Estos espacios se caracterizan por preservar la historia de personajes que se convirtieron en referentes de la sociedad. En esa casa nacieron, murieron o pasaron un periodo de sus vidas, en épocas contemporáneas a las que marcaron las del resto del país y el mundo.
Uno de ellos es el Museo Evita que recorre la historia de una de las mujeres más importantes de Argentina: desde su infancia en Los Toldos hasta el auge de su poder político.
Se trata de un caserón de principios del siglo XX ubicado a metros del Jardín Botánico, en la calle Lafinur 2988. Allí funcionó un hogar de tránsito, perteneciente a la Fundación Eva Perón que albergaba a mujeres y niños en situación de vulnerabilidad.
Su historia se reconstruye a través de documentos, objetos originales y modernas técnicas museográficas, la exhibición propone un espacio dinámico que ofrece al visitante una experiencia única para sentir, conocer y comprender la vida, obra y pensamiento de Evita. Además, y para terminar el recorrido, en el patio exterior funciona el Museo Evita Restaurant, con platos caseros y originales para todos los gustos.
Otras de las casas museos es la ubicada en Jean Jaures 735, en el Abasto. Esta casa, reformada y re inaugurada en 2017, es la que Carlos Gardel compró para su madre Bertha. Allí compartieron sus días desde 1927 hasta el 7 de noviembre de 1933, día en que El Zorzal partió con destino a la gira de la que no regresó.
En la década de 1980 funcionó como “La Casa del Tango” y fue reconvertido en lo que es actualmente. Pese a haber perdido la fisionomía original de la casa que Gardel compartió con su madre, la Casa Museo Carlos Gardel expone objetos de la vida del cantor.
Las inmediaciones del museo están cargadas de indicios sobre el artista, desde el nombre de la estación de Subte de la Línea B, hasta un pasaje bautizado en su honor.
Por último, el Museo Benito Quinquela Martín es inconfundible. Su fachada cargada de colores ubicada en el característico barrio de La Boca y el famoso monumento del pintor argentino con su espátula en mano, lo convierten en una verdadera “joyita” de la ciudad.
Posee obras de arte de artistas argentinos de estilo figurativo que van desde fines del siglo XIX hasta nuestros días.
Además, en el tercer piso se encuentra la Casa-Museo de Quinquela Martín, donde se exhiben objetos personales y sus propias obras, reconocidas por plasmar a los trabajadores del puerto de Buenos Aires, tema que según sus palabras “llevaba muy adentro”.
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