"¿En qué lugar de Buenos Aires Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota presentaron Oktubre? ¿Dónde hizo su primer show Soda Stereo? ¿Cómo ubicar los escenarios de los recitales más emblemáticos de Charly García? ¿Cuáles son los sitios que recuerdan a Luis Alberto Spinetta?".
Estas son algunas de las preguntas que se formula Marcelo Lamela en su segundo libro de la colección "Rock Is Here", dedicado a la ciudad de Buenos Aires. Y las responde a partir de un recorrido detallado e interactivo que incluye códigos QR, mapas, medios de transporte y otros datos útiles para el visitante que busque saber más acerca de los sitios emblemáticos de nuestro rock. Tampoco pierde de vista las visitas internacionales ni algunos lugares del gran Buenos Aires que también fueron importantes para este género musical.
Rock Is Here: Buenos Aires. La guía definitiva para conocer los lugares históricos del rock (Aguilar) le propone al lector conocer más de 100 sitios en los que se desarrolló el movimiento en la capital argentina.
En una entrevista por correo electrónico con Infobae Cultura, el autor -que actualmente vive en el sur de Londres- cuenta de qué se trata el trabajo, cuánto tiempo le llevó la investigación, y qué fue lo que más disfrutó de recorrer cada lugar y armar su historia.
-¿Cómo se te ocurrió encarar esta original colección? Te pregunto esto porque ya habías hecho "Rock Is Here: Londres".
-Correcto, el primer libro de la colección Rock Is Here es Londres. La guía definitiva para conocer los lugares históricos del rock. Se me ocurrió mientras leía un posteo en Facebook que tenía que ver con el sitio donde David Bowie se sacó las fotos para la tapa de su disco The Rise and Fall of Ziggy Stardust and the Spiders from Mars. Lo relacioné con que prácticamente a la vuelta de ese sitio del centro de Londres, The Beatles se habían "despedido" desde la terraza de su edificio de oficinas de Apple en Savile Row y me dije: "¿Y si empiezo a unir puntos?" Y bueno, escribí el libro. No existía algo así y mucho menos en español. Me hubiera ahorrado mucho tiempo (¡y dinero!): el tiempo en vacaciones siempre es muy valioso.
Estuve cinco años y varios viajes a Londres recopilando info -por supuesto con algunos parates-. La investigación me resulta fascinante y el llegar a estos lugares duplica esa emoción. Para ese libro, como para el de Buenos Aires, tuve que dejar sitios afuera; y eso que entre ambos hay más de 260 lugares detallados. Y hoy por hoy tengo para hacer un volumen dos de Londres en cualquier momento ya que poseo más del doble de locaciones para mostrar que en aquel momento.
La investigación me resulta fascinante y el llegar a estos lugares duplica esa emoción
-¿Buenos Aires fue más fácil o más difícil que Londres? Si bien me imagino que conocés mejor la capital argentina, también te habrá pasado que son muchísimos los lugares de la ciudad que tienen que ver con el rock. Y a veces también debe ser difícil hacer el ejercicio de tratar de no olvidarse ninguno cuando uno piensa que los tiene "más presentes".
-Buenos Aires fue más fácil por lo que decís del conocimiento de la ciudad, hasta nací en ella, pero además por la facilidad para el acceso. ¡No tenía que cruzar el gran charco! Hoy sí, tendría que hacerlo porque estoy viviendo en el exterior pero también pasa que tenés que, lamentablemente (o por suerte porque hay tantos), dejar sitios de lado porque no podés meter todos. Por lo voluminoso estaría haciendo "La Guerra y La Paz del Rock" en vez de una guía cómoda para llevar en el bolsillo o mochila. Está bien que igual están los ebooks, pero un libro es un libro, como un disco es un disco.
Me convencí en un punto para mi paz mental de que no todos los lectores iban a estar ciento por ciento felices con ciertos lugares que no figuran y que cada uno de ellos considera que deberían estar, pero es que hay tantos artistas y obras de valía que tenés que ser ecléctico en la elección y una especie de cirujano: cortar y avanzar. Con el libro de Londres eso me costó pero también me preparó para éste de mi ciudad. En todo momento traté de no dejar algo demasiado importante afuera -ojalá haya tenido éxito-, pero hay mucha data valiosa me parece.
-En el libro describís detalladamente distintos lugares importantes para el rock en Buenos Aires. Hay bares, estadios de fútbol, teatros, plazas, monumentos y hasta hospitales. ¿Qué fue lo que más disfrutaste de recorrer cada lugar y armar su historia?
-Buenos Aires en su conjunto. Como ciudad tiene sectores que me fascinan, es bella en gran parte de su recorrido, es rica en cultura, es diversa. Confirmar que tiene una historia en rock tan rica a lo largo y ancho de su geografía era esperable, pero no deja de ser admirable. De hecho, va a ser la única guía de la colección para una ciudad en la que se habla español. Creo sinceramente que es la más importante del movimiento dentro de las de habla hispana, por la cantidad de artistas que salen o pasan por ella como de los internacionales que van a dar shows. El latinoamericano ve a Buenos Aires como quizás nosotros veamos a Londres: con admiración por lo que se genera en una y otra. Eso está buenísimo.
Confirmar que (Buenos Aires) tiene una historia en rock tan rica a lo largo y ancho de su geografía era esperable, pero no deja de ser admirable
-Hacés referencia a artistas locales y también a músicos extranjeros que vinieron a Buenos Aires. ¿Cuánto tiempo te llevó la investigación? ¿Qué descubrimiento te sorprendió, si es que hubo alguno?
-La investigación me habrá llevado tres años. Pasa que fui agregando sitios cuando no salió el libro para los festejos de los 50 años del rock argentino (2017). Esa era mi idea original. Lo que me sorprendió fue ver la poca documentación o info que hay para ciertas cuestiones en entidades que capaz debieran tenerla. Por ejemplo, detectar cuál fue el sitio donde se grabó Rebelde, en teoría el primer single de rock argentino como hoy lo conocemos. Eso fue bastante difícil porque hasta en entrevistas a Moris -de revistas muy importantes- se daba mal el dato y por eso fue gratificante cuando llegué a una conclusión.
Otra sorpresa, y agradable, fue ver la pasión que tienen miles de argentinos para tratar de mantener vivos ciertos lugares que se perdían. Mucho tiene que ver mi trabajo con que algunas cuevas musicales -el Zero's Bar, por darte un ejemplo- que solo se mencionaban en algunos blogs o que se perdían tanto en la vorágine de modernización de la ciudad como en la inmensidad de la web, quedaran reflejadas y documentadas y no olvidadas, porque para mucha gente fueron importantes y les resulta maravilloso recordar que allí vieron a Soda Stereo o a Sumo cuando recién empezaban. En definitiva, salvando las distancias, son como el Casbah o el Cavern para The Beatles.
-Te voy a hacer una pregunta difícil. Dejando a un lado Obras, ¿qué tres lugares son los más emblemáticos para el rock en Buenos Aires? Te pregunto tres porque me gustaría que me dijeras un estadio o teatro, una casa y un bar.
-La verdad que es difícil. ¡Me matás! A ver… por la cantidad enorme de artistas y eventos gigantescos que pasaron por allí, posiblemente sea el Estadio Monumental (River Plate), un teatro puede ser el Gran Rex y una casa, la de Charly Alberti (La Esquina Soda Stéreo). Es emblemática para mí ya que de alguna manera se forjó allí el sonido de mi banda argentina favorita. Un bar, lo que era La Perla; no me olvido de que en su baño se compuso "La Balsa" y eso me recuerda la infinidad de veces que escuchamos con mis amigos el disco de Tanguito, lo que me llevó a preguntarle al gran Litto Nebbia -el otro compositor- acerca de ese poco feliz preámbulo que aparece en la versión de su co-compositor.
Creo que con el lujo de las palabras de Litto -la entrevista completa está a través de un código QR inserto en la guía- cerré un círculo que va desde mi muy temprana adolescencia hasta la edición del libro para mi ciudad. Y, esto es muy personal, porque hay estudios de grabación increíbles en la ciudad y varios están detallados en el libro, pero te agrego uno que ya no existe: el Phonalex de la calle Dragones. Cuando lees en la guía todo lo que allí se grabó o visitás el lugar -y a pesar de que como tal, ese edificio ya no existe- capaz se te mueve el piso, como me pasó a mí la primera vez que estuve. Todas las hojas son del viento… y algunas vuelan más lejos que otras.
-Entre los grandes estadios de la capital le dedicás dos páginas al de Ferro Carril Oeste, situado además en Caballito, el centro geográfico de la ciudad. Allí tocaron casi todos los grandes de nuestro rock y también grupos internacionales de renombre. ¿Es la cancha con más historia rockera de CABA?
-Me parece que Ferro, River y Vélez, cada uno con sus anécdotas y artistas, son los estadios de fútbol a los que les sacamos más jugo musical.
-En la guía también incluís mapas, medios de transporte y códigos QR para que el lector participe de los viajes y recorridos. ¿Cómo se te ocurrió hacerlo interactivo?
-Si me dejás, me voy a extender un poco en esta pregunta porque es clave. La cuestión interactiva es parte integral en el Proyecto Rock Is Here que se viene y que me tiene muy electrizado porque vengo armando algo que ya está muy cercano en el futuro y que puede ser impresionante.
Yo quería algo clásico que conjugara lo interactivo y la idea de los QR se le ocurrió a Chris Roccella de Itálica, mi agencia de comunicación. Los QR son un sistema bárbaro para "ampliarle" la experiencia al lector, pero la idea no se detiene allí: estoy haciendo tours rockeros en Londres, Liverpool y Manchester para turistas de habla hispana. Incluso hay charlas con una agencia muy grande de Japón que se interesó en mi mirada sobre este turismo alternativo. En Inglaterra, donde vivo actualmente, hay una carencia muy grande para todo aquel que ama el rock pero no habla inglés.
Insólito, ¿no? Solamente las anécdotas que me aparecen en los tours gracias a la pasión de la gente, son para hacer una serie en Netflix. La idea es no solo replicar esos tours en Buenos Aires sino que, además, con empresas argentinas (una televisiva muy conocida y la otra, un start-up tecnológico) estoy probando cosas que, si se concretan, van a ser para la industria turística musical algo que creo muy novedoso. Estoy en el medio de pruebas piloto y versiones Beta de cosas absolutamente hermosas para el rockero y el amante de la historia de la música y de los viajes; y que incluso tienen un componente social que me impulsa todavía más: es algo que les va a permitir a todos, de alguna manera, viajar a esos lugares que siempre soñaron ver.
Estoy terminando de unir todas las puntas. Uno de nuestros slogans es "Conocemos cada rincón de tu pasión". La motivación de mostrarle a la gente de todas las maneras posibles esos sitios donde pasaron cosas que nos marcaron es demasiado fuerte y el mercado del rock es mucho más grande de lo que nos quieren hacer creer. Liam Gallagher dijo hace poco que el rock parece estar internado pero que pronto saldrá adelante. Opino igual y, cuando eso suceda, hay que estar listo. Roger Waters vendió casi medio millón de tickets para The Wall en Buenos Aires, The Beatles son cada día más grandes y, como siempre, los escuchan desde los abuelos hasta los nietos; la película Bohemian Rhapsody es la biopic más recaudadora de la historia. Podría dar muchos más ejemplos.
Todo está súper latente para que el rock siga siendo la fuerza musical más grande, lo sigue siendo igual a pesar de todas las movidas que parecen estar hoy de moda. Sin dudas, sigue siendo el invento musical más original y excitante y con personajes más inolvidables de los últimos 70 años. Hay una camada de chicos no conformistas que ya saben que lo que les impusieron musicalmente desde hace unos años -y no hace falta que dé nombres- tiene fecha de vencimiento. Creo que la reacción a eso ya se está gestando.
-La última pregunta es cuál será el próximo Rock Is Here.
-En carpeta y en etapa de investigación casi terminada están Liverpool, Nueva York y Los Ángeles. Pero creo que el próximo libro Rock Is Here será el de Manchester. Si bien todavía no inicié charlas con ninguna editorial para estos lanzamientos, el contenido está listo y hasta puedo pensar en un ebook inicialmente. Veré…
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