Toda literatura es invención: pasar una historia por el lenguaje, contarla, implica una interpretación, una construcción, una narración. Sin embargo, desde hace un tiempo a esta parte, se consagró una suerte de nuevo género que engloba varios y es la no ficción. Argentina tiene un festival que lo aborda de lleno desde varias perspectivas, varios autores, varios contextos y varios libros.
Ese festival se llama Basado en Hechos Reales y comenzó ayer, con gran convocatoria y participación. ¿Dónde? El lugar de esta tercera edición, al igual que las dos anteriores, es el CCK. Y ya es un clásico.
La gente subió por las escalinatas temprano, durante la mañana, para participar de los talleres. Luego, a la tarde, todavía siendo de día, se dieron las distintas mesas de la primera jornada. En total, el festival se compone de tres días y convoca a más de 60 autores nacionales y extranjeros. Concluye el sábado.
Ya desde temprano comenzaron los talleres. Fueron cuatro, de 10 a 13 horas. “Edición ilustrada de noticias”, a cargo de Juan Heilborn; “Historias de diversidad sexual. Un enfoque de derechos”, a cargo de Ana Fornaro y María Eugenia Ludueña; “Atrapa tu viaje”, a cargo de Carolina Reymúndez; y “Periodismo de autor”, a cargo de Cicco.
El jueves comenzó con un panel titulado “Editándote” a las cinco de la tarde en la Sala 612 del CCK. Participaron Raquel San Martín y Ana Wajszczuk y moderó Ángeles Alemandi. La premisa: los textos son de quien los escribe, de quien los lee y, antes, de quien los revisa. En ese sentido, estas dos editoras ejercieron la edición -un trabajo que no suele verse- examinaron en vivo un texto.
A las 18 en la Sala 102, otro panel. Felipe Celesia, Olivier Guez y Felipe Pigna protagonizaron “Lo que pasó, ¿pasó?”, respondiendo las preguntas de Fernanda Nicolini. ¿Hasta dónde llegan la escritura y reescritura de la Historia a partir de la imaginación, las elecciones, recortes y omisiones de sus autores? Se habló de Perón, de Josef Mengele y de la importancia de la honestidad en la no ficción.
La actividad siguiente, a las 19 en la Sala Federal, fue una entrevista con proyección. Eduardo Belgrano Rawson mostró algunas docuficciones con las que ha explorado el mundo audiovisual para contar historias breves a partir de fotografías y datos reales. Un diálogo con el periodista Damián Huergo sobre el arte de narrar en distintos formatos.
La última, la inauguración. A las 20 en La Cúpula del CCK, se proyectó una entrevista exclusiva desde Barcelona al escritor español Javier Cercas donde dijo cosas como esta: “Cuando oigo a un periodista diciendo que el periodismo está muerto, lo estrangularía porque el periodismo hoy es más necesario que nunca porque estamos literalmente inundados de mentiras”.
Y también: “No es que se digan más mentiras que antes, pero la mentira tiene una capacidad de difusión que no ha tenido jamás. Un poder de penetración, y en consecuencia por momentos parece que la verdad ha dejado de importar. Tenemos pruebas absolutamente flagrantes (...) Ya no basta con contar la verdad. Además, hay que desmontar las mentiras. No es fácil. Requiere tiempo, esfuerzo e inteligencia”.
El final, un monólogo a cargo de Ana Prieto titulado “¿Es el periodismo el mejor oficio del mundo?” y la noche llegó a su fin. Brindis, charlas, risas, selfies. Una celebración. Sin embargo, aún quedan dos días de festival: paneles con Josefina Licitra, Pedro Mairal, Juan Pablo Varsky, Esther Feldman, Staffan Julén, Juan José Becerra, Daniel Guebel, Sonia Budassi y Osvaldo Aguirre, entre tantos otros autores.
También una esperada entrevista pública con Masha Gessen y también una mesa junto a Hugo Alconada Mon y moderada por Sylvia Colombo titulada “Los polos opuestos se atraen”. Aquí habrá que estar temprano para encontrar lugar.
Y el cierre del festival donde Hinde Pomeraniec entrevistará al realizador sueco Staffan Julén. Luego se proyectará, por primera vez en América Latina, Lyubov. Amor en ruso, el documental en el que Julén retrata a la premio Nobel de Literatura Svetlana Alexiévich mientras explora las formas del amor en una sociedad en la que el concepto de felicidad parece ajeno.
Sí, falta mucho todavía -la programación es enorme, variada y más que interesante-, sin embargo fue importante celebrar: Basado en Hechos Reales ya es un clásico en la escena literaria argentina. La tercera edición lo está demostrando.
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