La industria del libro viene de años negros. Según expertos, la caída de la producción en los últimos cuatro años se acerca al 50%. Con el objetivo de reactivarla, el Ministerio de Cultura —en conjunto con la Conabip, la Fundación El Libro, la Cámara Argentina del Libro y la Cámara Argentina de Publicaciones— anunció que duplicará el presupuesto del Programa Libro% respecto a la del 2019 que fue de $22.004.800. La cifra para este año es de $47.585.900.
Esto permitirá, aseguraron, la adquisición de entre 120.000 y 130.000 nuevos libros para las bibliotecas populares. Es su 15º edición y se da en marco del Plan Nacional de Lectura en Bibliotecas Populares. En total, 950 Bibliotecas Populares participan del proyecto. El subsidio otorgado por el Estado permite que adquieran material bibliográfico en la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires con un descuento del 50% en los precios de venta. Pero, ¿qué incidencias reales tiene esto para las editoriales? Infobae Cultura habló con varios editores. Sus posiciones son disímiles.
“Creo que es muy bienvenido todo hecho político con foco en el libro, la lectura, la cultura y la educación”, dice María Fernanda Maquieira, gerente editorial de Loqueleo, sello perteneciente a Santillana de literatura infantil y juvenil. “El Programa Libro% que se desarrolla en la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires es una acción muy importante de la CONABIP, no solo porque permite incrementar y actualizar los acervos de las bibliotecas públicas, sino también promover la industria editorial y democratizar el acceso a la cultura. Para los editores es un evento importantísimo, porque posibilita estar cara a cara con los miles de bibliotecarios de todo el país que viajan especialmente para este acontecimiento, participan de actividades de capacitación y adquieren material bibliográfico de su elección a precios especiales”.
Y agrega: “En particular para Santillana, por ser una editorial con material de literatura infantil y juvenil y libros de texto escolar, nos interesa mucho recibir en nuestro stand a los bibliotecarios para que puedan conocer de primera mano las novedades, brindarles asesoramiento, escuchar sus historias y sus necesidades; es una experiencia emocionante. Así que esta noticia es muy grata para quienes formamos parte del mundo editorial”.
“Para mí no es una medida muy atractiva. Conabip estuvo sin funcionar prácticamente durante el macrismo”, dice Julieta Mortati de Tenemos las Máquinas. “Que te compren el libro a la mitadde precio me cierra hasta ahí. No es una medida que vaya a mover la aguja en ningún tipo de sentido. Lo lamento pero creo que la Conabip tiene que reveer la situación y ver cómo encarar la relación entre editoriales y bibliotecas populares. Los beneficiados acá, eso sí, son los lectores”.
“Acá no tenemos una cultura de bibliotecas muy grande —agrega—; me gustaría que haya una promoción sobre cómo trabajan las bibliotecas, un trabajo más de campo. Es una medida de salvataje pero a nivel apoyo a la producción no mueve la aguja de nada. Estamos en un país muy pobre, con muchos problemas, con mucha deuda, pero quizás con esos 47 millones se pueden hacer otras cosas a nivel cultural. No creo que sea una medida muy celebratoria. Lo lamento. Yo agradezco pero creo que es insuficiente la medida”.
“Me parece muy bien que después de un par de años en donde esos fondos estaban congelados (con inflación y devaluación galopante, lo que redundaba en menos poder de compra de las bibliotecas) se haya duplicado el monto”, dice Santiago Kahn de La Parte Maldita. “Me faltan datos precisos para ver si el 50% alcanza para recompone suficientemente aunque sea la situación interanual. Pero es un buen comienzo. Hay algunos pormenores que quisiera que aclaren, por ejemplo comprar en abril/mayo a precios enero 2020 y al 50% del precio al público”.
Y agrega: “El escenario de retroceso de los últimos cuatro años igual nos obliga a ver ésto con buenos ojos sin dejar de considerar que no es suficiente. La Feria sigue siendo un espacio fundamental para el encuentro de editores de todo el país pero también un embudo”. Por su parte, Alejandro Pisera, también de La Parte Maldita, completa: “Lo que falta sobre todo es un control sobre los costos de los insumos. Mientras haya un torniquete al dólar, si la inflación se desacelera y los salarios suben, para nosotros el panorama es auspicioso. El tema es que una variable no tumbe a la otra”.
“Esta medida tiene un impacto positivo en las editoriales —asegura Caterina Gostisa de China Editora—, sobre todo en las independientes. Las pequeñas editoriales independientes están teniendo cada vez más fuerza y participación en medios donde antes no lo tenía. Por ejemplo, en la Feria Internacional del Libro (mediante stands compartidos), en la Feria de Editores (FED), y en diversos festivales del libro que se realizan durante el año. Las bibliotecas populares del país que asisten a estas ferias adquieren los libros con un gran porcentaje de descuento (%50). Y al contar con mayor presupuesto para invertir en libros, tienen la posibilidad de ampliar la bibliodiversidad y no restringir la elección a pocos títulos por falta de presupuesto, que es lo que venía sucediendo los años anteriores”.
Desde Blatt & Ríos, la editorial dirigida por Mariano Blatt y Damián Ríos, aseguran: “Estamos muy contentos con la continuidad del Programa Libro% de la Conabip ya que significa no sólo que se va a invertir más en las editoriales independientes sino que los libros van a poder llegar a todo tipo de lugares e instituciones. Algo característico de la Conabip que siempre estuvo junto a las clases populares. El acuerdo exige mantener los precios de enero, es un esfuerzo para nosotros y entendemos que vale la pena por los bibliotecarios. Los esperamos emocionados en la Feria”.
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