La italiana Artemisia Gentileschi, la primera artista feminista de la historia, recibirá su tan esperado reconocimiento con una gran exposición que se inaugura el 4 de abril en la National Gallery de Londres y que incluye su más emblemática obra, Judith decapitando a Holofernes, que propone un acto de empoderamiento al imaginar una venganza de la joven contra quien fue su violador en la vida real.
“Artemisia tenía enormes dones como narradora de historias y aportó a sus cuadros una perspectiva feminista sin precedentes a los temas tradicionales, algo que la historia tardó mucho en reconocer. Tomó mucho tiempo para que se escribiera sobre ella en los libros. Sus pinturas llamaron por primera vez la atención de un público más amplio recién en la década de 1970”, explicó la curadora de la muestra, Letizia Treves, desde Gran Bretaña.
Bajo el título Artemisia, la exhibición presentará un recorrido por la carrera de la artista, a través de una treintena de sus obras -procedentes tanto de instituciones públicas como privadas de todo el mundo, incluida la reciente adquisición por parte de la National Gallery del Autorretrato de Artemisia Gentileschi como Santa Catalina de Alejandría.
En una época en la que las mujeres artistas no eran fácilmente aceptadas, Artemisia (1593-1654) tuvo una carrera de pintora de más de 40 años, en los que ganó fama y admiración en toda Europa, contando entre sus mecenas a los principales gobernantes.
Además, esta destacada pintora nacida en la ciudad de Roma, cuya obra se enmarca en el período barroco italiano, fue la primera mujer que se hizo miembro de la academia de artistas de Florencia, mientras que su arte y su vida siguen inspirando novelas, películas, documentales, producciones musicales y teatrales.
Hija única del pintor Orazio Gentileschi, Artemisia comenzó su formación artística con su padre en 1608 y su primera pintura fechada es de 1610. Al año siguiente tuvo lugar un acontecimiento que cambió el curso de su vida: fue violada por el pintor Agostino Tassi, un colaborador de su padre.
Siguió a ello un infame juicio de siete meses -cada palabra de este caso sobrevive en una detallada transcripción judicial- y Tassi fue condenado a elegir entre un castigo de cinco años de trabajos forzados o el destierro de Roma. Si bien el victimario optó por esto último, la sentencia nunca se aplicó. Artemisia se casó rápidamente con el pintor Pierantonio di Vincenzo Stiattesi y dejó Roma para ir a vivir a Florencia con él.
Entre 1612 y 1613 Artemisia pinta el icónico cuadro Judith decapitando a Holofernes, una representación de la determinación femenina sobre la fuerza bruta, donde la autora no nos ahorra nada de sangre, que corre por las sábanas blancas mientras el general asirio Holofernes se retuerce bajo el peso de la sirvienta de Judith.
La sangre salpica las ropas de Judith mientras ella toma la espada con una mano y le tira del pelo con la otra, una mirada de determinación en su rostro.
“La violencia visceral de estas pinturas ha sido frecuentemente interpretada como una venganza de Artemisia en la pintura, traduciendo en el lienzo su propia experiencia de ataque físico”, señala Treves, curadora de la pintura italiana, española y francesa del siglo XVII en la colección de la National Gallery.
En la exposición se podrá ver también Judith y su sirvienta con la cabeza de Holofernes, que muestra un momento más tarde en aquella misma narración, justo cuando la mujer se prepara para escapar del campo enemigo con la cabeza de Holofernes.
Muchos de los cuadros de Artemisia han sido leídos en el pasado como autobiográficos y no hay duda de que su identidad personal está estrechamente entrelazada con su producción artística. Esto es especialmente cierto en las pinturas que realizó en Florencia -a donde llegó luego de ser violada-, en las que utilizó repetidamente su propia imagen.
La exposición -organizada en líneas generales de forma cronológica- incluye también las pinturas de sus “heroínas”, como Lucrecia, Cleopatra, Clio, musa de la historia, David y Betsabé, Jael y Sisera, Susannah and the Elders y la recientemente descubierta María Magdalena en éxtasis.
“Le mostraré a Su Ilustre Señoría lo que una mujer puede hacer”, dice el fragmento de una carta de Gentileschi enviada a Don Antonio Ruffo el 7 de agosto de 1649, en el apartado bautizado “En la ronda”, donde se muestran varias de sus cartas personales recientemente descubiertas, en las que se puede apreciar su ingenio, pasión y resistencia, así como su vulnerabilidad.
“Artemisia es una figura inspiradora de resistencia y creatividad inquebrantable frente a los desafíos excepcionales. Espero que esta exposición ponga de relieve los logros artísticos de Artemisia, de modo que los visitantes puedan apreciar plenamente el talento de la pintora y la extraordinaria mujer que realmente fue”, dice Treves, co-curadora de la muestra junto a Sarah Sassoon.
“La primera exposición dedicada a Artemisia Gentileschi en Gran Bretaña, país que visitó y en el que trabajó a finales de la década de 1630, celebra sus asombrosos logros artísticos con una magnífica selección de sus cuadros. Fue una artista notable e inmensamente admirada en vida y es una figura inspiradora en nuestro tiempo”, declaró Gabriele Finaldi, director de la National Gallery de Londres, donde permanecerá la muestra hasta el 26 de julio de 2020.
*Fuente: Télam
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