María del Carmen Bianchi, nueva directora de la Conabip: “Vamos a poner a las bibliotecas populares en sintonía con las redes sociales”

La psicóloga y educadora, que ya había ejercido el cargo en 2003 y en 2011, además de haber sido diputada nacional entre 2011 y 2015, se refirió a la gestión que empezó a encabezar ljuego de su reciente designación: “Tenemos, sobre todo, que mirar para adelante, reconstruir, poner de pie”

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María del Carmen Bianchi (Foto:
María del Carmen Bianchi (Foto: Archivo/aa - Prensa Diputados)

María del Carmen Bianchi, designada hace pocas horas como titular de la Comisión Nacional de Bibliotecas Populares (Conabip), cargo que ocupará por tercera vez desde 2003, aseguró hoy que tiene, sobre todo que “mirar para adelante, reconstruir, ponernos de pie”, al referirse al principal desafío que enfrentará su gestión al frente del ente que representa a más de mil bibliotecas y centros de lectura comunales, populares y barriales de todo el país.

“Agradezco la confianza del ministro de Cultura, Tristán Bauer; del presidente de la Nación, Alberto Fernández, y de la vicepresidenta Cristina Fernández, porque ellos saben que la tarea que hay que hacer es compleja”, dijo Bianchi.

“Tenemos, sobre todo, que mirar para adelante, como en 2003. Poder prever lo que ocurrirá en materia de libros, de lectura y de necesidad de capacitarse de los bibliotecarios. Proveer equipamiento y actualización. Ocho años después de irme, lo que vamos a hacer es poner a las bibliotecas populares en sintonía con lo que está ocurriendo en las redes sociales, en otros soportes, y resolver las situaciones urgentes que tengamos que resolver”.

Lo que vamos a hacer es poner a las bibliotecas populares en sintonía con lo que está ocurriendo en las redes sociales, en otros soportes.

Psicóloga, educadora, dos veces presidenta de Conabip (en 2003 y en 2011) que trabajó para el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) y la Organización de los Estados Americanos (OEA), Bianchi asume por tercera vez al frente de la Conabip, enmarcada en una de las crisis más fuertes de la industria editorial que vivió Argentina, combinada con políticas empobrecidas de promoción del libro y la lectura entre 2016 y 2019, durante el gobierno de Mauricio Macri.

“La Conabip, como todos los organismos de Cultura, sufrió desfinanciamiento -repasó-. Por eso la obstaculización del desarrollo de las políticas que se venían implementando. La situación de las bibliotecas populares se vio afectada por los tarifazos, por la inflación, el no pago de subsidios para sueldos en el caso de algunas provincias. Sé lo que los bibliotecarios me plantearon en este tiempo, por lo que me escriben y dicen”.

Profundizada por la degradación del Ministerio de Cultura a Secretaría, Conabip perdió la compra anual de 1.200 ejemplares (a editores que respondían al tema que anualmente proponía a través un comité especial), mientras que uno de sus caballitos de batalla, el Programa Libro%, se mantuvo sin actualizar el subsidio por inflación, que en diciembre último alcanzó el 54%.

María del Carmen Bianchi (Crédito
María del Carmen Bianchi (Crédito Facebook: @MariadelCBianchi)

Esto hizo que de unos 350 libros que cada biblioteca podía comprar en 2015, al 50 por ciento de su precio, se disminuyera a unos 70 en 2019. En ese lapso el presupuesto para el programa creció, de 15 millones a 24 millones, pero en un porcentual mucho menor al de la inflación. Y el subsidio, que en 2016 alcanzaba a 1.500 bibliotecas y 3.000 bibliotecarios; en 2019 alcanzó a 880 bibliotecas y 880 bibliotecarios.

“Trataremos de cumplir con el Programa Libro% y con la venida de las bibliotecas a la feria -consignó Bianchi en referencia a la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires que se realizará del 30 de abril al 18 de mayo-; también trataremos de cumplir con el libro, la lectura y con las políticas que los favorezcan, así que, manos a la obra. Como dice Alberto: ‘No nos quejamos, vinimos para hacernos cargo’”.

“Los subsidios han ido bajando, así como la cantidad de bibliotecas y bibliotecarios que los reciben -repasó-. Veremos cómo hacemos para buscar alternativas en poco tiempo. Hay muchas prioridades urgentes, pero el Presidente tiene especial inquietud por la lectura, lo hemos visto cuando presentó el Plan de Lecturas”, en el Museo de la Casa Rosada, el 30 de diciembre.

Bianchi reemplazará a Leandro de Sagastizábal, quien presentó su renuncia el último 10 de diciembre, el mismo día que Alberto Fernández asumió la presidencia, y este será su tercer capítulo al frente de la Conabip: “Respeto y amo lo que hacen las comisiones directivas de las bibliotecas populares, son más de mil organismos dedicados a la cultura y, por ese esfuerzo que hacen en todo el país, merecen que nosotros hagamos lo nuestro. Es un mundo de riqueza lo que aportan”, concluyó.

Trataremos de cumplir con el libro, la lectura y con las políticas que los favorezcan, así que, manos a la obra.

Autora de publicaciones especializadas, Bianchi fue subsecretaria de la Gestión Pública y subsecretaria del Menor en la provincia de Buenos Aires; docente en la Universidad de Buenos Aires (UBA); coordinadora del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD); y presidenta de la Fundación Pibes Unidos.

Como consultora independiente trabajó en Uruguay, Chile, Nicaragua, El Salvador, Honduras, Panamá y Argentina. Es licenciada en Psicología en la Universidad Autónoma Metropolitana de México y tiene estudios completos de Maestría en Política, Evaluación y Gerencia Social en Flacso Argentina. Fue diputada nacional entre 2011 y 2015.

La Conabip es un organismo dependiente del Ministerio de Cultura de la Nación que fomenta el fortalecimiento de las bibliotecas populares en tanto organizaciones de la sociedad civil e impulsa su valoración pública como espacios físicos y sociales relevantes para el desarrollo comunitario y la construcción de ciudadanía.

Su función es orientar y ejecutar la política gubernamental, a través de un modelo de gestión asociado que favorezca la consolidación del carácter autónomo de este movimiento social único conformado por casi 2 000 bibliotecas y 30.000 voluntarios que, a lo largo y a lo ancho del país, despliegan sus acciones desde el año 1870.

Fuente: Télam

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