“Somos gente de cine y vamos a trabajar para ustedes”, dijo Luis Puenzo, el nuevo y flamante presidente del INCAA, aunque aún su designación no ha sido efectuado en el Boletín Oficial todavía, pero sí por el propio Alberto Fernández que, en una reunión a principios de esta semana, le pidió “poner al cine argentino de pie”. La conferencia fue en la Escuela Nacional de Experimentación y Realización Cinematográfica, más conocida como ENERC. Afuera llovía y el microcentro era un circo de baldosas flojas salpicando a los transeúntes más apurados.
En el Microcine Puenzo se dirigió a todos los presentes, que además de haber llenado esta sala, también estaban afuera, en el hall central del ENERC, donde una pantalla reproducía la conferencia. Los presentes eran, además de algunos periodistas, las entidades del cine argentino: productores, directores, realizadores y trabajadores del mundo audiovisual. Entre los presentes estaba Fernando Juan Lima, ex vicepresidente de la institución, que renunció meses antes del cambio de gestión; también el actor Víctor Laplace.
“Otras veces me propusieron este lugar y siempre decía que lo iba a dejar para cuando se viejo”, confesó el cineasta con una sonrisa. Luis Puenzo tiene 73 años y una vitalidad que asombra. Y una gran trayectoria en el cine.
El primer largometraje, que se estrenó en 1986, es La historia oficial, con el que obtuvo el Óscar a la mejor película extranjera, el primero en la historia del cine argentino y uno de los únicos dos que tiene nuestro país junto al de El secreto de sus ojos. Luego, hizo tres películas más: en 1989 Gringo viejo, en 1991 La peste y en 2003 La puta y la ballena. También fundó la Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas de la Argentina.
“Sabemos que este proyecto es muy difícil y que estamos en un momento muy difícil del país. En Argentina tenemos cine porque siempre hubo cine: tenemos una tradición”, dijo y le anunció a todas las entidades presentes que el viernes 27 se realizará una reunión para recibir documentos con punteos de cosas que faltan y que cosa que hay que potenciar, y dialogar como si fuera una asamblea. Además, contó que están llevando a cabo un cuestionario entre los casi 600 trabajadores del INCAA “para que nos cuenten qué funciona bien y qué funciona mal”.
“No queremos poner por delante lo que nosotros sabemos, y créanme que sabemos, pero queremos que nos ayuden a hacer un diagnóstico preciso”, subrayó. A su lado, el vipresidente Nicolás Batlle sostuvo que la gestión tendrá “austeridad y trabajo″ y dio esperanzas porque, aseguró, “soplan nuevos vientos”. Al terminar de hablar, los representantes de estas entidades tomaron la palabra y, pasándose el micrófono, le manifestaron sus posturas e inquietudes. La mayoría se mostró conforme con el cambio de autoridades y otorgó su apoyo para, como dijeron muchos, "hacer buen cine”.
Varias mujeres sostuvieron la importancia de pensar un cine con perspectiva de género y libre de violencias, teniendo en cuenta las desigualdades entre mujeres y varones a la hora de trabajar en la industria. “Esta gestión va a estar regida por la Ley de Cine. Y la Ley se cumple o no se cumple. SI a alguno no le gusta alguna cosa de la ley hay que golpear las puertas del Congreso, nosotros los vamos a acompañar”, comenzó diciendo.
“Estamos al tanto de cómo se está trabajando en diversas asociaciones en términos de protocolos contra abusos y en participación. No podemos estar ajenos de lo que la sociedad está pidiendo. Creemos que tiene que hacer un cincuenta y cincuenta en participación”, dijo Batlle y agregó: “Es importante lo que dice Luis: tenemos que trabajar dentro de la ley y en virtud de mejorarla”. “Me comprometo a trabajar en la cuestión de género”, dijo Puenzo.
Por otro lado, Batlle se refirió al cine del interior del país: “Queremos que haya una verdadera perspectiva federal. Hemos recorrido un camino largo, pero venimos a escuchar”. En ese sentido, Puenzo abrió la posibilidad a “transformar la Ley de Cine en una ley audiovisual”. Luego, un grupo de trabajadores manifestó algunos de los problemas que hubo en la gestión anterior, como los despidos.
“Queremos que todos formen parte del INCAA, que todos nos ayuden a hacer un buen diagnóstico”, dijo Puenzo, mientras que Batlle aseguró que “no va a haber listas negras” y que “el INCAA es cada uno de sus trabajadores”.
SEGUÍ LEYENDO