Oh, la primavera. Ya se respira en el ambiente las bondades de septiembre. Un sol más constante, más cálido, más duradero. Son las vísperas de esa estación del año que promete florecer algo más que las plantas. ¿Será por eso que la poesía es su lenguaje por excelencia? Sin embargo, ahora, acá, en Argentina, la situación no está para alegorías. La crisis se ha agravado notablemente en los meses finales de la gestión Cambiemos y el único lenguaje que se habla, entre devaluaciones y endeudamiento, es el económico.
Mientras tanto, más como resistencia que como hedonismo, la poesía resurge y ofrece una pausa necesaria, algo de silencio y mucha sensibilidad. En este mes se realizarán tres festivales dedicados al género. Por un lado, la Feria PEPA (Pequeñas Editoriales de Poesía Argentinas), que nace este fin de semana: sábado 7 y domingo 8 en el Centro Cultural Nuestra América, barrio porteño de Almagro, donde alrededor de veinte sellos muestran sus catálogos entre lecturas de autores y bandas en vivo.
Por otro lado, el ciclo Hiperpoesía también presenta su primera edición este mes. Durante tres jueves (12 y 26 de septiembre y 10 de octubre) en el Centro Cultural San Martín se dan cita más de cincuenta artistas nacionales e internacionales entre poetas, performers y músicos. Por nombrar algunos: Walter Lezcano, Tálata Rodriguez, Patricia González López y Bob Chow.
La propia poesía —dice Javier Cófreces— es la que invita a confrontar con una observación pasiva de la realidad
Para completar la tríada, un clásico: el Festival Internacional de Poesía de Rosario (FIPR) con su edición número 27 toma la capital santafesina entre los días 19 y 22 de septiembre con poetas de todo el mundo, entre ellos Jorge Alejandro Vargas Prado, Xel-Ha López Méndez, Lan Lan, Martín Gambarotta y Rike Scheffler. Las actividades principales se harán en el Centro Cultural Parque de España y en la Plataforma Lavardén, pero también en bibliotecas, institutos, bares y espacios públicos.
El entusiasmo ya es un poema en sí
Tres festivales que combaten la angustia de la crisis usando como armas un par de versos bien afilados. Pero, ¿qué los motiva a montar, diseñar y organizar este tipo de ciclos, sobre todo, en tiempos como estos?
La idea de hacer una feria de libros dedicada exclusivamente a la poesía apareció en la cabeza de Javier Cófreces, director del sello Ediciones en Danza. "Le transmití esa concurrencia a los colegas editores que batallan en el género y en el mercado como nosotros y todos ellos se entusiasmaron de inmediato con la convocatoria", le dice a Infobae Cultura en un breve diálogo sobre esta novedad: PEPA.
"Los tiempos actuales reclaman unidad en la acción para enfrentar una de las mayores crisis socioeconómicas que ha sufrido el país en toda su historia. Por nuestra parte, invertimos tres meses de trabajo fraternal y solidario. Esperamos que los lectores acompañen nuestro esfuerzo a cambio de disfrutar una oferta poética fenomenal concentrada en 200 metros cuadrados, con precios y promociones especiales", completa.
"Somos poetas expandidos por naturaleza", le dicen Gerardo Montoya y José Luis Ansaldo, los organizadores de Hiperpoesía, a Infobae Cultura. "Aunque parezca una paradoja, en tiempos difíciles, la poesía florece y además encuentra nuevas formas. Creemos que la poesía late en esos miles de chicos que escriben sus rimas para rapear en una plaza del barrio o en un estadio lleno, en todos los círculos de poesía oral expandida que hay hoy en la ciudad", comenta Ansaldo.
Estamos forzados a simbolizar sin tregua —reflexiona Gerardo Montoya—: el punto es cómo y para qué
Montoya, por su parte, asegura que los guió un interrogante: "¿Cómo se está dando la hibridación de y en la poesía? ¿Qué tipo de poesía hoy es aquella que procura horadar o incumplir los tributos rituales y estereotípicos en la disciplina?". En ese sentido, pensaron en "a la memoria y a la voz como soportes específicos de 'lo poético'", pero también "el devenir en sus ramificaciones digitales".
"Hace ya unos años, hay toda una movida a nivel mundial que parece ser parte del campo de la poesía y que se la denomina de distintos modos: poesía expandida, spoken word, poesía performática, poesía y música, etc. Básicamente, con el ciclo de Hiperpoesía nuestra apuesta en el presente y hacia el futuro es hacer espacio, a los codazos, para situar a la Argentina como un interlocutor específico contemporáneo en esa discusión", completa Montoya.
Veintisiete ediciones acumula el Festival Internacional de Poesía de Rosario. "Esa continuidad y permanencia lo ubica como una de las citas casi ineludibles de la agenda cultural de Rosario de las últimas tres décadas y, desde comienzos de la década del noventa, como una cita ineludible para la poesía argentina", comenta con orgullo Paulo Ricci, uno de los organizadores, además de secretario de Desarrollos Culturales en el Ministerio de Innovación y Cultura de Santa Fe, en diálogo con Infobae Cultura.
Poesía para el ocaso devaluatorio
La literatura siempre sirvió de escape. Una droga para evadirse de la realidad, una burbuja de ensimismamiento energético. Sin embargo también —y esto es quizás el quid de la cuestión— un libro sirve para encontrar nuevas perspectivas con las cuales pensar el presente. En ese sentido, ¿qué tiene para aportar la poesía a la sociedad en un momento así: de plena crisis económica y, por consiguiente, social?
La poesía —dice Paulo Ricci— es ese derroche necesario que nos salva del peso insoportable de lo cotidiano
"La poesía siempre es una mirada necesaria, sobre todo en tiempos de crisis, porque allí hay no solo imaginación sino también crítica y análisis. La poesía aporta una mirada lúcida sobre las sociedades y sus conflictos, y por supuesto la potencia creadora de la poesía como un discurso otro del discurso cotidiano. En estos tiempos es cuando más nos refugiamos en la poesía y seguramente es en momentos de zozobra social cuando la voz de la poesía nos hace pensar de modo más agudo y lateral lo que vivimos".
Y concluye: "La poesía hoy puede vivir en un grafiti, en un tweet o en un par de rimas que sirvan para entender mejor, desde la crítica, la ironía o el trabajo con la palabra, algo nuevo y siempre mejor. Aunque la poesía es derroche puro, es precisamente ese derroche necesario que nos salva del peso insoportable de lo cotidiano".
"Entre los innumerables aportes que tiene la poesía para todos los tiempos —agrega Javier Cófreces— reluce su actitud de resistencia activa y dinámica. La propia poesía es la que invita a confrontar con una observación pasiva de la realidad. Es la que propone subvertir una lectura plana y conformista del acaecer. Gelman en su Gotán planteaba: 'ni irse ni quedarse, aprender a resistir'. Esa consigna es una auténtica bandera, enarbolada por la PEPA.
Para Gerardo Montoya, la poesía "aporta un falso espejo o ventana que produce y devuelve un reflejo fragmentario de futuros posibles. Lo más valioso que tiene la poesía es su potencia de anclar silogismos en el cuerpo, es decir en la lengua y en las relaciones, a lo largo de una vida sometida cotidianamente a la sobredosis de inputs de información". El problema actual, asegura, "es que la crisis constante es uno de los mecanismos específicos del capitalismo de la saturación cognitiva y emocional", entonces "estamos forzados a simbolizar sin tregua: el punto es cómo y para qué. Es esa la territorialidad de la poesía: lo imaginable que se ancla a la lengua con otros y que, a su vez, se cuela en el compás del silencio".
La poesía —asegura José Luis Ansaldo— es un refugio, una posibilidad, una flor entre los cardos
"El relato se rompe ante la crisis", dice José Luis Ansaldo, y continúa: "La narrativa oficial fracasa en sus postulados, la opositora acierta el diagnóstico nefasto pero no puede hacer nada. Ambas chocan al final y no sobreviven, quedamos en una nueva situación de urgencia donde no hay relato (ni político, ni histórico, ni literario) que resista. De esa colisión de la realidad surge la nueva poesía, como pedazos rotos de un espejo imposible de juntar. Viene a ayudarnos a atravesar esa transición y cambio que presupone toda crisis. Es un refugio, una posibilidad, una flor entre los cardos".
Entre la primavera que tarda en llegar y la crisis que aún persiste, la poesía aparece como puente activo de resistencia. Sí, una flor entre los cardos. Esperanza y necesidad de que pronto empiece a florecer algo más que las plantas. Así será.
* Feria PEPA
Sábado 7 y domingo 8 de septiembre
Centro Cultural Nuestra América
Pres. Tte. Gral. Juan Domingo Perón 3390 – CABA
Entrada libre y gratuita
Toda la información, acá
* Hiperpoesía
Jueves 12 y 26 de septiembre y 10 de octubre
Centro Cultural San Martín
Sarmiento 1551 – CABA
Entrada libre y gratuita
Toda la información, acá
Festival Internacional de Poesía de Rosario
Del 19 al 22 de septiembre
Centro Cultural Parque de España
Sarmiento y el río Sarmiento – Rosario
Plataforma Lavardén
Sarmiento 1201 – Rosario
Toda la información, acá
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