Es extraño asistir a la proyección de una película en el lugar mismo donde fue filmada. Es también extraño ver una película que incluye otra película, cuando ambas fueron filmadas en las mismas locaciones y quizás no se podría separar una de la otra. Y más extraño es, podría decir un espectador neófito, la música contemporánea. Todos estos elementos se conjugan en el documental Los trabajos y los días, de Juan Villegas, que se estrenó este martes 3 en los sótanos (sí, los sótanos) del Teatro Colón, donde reside el Centro de Experimentación del Teatro Colón (CETC), uno de los núcleos más potentes de exhibición de la música más contemporánea y las obras más disruptivas. Los formalistas rusos tenían una palabra, la ostranenie, para definir el extrañamiento que producían las obras de arte y que, de esa manera, introducían a quien las apreciara en otro plano de la mirada. Bien, el CETC podría definirse como un espacio plagado de ostranonie.
El film, ganador del premio “25 años de creación” en la categoría “Historia del CETC”, narra los preparativos de la puesta de una obra en las instalaciones del Centro, ubicadas en los subsuelos del Colón y que cuentan con un personal especializado que, con las herramientas de la técnica, prepara las condiciones para la realización de la obra. El jurado estuvo compuesto por Beatriz Sarlo (quien no votó, por participar con su voz del film), Martín Bauer, director durante años del Festival de Música Contemporánea de Buenos Aires y del CETC, y Sebastián Zubieta, director musical de la Americas Society de Nueva York. El film está dedicado al director Rafael Filippelli, una eminencia del cine nacional, de quien se toman escenas de su película Esas cuatro notas, que tienen los mismos escenarios y el personaje central del CETC y de la música contemporánea en general, Gerardo Gandini.
Si el film de Filipelli comienza con el público llegando a la sala subterránea y se puede ver al músico –con la textura propia del film de Filipelli– sin solución de continuidad se pasa a los trabajos realizados por los técnicos del CETC, sin cuyo aporte (no musical) no habría obra. Se muestra de este modo el trabajo colectivo que implica un concierto, una obra, un recital o, más en general, gran parte de la creación artística. Resuenan allí los versos de Los trabajos y los días, de Hesiodo, que dan título al documental:
“Séate agradable trabajar útilmente, a fin de que tus graneros se llenen en tiempo oportuno. El trabajo hace a los hombres opulentos y ricos en rebaños, y trabajando serás más caro a los dioses y a los hombres, porque tienen odio a los perezosos. No es el trabajo quien envilece, sino la ociosidad. Si trabajas, no tardará el perezoso en tener envidia de ver que te enriqueces, porque la virtud y la gloria acompañan a las riquezas; y así serás semejante a un dios”.
El CETC creado en el año 1989 por iniciativa de Sergio Renán, entonces director del Teatro Colón, y presentó al público su primera obra en 1990. La mayoría de los trabajos que se presentan en el CETC son comisionados especialmente a compositores, coreógrafos o directores de escena, producidos en el teatro y presentados en calidad de estreno. En un diálogo desde las catacumbas con el escenario principal del Teatro, su objetivo es lograr una renovación del repertorio en ópera y ballet y dar a conocer al público obras inéditas. En 1990 se presentó la primera obra, Il Combattimento di Tancredi e Clorinda y Pierrot Lunaire op.21, ambas dirigidas por Gerardo Gandini, primer director del CETC.
En sus primeros tiempos no contaba con un espacio físico propio y se fue moviendo por distintos teatros de la ciudad, como el Teatro Margarita Xirgu, La carbonera, el Centro Cultural Recoleta, Instituto Goethe, entre otros. Mientras tanto, se comenzó a acondicionar un espacio en el subsuelo del Teatro Colón, en el que en 1993 se presentó la primera obra.
Gerardo Gandini fue una figura central de la música contemporánea argentina. Murió en 2013. Había sido discípulo de Alberto Ginastera en la composición, y de Roberto Caamaño, Pía Sebastiani e Ivonne Loriod como pianista. Además de fundar el CETC, Gandini fue director musical de la Filarmónica y del Teatro Colón. La película de Villegas funciona como un homenaje doble, tanto a Gandini como a Filipelli, citado mediante la inclusión de tomas de su película.
El CETC –y así lo muestra el film– se convierte en un lugar de unión. Uno de los técnicos señala que la expectativa es que las obras que se ponen en el subsuelo del Colón suban al escenario principal del Teatro, mientras que también se asiste a la contaminación en la sala inferior de los restos que caen de arriba. Toda una postal de la teoría de la reproducción artística en la obra nueva. “El CETC se convierte en un espacio de encuentro de aquellos jóvenes que buscan y exploran lo contemporáneo, lo nuevo, y quienes venimos de la época de la vanguardia del Di Tella”, dice en off Sarlo en un tramo de la película. Así es, y así está retratado en un documental que, no podía ser de otra manera, se exhibe en las cavernas del Colón.
*La película “Los trabajos y los días”, con entrada gratuita, se puede ver el martes 10-3, 21hs, miércoles 11-3, 21:30hs, Jueves 12-3, 21:30.
SEGUÍ LEYENDO