Los fenómenos Maluma y J. Balvin: qué hay detrás del éxito de la música colombiana en el mundo

Infobae Cultura participó del Bogotá Music Market, el encuentro anual que reúne a los más destacados representantes del industria musical del país sudamericano. Artistas y especialistas analizaron las claves detrás del suceso que cautiva hasta a Barack Obama

Maluma y J. Balvin son los embajadores plenipotenciarios del gran momento musical colombiano

Desde Bogotá – La música es una marca distintiva de Colombia, casi tanto como el café, las esmeraldas y García Márquez. El punto es que ahora -25 años después de la irrupción de Carlos Vives, Juanes y Shakira– dos jóvenes artistas colombianos son súper estrellas pop globales, suenan a todo volumen y al mismo tiempo en Buenos Aires, Seúl y Berlín, cuentan por millones sus seguidores en redes sociales y aumentan a cada momento (en este mismo momento, por ejemplo) las vistas de sus videos en YouTube. J. Balvin y Maluma representan aquí y ahora el pulso de un país en plena ebullición económica-cultural, deseoso en dejar atrás el estigma de narcotráfico + terrorismo que los persiguió durante décadas. Ellos dos son la música de Colombia para el mundo.

Todo esto se siente en Bogotá, la ciudad que late a 2.600 metros sobre el nivel del mar y a la vera de los cerros de la Cordillera Oriental de los Andes. Una capital latinoamericana donde las nubes y el sol se alternan en el dominio del cielo, donde llueve y deja de llover en un lapso de minutos. Bogotá es una intensa metrópolis de más de 8 millones de habitantes que, durante durante cuatro días, fue sede del BOMM (Bogotá Music Market), el espacio indicado para conocer y entender de qué va la música de Colombia del siglo XXI. En el imponente edificio de la Cámara de Comercio de Bogotá se sucedieron pequeños shows de bandas de rock, pop, cumbia, electrónica y música folclórica, paneles para discutir algunos de los tópicos centrales del negocio de la música en el presente, rondas de negocios y muchas conversaciones de pasillo entre destacados protagonistas de este juego.

Tonada (BOMM)

Pero el tema central, aquí y ahora, es el estado de gracia cultural que vive Colombia. "Hay una serie de factores concurrentes para esto que sucede no solo en la ciudad, sino en todo el país. La producción cultural siempre tuvo un nivel muy alto pero durante muchos años, por una serie de circunstancias que bien conocemos, no tuvo posibilidades de circulación y visibilidad internacional", le dijo a Infobae Cultura María Paz Gaviria, artista plástica y relevante personaje de la vida cultural colombiana, hija del ex presidente y secretario general de la OEA César Gaviria, pero más que eso, la persona a cargo de los grandes eventos culturales de la ciudad, entre ellos la Feria Internacional de Arte de Bogotá (ARTBO), el Bogotá Fashion Week, este BOMM y una nueva plataforma de gastronomía que se concretará en noviembre, Bogotá Madrid Fusión. "Esta nueva visibilidad permite potenciar nuestra industria cultural. Por eso la inversión cultural extranjera creció de manera significativa y Colombia es el país líder de América latina en ese rubro", concluye.

La muestra del Mercado Musical de Bogotá sirve para entender la rica variedad de ritmos y sonidos que ostenta la música colombiana desde sus entrañas, aquello de lo que hoy J. Balvin y Maluma son embajadores plenipotenciarios, pero que además alberga un larga lista de bandas y solistas que trascendieron (trascienden) sus fronteras.

Una de las primeras charlas del encuentro, justamente, venía a cuento de cómo los músicos colombianos "la rompen" en el exterior. La conversación que se dio entre Andrea Etcheverry y Héctor Buitrago, de Aterciopelados -la primera banda colombiana de rock & pop que irrumpió en el universo MTV de los años 90-; Santiago Prieto, guitarrista de la banda Monsieur Periné (una banda de "suin colombiano" capaz de integrar bolero, son cubano, jazz gitano y mucho más); y los carismáticos cantantes Goyo, Slow Mike y Tostao Valencia de la multirrítmica banda urbana ChocQuibTown, resultó ilustradora y reveladora.

En cada uno de los casos de estos exponentes, todos con sus obvias particularidades (esas justamente los hacen distintivos en cualquier festival del mundo), se sintió la "vibra" colombiana que los distingue. El carisma de los Aterciopelados para contar sus historias de los comienzos (cuando querían parecerse a los Sugarcubes de Bjork) y la gracia de los ChocQuibTown para ubicar con sus anécdotas el lugar de privilegio que hoy ocupan en cualquier festival de música del mundo, sirvieron para entender la matriz de una música nacional que parece en constante mutación aunque nunca deja atrás sus raíces. Variedad y modernidad, apoyados en una cultura ancestral que vino de Africa y se asentó en el norte de Sudamérica, entre el mar Caribe y el océano Pacífico, es el resumen.

Frente Cumbiero (BOMM)

Antes y después de ellos, emergentes de todos los estilos como la enérgica banda tropical pop Bazurto All Stars, el ingenioso rapero freestyler Elevn, el contagiante ritmo del Frente Cumbiero (resulta una obviedad detallar a qué género se dedican) y la seducción del pop electrónico de MNKYBSNSS entre otros, sirvieron para entender el amplio arco estilístico que involucró este encuentro de la industria musical.

Por la noche, en el club 4.40 de la llamada Zona Rosa otras bandas de una activa escena rock & pop como Estados Alterados, Aguas Ardientes y The Criollos mostraron lo suyo con pasión y destreza. Cualidades que bien pueden servir para definir a los músicos colombianos que llegan desde todos los puntos de este inmenso país, para vivir su propia aventura. Una ciudad que García Márquez en los años 40 era "una ciudad remota y lúgubre donde estaba cayendo una llovizna insomne desde principios del siglo XVI". Salvo la llovizna, todo ha cambiado.

El Bogotá Music Market es el gran evento de la industria musical colombiana

Los fenómenos del momento

J. Balvin y Maluma representan el orgullo "paisa" (de Medellín) pero son patrimonio colombiano. No estuvieron en el BOMM porque su territorio hoy es el mundo, pero claro que se habló de ellos en estos días de música en la capital. Fabio Acosta, manager de José Balvin (sus cercanos hablan de él como "Jose") le dijo a Infobae Cultura que este momento de gracia mundial que vive su artista -número principal del festival Lollapalooza Estados Unidos; invitado especial de Beyoncé en otro festival gringo, Coachella; entrevistado central en el show de Jimmy Fallon y un largo etcétera- es el resultado de "todo lo que soñó, de su perseverancia, de su talento y de un equipo de trabajo que trabaja para lograr lo que él se propone". El hombre detrás del fenómeno concluye, a la hora de encontrar razones para este suceso, que "su música hoy es global porque la canción Mi gente cantada en español llegó al mundo sin importar el idioma en que está cantada".

Beyonce con J Balvin, y Madonna con Maluma

José Balvin es originalmente un músico de hip hop que desde su Medellín natal, y en compañía de su padre como productor-manager todoterreno, construyó en pocos años una fulgurante carrera como estrella del reguetón que lo ubica, hoy a sus 33 años, como un artistas capaz de ostentar miles de millones de vistas para sus videos en YouTube, un número impactante en Instagram (más de 33 millones de seguidores) y opiniones laudatorias como las de un tal Barack Obama. "¿Quién no ama a J Balvin y al reguetón?", dijo el ex presidente de los Estados Unidos. Y agregó "por suerte no hay cámaras en el backstage, si no, todos me hubieran visto bailar".

Mientras tanto en algún otro lugar del mundo, con México como futura etapa de una descomunal gira mundial, Juan Luis Londoño (Maluma) vive también un momento muy especial. Controvertido por las letras de algunas de sus canciones (Cuatro babys generó controversia por contenido misógino y el super hit Felices los 4, alto parecido por una supuesta celebración de la poligamia) Disparado a la fama mundial como musa y acompañante de Madonna en su nuevo disco Madame X -a través de una canción inequívocamente titulada Medellín como muestra-, Maluma es el otro ícono colombiano de la música y también de la moda. Un constante generador de noticias alrededor de su flamante avión privado, un beso con el cantante puertorriqueño Marc Anthony o algún rumor de nueva conquista femenina. Todo en Maluma, visto desde lejos, parece un exceso.

La historia de este muchacho nacido en Medellín hace 25 años es también particular y como suele suceder en estos cuentos de hadas modernos, de alguna manera espontánea. O inesperada. Guillermo Mazorra, director A & R de Sony Music Colombia cuenta que lo descubrió en un viaje a Medellín, en 2011, cuando llegó en busca de nuevos talentos. Alguien le comentó de un joven cantante que provenía de una familia de clase media-alta de la ciudad, que tenía un especial talento para la música. "Me impresionó la visión que tenía sobre lo que quería para su carrera", comenta en su oficina de la compañía discográfica transnacional, ubicada dentro de un gigantesco centro comercial al norte de la ciudad. Como remate de la historia, detalla una explícita frase (a manera de exigencia) que el por entonces desconocido cantante dijo en referencia a quien veía como su principal competencia. Que era J. Balvin, claro.

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