cerrando más y más puertas y actividades sociales, será cuestión de tiempo para que las casas editoras realicen propuestas similares. En este caso, las presentaciones se realizan a través de las redes personales de cada autor, no de las casas editoras.
Pero si algo tiene la lectura, es que la mediatización -incluso por parte de su autor- no es esencial, sino el encuentro directo con el material. Hoy existen múltiples plataformas pagas como bajalibros para no tener que ir a una librería para conseguir las últimas publicaciones. Además, hay muchísimos títulos que por su antigüedad no deben pagar derechos y se encuentran con una búsqueda rápida online.
Otro ejemplo sobre acceso gratuito y legal a material de lectura es la página de Clásicos digitales del ministerio de educación porteño, donde se pueden descargar en epub títulos de los más diversos: desde las Obras Completas de Alfonsina Storni; Alicia en el país de las maravillas, de Lewis Carroll hasta Electra, de Sófocles.
De museos, a recitales y lectura, las propuestas abundan. Y con el correr de los días serán más y más. Será cuestión de empezar a dar follow a nuestras preferencias.
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