Insisten en que los manuscritos que tiene el empresario Alejandro Roemmers de Jorge Luis Borges son robados

Fernando Soto, abogado de María Kodama, aseguró que el escritor “nunca regaló” las piezas que el empresario le donó al presidente electo Alberto Fernández

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Sigue la polémica por los manuscritos de Borges (foto archivo: AP)
Sigue la polémica por los manuscritos de Borges (foto archivo: AP)

El abogado Fernando Soto, representante de María Kodama, viuda y albacea del gran escritor Jorge Luis Borges, aseguró este viernes que el origen de los manuscritos y libros que el empresario Alejandro Roemmers le donó al presidente electo Alberto Fernández son de origen dudoso. “Borges nunca regaló ni entregó” ninguna pieza, aseguró.

“No sabemos qué hay en la colección, pero sí sabemos que Borges no dispuso en vida de ningún manuscrito, puedo dar fe de que no regaló nada”, enfatizó el letrado, quien recordó que una ex empleada “se llevó en un flete todas las cosas que tenía Borges en la baulera”.

En declaraciones a Radio Mitre, Soto recordó que cuando el escritor decidió ir a pasar el tramo final de su vida a Suiza, dispuso del departamento de la calle Maipú y despidió a la empleada Epifanía Úbeda, conocida como Fanny. “Cuando la indemnizó, ella no dejó el departamento y tuvo que dar un poder judicial para desalojarla. Cuando se hizo el desalojo, por un error material no se vació la baulera del edificio donde había una gran cantidad de objetos personales de Borges, manuscritos de sus cuentos, documentos personales y condecoraciones, medallas y distinciones que le regalaron", explicó.

Alejandro Roemmers aseguró que la adquisición de la colección está toda documentada. (foto: @alferdez)
Alejandro Roemmers aseguró que la adquisición de la colección está toda documentada. (foto: @alferdez)

“Epifanía Úbeda tenía llave de la baulera, ingresó, cargó todo en unas bolsas de consorcio y se las llevó en un flete que había encargado. Cuando se ingresó a la baulera estaba vacía. Esto quedó documentado en un acta judicial”, añadió Soto.

Según el abogado de Kodama, "esas cosas no aparecieron más aunque se las vio luego exhibidas en diversas exposiciones; por ejemplo, su pasaporte personal, su documento y hasta unas dagas que le regaló la Universidad de Texas cuando lo nombró doctor honoris causa”.

Todas esas cosas Borges jamás las regaló, no las vendió, él las conservaba. Sin embargo, aparecieron exhibidas y luego aparentemente integran el lote que compró Roemmers, pero nunca fueron dispuestas por Borges y desaparecieron de su casa cuando Úbeda fue desalojada”, ratificó.

Jorge Luis Borges junto a María Kodama
Jorge Luis Borges junto a María Kodama

Sobre la adquisición de la colección y su origen, Soto agregó: “No creo que Roemmers supiera (que era robado) y comprara igual. Si hubiese tenido una sospecha, asumo que no hubiera hecho ninguna transacción”.

En este sentido, el letrado recordó que “en el año 2006 se subastó en Londres un lote de objetos de Borges, entre ellos la primera edición de Fervor de Buenos Aires. Sabíamos que muy posiblemente había sido robado de la Biblioteca Nacional, integraba una colección que fue robada”.

“Aquella subasta que tenía una base de un millón de euros no se suspendió pero nadie la compró en el mundo”, añadió Soto, quien explicó además que existen personas que compran obras de arte aunque saben que son de origen ilícito.

Soto afirmó que como Borges es un autor de los más importantes del mundo, "cuando se compran objetos hay que tener un especial cuidado. Habría que acreditar cómo se lo compró y si son originales”, añadió en clara referencia a las piezas que adquirió Roemmers.

El empresario farmacéutico le compró la colección a Alejandro Vaccaro, presidente de la Sociedad Argentina de Escritores, el mismo que propuso a Roemmers para el Nobel de Literatura.

“Como presidente me llama la atención que proponga a un escritor ignoto. Curiosamente después aparece comprándole la colección, una colección que tendría que haberse vendido en millones de dólares”, dijo Soto en este sentido.

Y agregó: "Vaccaro debe tener documentación que sostenga que se lo compró a otra persona. Pero estamos seguros de que objetos importantísimos de la vida de Borges fueron sustraídos de su domicilio. Tendrán que decir cómo se compró y (Roemmers) acreditar cómo lo obtuvo”.

Finalmente, el abogado dijo que para Kodama “está muy bien que se haga un museo de Borges”, aunque aclaró que ya existe uno en la calle Anchorena al 1600, en la Fundación Internacional Jorge Luis Borges que él mismo integra y que preside la viuda de Borges.

Aclaro que no hay nada contra el Estado nacional, me parece buena la idea de que se haga el museo Borges. Pero si los objetos fueron robados no es correcto que se expongan”, concluyó.

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