Oscar Masotta: 40 años sin el "padre del psicoanálisis" en la Argentina

Formó parte del grupo Contorno e introdujo las teorías de Lacan en el país, además su libro “Sexo y traición en Roberto Arlt” renovó la crítica literaria. El recuerdo de discípulos y amigos

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Oscar Masotta
Oscar Masotta

Ya cuarenta años, se constata este día, del fallecimiento de Oscar Masotta, psicoanalista e introductor de Jacques Lacan en la Argentina pero uno de los intelectuales que intervinieron con potencia en el debate cultural local, no sólo en el psicoanálisis, sino también la crítica literaria y la política.

Porque Masotta, que introdujo la clínica psicoanalítica como tratamiento específico, revolucionó así la práctica terapéutica, que hasta ese momento sólo ejercían médicos. Pero no sólo de Lacan vive el hombre, ya que sus práctias culturales lo hacían un experto en el estructuralismo de Levi-Strauss o el existencialismo de Jean Paul Sartre, sin que estos estudios impidieran su costado bohemio y vanguardiista al ser, por ejemplo, uno de los animadores del Instituto Di Tella.

"Conocí a Masotta cuando cursaba mi primer año en la facultad de Filosofía y Letras, que en ese momento quedaba donde ahora está el Rectorado -recuerda el cineasta y crítico cinematográfico Rafael Filipelli-. En ese momento se tendía a frecuentar con la misma asiduidad las aulas y los bares que quedaban en la zona. Y también las librerías: Galatea sería el mejor ejemplo. Si bien había otros, El bar Florida y el Coto (ambos situados sobre Viamonte a una cuadra de diferencia) dividían una cuestión que no podría precisar cuestiones ideológicas".

Oscar Masotta durante “El helicoptero”, 1967 (Cloe Masotta y Susana Lijtmaer)
Oscar Masotta durante “El helicoptero”, 1967 (Cloe Masotta y Susana Lijtmaer)

"Yo paraba en el Coto que se caracterizaba por reunir en mesas a veces separadas a músicos, cineastas y estudiantes de filosofía no demasiado conformes con lo que aprendían en la facultad. En ese lugar conocí a Masotta que ya contaba con cierto prestigio, entre otras cosas por haber sido un colaborador de Contorno (la famosa revista de los hermanos Viñas, Rozitchner, Alcalde, etc). En ella, Masotta , Sebrelli y Correas ocupaban el lugar de contestatarios a la línea oficial de la revista".

"Oscar era una suerte de Belmondo porteño, muy carismático y el gran sartreano argentino. En ese momento, él nos ofreció a algunos de los integrantes de su mesa a organizar un grupo de estudio privado alrededor de la obra de Sartre. Ese curso duró alrededor de tres años. Desde las meditaciones de Husserl, pasando por Lo Imaginario y otras cosas de Sartre hasta El Ser y la nada. Masotta me hizo sartreano hasta el día de hoy, aunque él lo fuera abandonando de a poco con su descubrimiento de Lacan. La convivencia diaria devino inevitablemente en amistad. Debo reconocer que lo recuerdo más como maestro que como amigo. Su vida caótica y su desesperación dificultaban la relación personal. Fue uno de los intelectuales más brillantes que conocí en mi vida. También copió mucho sin avisar. Su escritura era notable. Dejé de verlo tempranamente", dijo Filipelli.

Mucho se ha escrito sobre Contorno, el grupo animado por los hermanos David e Ismael Viñas, que renovaron la crítica literaria y, con ella, ciertas prácticas de la academia en aquella segunda mitad de la década del cincuenta. Un sector de Contorno se puso como objetivo la renovación de la política revolucionaria. Evolucionaron a MALENA, como se conocía al Movimiento de Liberación. Masotta no participó de la experiencia. Pero ya había formado de la mitológica Contorno, y ese aura perduraría.

Oscar Masotta, Buenos Aires, 1966. (Cloe Masotta y Susana Lijtmaer)
Oscar Masotta, Buenos Aires, 1966. (Cloe Masotta y Susana Lijtmaer)

"Sin duda Masotta fue un autor de psicoanálisis -dice Luis Gusman-. La historia, cualquiera de ellas, la de la literatura, la de la pintura, y la del psicoanálisis es una más y no es una excepción, tiende a veces a reducir la obra de un autor. Si Masotta introdujo a Lacan en la Argentina fue porque disponía antes en su haber, una lectura de Freud. Basta leer su programa de enseñanza freudiana. Donde su lectura y sus órdenes de razones, rompen con la lectura cronológica de Freud".

"A lo que nunca renunció ya sea como intelectual o como psicoanalista fue tenía una convicción que siempre lo acompañó: "efectivamente, tengo algo que decir". Y vuelvo a repetir lo que ya escribí: "Entonces, cómo no extrañar entre nosotros, esa manera de decir".

Si la aparición de Sexo y traición en Roberto Arlt, arrancó a la circulación de la obra del autor de Los siete locos de una lectura costumbrista, y en mejor de los casos de una lectura sociológica. En tiempos de Masotta escribir un libro, un ensayo o un simple artículo significaba "tener que hacerlo en los términos de un acto de trascendencia política". Esta era su manera de intervenir en el campo de la crítica literaria o del psicoanálisis. Una lengua política que nunca renunció a una política de la lengua . Por eso su frase, entre nosotros: "cierto borgismo siempre será pertinente".

¿Cómo recuerda en forma personal a Masotta?

-Siempre se recuerda a un amigo. Justamente en Conjetural, en su último número, hay tres trabajos dedicados a Masotta y en la tapa un retrato muy bueno de Daniel Santoro. Recuerdo su generosidad. Te cuento una anécdota: Allá por fines del setenta cuando se fue a vivir a Barcelona, sus cartas se demoraban un poco, entonces le reclame por que no escribía más seguido. Me respondió: "La amistad puede esperar". Tenía razón.

Masotta murió el 13 de septiembre de 1979. Había transcurrido una vida fructífera.

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