Cualquier espectador teatral más o menos avezado sabrá que el gran semillero y la gran calidad teatral suele estar casi siempre en los teatros alternativos. Directores como Javier Daulte, Daniel Veronese, Mariela Ascensio, Claudio Tolcachir, autores como Mauricio Kartún, Gonzalo Demaría o Santiago Loza instalaron sus improntas en nuevos escenarios a partir de sus inicios en el circuito off. Valeria Lois, Carla Peterson o Alejandra Flechner son algunas de las intérpretes que allí comenzaron.
En enero, y después de experiencias previas, dos teatros del llamado circuito comercial darán amplísimo espacio a obras que han sido muy exitosas, y de alta calidad teatral. Una selección para disfrutar en la ciudad:
Yo, Encarnación Ezcurra
Escrito por Cristina Escofet y dirigido por Andrés Bazzalo, este monólogo pone a la mujer de Juan Manuel de Rosas en primer plano, le da voz a una figura maltratada por la historia oficial. Lorena Vega (protagonista y creadora de la notable Imprenteros) encarna a esta figura borrosa de la historia, cuyas razones son lejanas a los relatos habituales: el final de su vida, la nostalgia del tiempo en que El Restaurador gobernaba y la defensa de los intereses del pueblo como un contraste fatal al tiempo que vive. Una obra sostenida por una actuación impecable, que invita -como lo hiciera El farmer- a reflexionar críticamente sobre una figura compleja de nuestra Historia.
“Lo más atractivo de hacer la obra conjuga varias cuestiones: actuar un texto de elevada calidad poética, que me permite actuar un arco expresivo amplio, poniendo en foco a una mujer central de nuestra historia, que no tiene el reconocimiento que merece.”, dice Lorena Vega.
*Desde el 8 de enero, los miércoles a las 20.30 horas en el Teatro Picadero, Enrique Santos Discépolo 1857. Entrada: $750
La sala roja
Es uno de los fenómenos del teatro alternativo: más de 25.000 espectadores ya vieron esta historia en la que un grupo de padres intentan ponerse de acuerdo en el aula de sus hijos, y el conflicto deviene, inevitable. Humor, tensiones, enfrentamientos, caprichos… y un parecido alarmante a las actitudes que podemos llamar “de niños”. Un hallazgo de Vicky Hladilo, su creadora, directora y una de sus protagonistas, junto a Axel Joswig, Carolina Marcovsky, Catalina Augé, Julieta Petruchi y Manuel Vignau.
“La obra genera una rápida identificación, y eso genera mucha empatía. Suele suceder que los espectadores quieran tomar partido por alguno de los bandos que van armando en el devenir de la obra. Es una obra que genera un público de cancha”, dice Vicky Hladilo, su creadora, directora y una de sus protagonistas.
*Desde el 10 de enero, los viernes a las 20.30 en el Metropolitan, Av. Corrientes 1343. Entrada: $ 800.
Petróleo
Uno de los fenómenos teatrales de los últimos años, creado y protagonizado por las geniales Piel de Lava (Pilar Gamboa, Elisa Carricajo, Laura Paredes y Valeria Correa) regresa al Metropolitan después del gran éxito que comenzó varias temporadas atrás en el Teatro Sarmiento. Una obra que, desde el humor, interpela las ideas conservadoras y adoctrinantes sobre lo femenino y lo masculino. Petróleo llegó a convocar a más de 50.000 espectadores en 100 funciones, en cuatro teatros distintos. La dirección de la obra está a cargo de Piel de Lava y Laura Fernández.
“Fue bastante liberador habitar la energía masculina, sobre todo porque no quisimos parodiar la masculinidad: nos quisimos draguear. Y al no tener la parodia (que es un género que detesto, que es tranquilizado, que no conmueve a nadie), lo más interesarte era performar a estos varones habitándolos emocionalmente. Y, por el otro lado, descubrir que la energía masculina se define entre los vínculos: nosotras cuando estamos entre nosotras hay algo que nos relaja, no nos estamos definiendo. Y para mí la energía masculina se define a través de lo vincular”, reflexiona la excelente actriz Pilar Gamboa.
*Desde el 15 de enero, los miércoles a las 21 y los domingos a las 19 en el Metropolitan, Av. Corrientes 1343. Entrada: $ 900.
Como si pasara un tren
La dramaturga y directora Lorena Romanin creó una obra que moviliza algo profundo en el espectador. Se trata de la historia de una madre sobreprotectora y bruta, agresiva y temerosa, ante su hijo, que padece un retraso madurativo, y cómo la llegada de su sobrina modifica esa relación. Ver esta obra es un pase a un reencuentro con lo más verdadero y complejo de los vínculos humanos: cómo encontrarse con el otro sin prejuzgarlo, sin violentarlo, a través del amor y del entendimiento.
“Me moviliza que la obra pasa por lugares muy diferentes en cuanto a las emociones, y que al salir de cada función, quienes vienen a mirarla nos esperan con un abrazo o un saludo, y nos cuentan que les hizo muy bien, con los ojos llenos de lágrimas”, cuenta Guido Botto Fiora, cuya estupenda labor actoral resultará sorprendente para quienes lo hayan visto, por ejemplo, en la serie El marginal. Sus compañeras de elenco, también impecables, son Silvia Villazur y Lu Grasso.
*Desde el 4 de enero, los sábados a las 22 horas en el Picadero,Enrique Santos Discépolo 1857. Entrada: $ 750.
El romance del Baco y la vaca
Escrita por Gonzalo Demaría y dirigida por Daniel Casablanca, esta obra es un tour de force, una rareza y un hallazgo: Marco Antonio Caponi encarna a Baco, un gaucho y un guacho criado por una vaca que se enamora de otra, Blanquita.
Un monólogo desopilante con ecos del Martin Fierro, romántico, escatológico y poético, sostenido por una hazaña actoral de Caponi, por un texto en verso de Demaría -siempre excelente- y por una puesta inteligente y provocadora, a la altura de Casablanca.
*Desde el 9 de enero, los jueves a las 21 en el Metropolitan. Entrada: $ 800.
Ojalá las paredes gritaran
En un caserón de Colegiales, la dramaturga y directora Paola Lusardi creó una singular versión de Hamlet, el clásico de clásico de William Shakespeare, en la cual la esencia del clásico coexiste con una adaptación a este tiempo, intervenida por música electrónica, remeras de rock y un reino devenido matrimonio, empresa familiar.
El riesgo de hacer una mala versión de los clásicos permite este tipo de adaptaciones, de riesgos, que en Ojalá las paredes gritaran no solamente salen bien, sino que entusiasman ante el descubrimiento de Julián Ponce Campos, un Hamlet actual, plástico, irreverente, siniestro y doliente: todo lo que debe ser el príncipe de Dinamarca. El muy buen elenco lo completan Santiago Cortina, Martín Orlando Gallo, Augusto Ghirardelli, Mariana Mayoraz y Antonella Querzoli.
*Desde el 14 de enero, los martes a las 21 en el Metropolitan. Entradas: de $ 600 a $ 800
El beneficio de ver a una gran actriz argentina en una obra bella, poética, envolvente es en gran medida el atractivo de La savia. Escrita y dirigida por Ignacio Sánchez Mestre, este espectáculo nació en el Cervantes, pasó por Dumont 4040 y ahora se instalará en el Metropolitan, como una muestra más de que el buen teatro no requiere siempre de las fórmulas habituales que abundan en las marquesinas, sino de ese “filo constante de verdad”, como dijo Juan Carlos Gené.
La historia es la historia de Elsa, una amante de las plantas y de los libros, que decide escribir para no olvidar, entre lo onírico y lo real, entre la savia de las plantas y la suya, entre la memoria y la tinta.
“Actuar es conseguir por un rato una existencia de una intensidad distinta, enorme, cuyo combustible es todo lo que somos, todo lo que fuimos, donde el dolor de la vida se convierte en una novedad interminable. Un combustible… sin ajustes del Fondo Monetario Internacional, libre de esa humillación”, apunta Mirta Busnelli, quien regresó a escena con este espectáculo, acompañada por Agustín García Moreno y Constanza Herrera.
*Desde el 11 de enero, los sábados a las 20.30 en el Metropolitan.
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