“Ha sido un gusto haber podido trabajar e interactuar con ustedes en todo este tiempo”, escribió Elsa Barber en un comunicado difundido anoche, cuando decidió renunciar al cargo de Directora de la Biblioteca Nacional Mariano Moreno. Ya todo está dicho, pero aún no queda claro quién la reemplazará. Entre los nombres posibles están Marcelo Figueras, José Natanson, Guillermo Saccomano y Alejandro Vaccaro, pero todo indica que será Juan Sasturain el sucesor designado.
Para algunos, la noticia es una sorpresa. Pablo Avelluto, ex ministro de Cultura de la Nación, escribió en las redes sociales: “Hoy leo con tristeza la noticia de la renuncia de Elsa Barber (...) Durante la gestión de Barber la Biblioteca avanzó en licitaciones, dispuso la nulidad de concesiones escandalosas que tenían décadas de antigüedad, obtuvo un crédito de 7 mm de dólares para equipamiento destinado a digitalizar el patrimonio bibliográfico y documental y mucho más (...) “Ojalá que al elegir a su sucesor/a prime el conocimiento profesional y bibliotecológico. La BN no debe ser un premio para escritores militantes sino una posición a ser ocupada por los mejores del país. Como Manguel y Barber, a quienes nunca les pregunté por quién habían votado”.
Barber llegó a la Biblioteca en 2007: primero secundó al ensayista Horacio González, y a partir de 2015 hizo lo propio con Alberto Manguel. Luego, cuando el escritor renunció en julio de 2018, ella estuvo al frente de la emblemática institución. Antes fue directora del Departamento de Bibliotecología y Ciencia de la Información de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA y todo indica que, luego de esta renuncia, volvería allí para recuperar su espacio como investigadora y docente.
Enzo Maqueira es novelista, cronista y miembro de la Unión de Escritoras y Escritores. En diálogo con Infobae Cultura, dijo que “la Biblioteca Nacional no escapó de las generales de la ley del ajuste, los despidos, la desidia y la falta de compromiso con la que el gobierno anterior manejó todas las áreas del Estado, sobre todo en lo que respecta a la gestión cultural. Si sobrevivió, como sobrevivimos todos, fue por la buena voluntad de sus trabajadores, en su gran mayoría precarizados”.
“El deseo es que las nuevas autoridades honren no sólo la rica historia de esta institución, sino también el vínculo de nuestra literatura y nuestro pensamiento con la sociedad. Que sea una Biblioteca Nacional moderna pero orgullosa de su pasado. Que se pare del lado de la gente. Que se abra y se multiplique más allá de sus muros. Que cuente con el presupuesto adecuado para fomentar la lectura y la participación, y que sus trabajadores y trabajadoras cuenten con los recursos necesarios para continuar llevando adelante una tarea indispensable en medio de este mundo que parece haber olvidado lo que realmente importa”, agregó.
Una parte importante de los trabajadores de la Biblioteca Nacional se pronunció con un comunicado de la Junta Interna - ATE Biblioteca Nacional - Agrupación Verde y Blanca: “Sin duda la etapa de profundo ajuste que vivimos se cerró con la asunción de Alberto y Cristina, pero con la salida de Barber comienza a tomar forma una nueva gestión en sintonía con el gobierno nacional y popular entrante”.
Continúa: “Somos conscientes del gran retroceso que significó el periodo 2016-2019, del cual la Directora saliente fue gran protagonista, pero ahora es tiempo de poner en valor el grado de organización que alcanzamos. Tenemos muchas reinvindicaciones que garantizar y mucho terreno que recuperar en término de condiciones de trabajo, salario y políticas públicas. Como trabajadoras y trabajadores organizados sindicalmente es nuestro deber discutir con las nuevas autoridades todas estas cuestiones, pero con la garantía y la tranquilidad de que discutiremos entre compañerxs”.
Desde adentro de la Biblioteca Nacional, Carlos Bernatek, jefe del Departamento Relaciones Públicas e Institucionales, escribió en las redes sociales. “Va a hacer casi un mes de la asunción de Alberto, y nosotros seguimos con las antiguas autoridades, para evitar la acefalía. Como imaginarán, se trata de un cargo difícil de cubrir, que entraña la aprobación del Ministerio y del Presidente. Los nombres que se han barajado se han ido cayendo (algunos declinaron, otros se autopostularon, etc, etc). Ante esta situación, un grupo de trabajadores de la BN, escritores, investigadores, artistas, etc. decidimos apoyar la designación de Juan Sasturain para la dirección, ofreciéndole nuestro apoyo y experiencia”.
Al cierre de esta nota, no hay muchas novedades sobre quién será el sucesor de Barber. Todo depende de Tristán Bauer, ministro de Cultura de la Nación, el encargado de nombrarlo.
SEGUÍ LEYENDO