Arte y política. Ambas facetas —si es que se pueden pensar por separado— conviven en Héctor Oesterheld, nacido en 1919, hace cien años, y desaparecido durante la sangrienta dictadura militar argentina en 1977 y asesinado un año después. Su figura es clave para pensar, como dijimos, la relación entre arte y político durante la última mitad del siglo XX.
Por estos días, se puede visitar la exposición Palabra de Oesterheld, donde se agrupan tesoros narrativos que Elsa Sánchez, su esposa, guardó: papeles que, manuscritos o mecanografiados, resistieron al tiempo, a diferentes sistemas de trabajo, a un allanamiento en épocas de represión, a mudanzas, a solicitudes y préstamos sin devolución, a un robo hogareño y a otras circunstancias personales y familiares.
Cómo abordar el rompecabezas Oesterheld
Hoy, martes 3 de diciembre a las 19 horas, se llevará a cabo un panel de especialistas en la vida y la obra de Oesterheld. Será en el marco de la exposición, en la Biblioteca Nacional. Todos poseen distintas perspectivas (la investigación periodística, la académica, el dibujo, la escritura, el teatro y el cine) que en su especificidad son riquísimas pero puestas a dialogar en conjunto son todavía mejores. Se titula Encuentro: abordar Oesterheld.
El objetivo, aseguran los organizadores, es pensar los desafíos, los límites, las dificultades, los postulados y los logros que implica indagar en torno a un creador tan señero que casi es imposible no tener que posicionarse. Integrarán la mesa Alicia Beltrami y Fernanda Nicolini (investigadoras y autoras de Los Oesterheld), Luciano Saracino (guionista de la miniserie Germán, últimas viñetas), José Massaroli (dibujante, trabajó con Oesterheld y luego lo convirtió en personaje, en historietas como El manuscrito).
También Marcelo Pulido (guionista de El manuscrito, una mirada sobre la última etapa de activismo y trabajo de Oesterheld), Jorge Morhain (investigador, guionista, continuador de algunos de los trabajos de Oesterheld y autor del libro La Argentina premonitoria en El Eternauta y la obra de teatro El viajero de la eternidad) y los integrantes de Un faulduo (grupo de investigación y experimentación en historieta que trabaja en este momento, en un proyecto a partir de El Eternauta dibujado por Alberto Breccia).
Además, Víctor Baylo y Daniel Stefanello (realizadores del documental HGO) y Sandro Mlynkiewicz (actor responsable del teatro Paraje Arteson y director y co-guionista de la versión teatral de El Eternauta realizada por el grupo Morena Cantero Juniors).
¿Quién fue Oesterheld?
A grandes rasgos, se puede decir que Oesterheld fue un narrador y guionista. Escribió muchísimos relatos breves de ciencia ficción, también novelas, y guiones de historietas. Sus series más conocidas son Sargento Kirk, Bull Rocket y El Eternauta, su gran obra maestra.
En sus obras, incluso las más tempranas que empiezan en los cincuenta, contienen sutiles críticas al capitalismo, al colonialismo y al imperialismo. Más escribe, más aumenta su compromiso político. Hay una biografía en historieta acerca de Ernesto Guevara, Vida del Che, publicada en 1968, realizado junto a Alberto y Enrique Breccia, que marca los carriles de su ideología. Por supuesto, fue secuestrada y destruida por la dictadura militar que gobernaba entonces.
En los setenta se une a Montoneros y eso se refleja en sus obras. En ese entonces es que surge El Eternauta II (de nuevo ilustrada por Solano López), que terminó en la clandestinidad. Las fuerzas armadas lo secuestraron el 27 de abril de 1977 en La Plata para ese entonces sus cuatro hijas ya habían sido desaparecidas y asesinadas, dos de ellas embarazadas y al año siguiente lo asesinaron.
En honor a su gran talento, el 4 de septiembre es el Día de la Historieta Argentina: la fecha en que ese día de 1957, en la revista Hora Cero, nació El Eternauta.
Hombre de palabra
La exposición Palabra de Oesterheld ya es una atractivo en sí mismo: exhibe cuentos, guiones, microrrelatos, sueltos informativos, apuntes e ideas apenas insinuadas, índices y sumarios, posibles cronogramas de entrega, proyectos (muchos de ellos finalmente sin concretar), algunas frases ininteligibles, textos sin título, sin referencias ni fechas. Hay mucho de conmovedor en esos papeles sobrevivientes, aseguran los curadores.
Elsa Sánchez, su esposa, fue quien guardó todo. Ella, activista por los Derechos Humanos e integrante histórica de las Abuelas de Plaza de Mayo, falleció en junio de 2015 a los noventa años. Sin embargo dejó un legado, no sólo en de su marido, sino también el suyo: la lucha por la verdad, por la memoria y por la justicia.
La muestra se inauguró este año, el 8 de noviembre. Fue gracias a la valiosa donación de materiales que Martín Mórtola Oesterheld y Fernando Araldi, los nietos del guionista, hicieron a la Biblioteca Nacional y el Centro de Historieta y Humor Gráfico Argentinos. Se trata de una suerte de restitución de la ligazón con los lectores desde el espacio público, un vínculo que la palabra de Oesterheld no debería volver a perder.
* “Encuentro: abordar Oesterheld” Martes 3 de diciembre a las 19 horas en el Centro de Historieta y Humor Gráfico Argentinos / Biblioteca Nacional: Agüero 2502 (galería circular)
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