En el mundo de la literatura, y particularmente en el de la poesía, Mirta Rosenberg ocupa un lugar clave. Es por eso que todos se sorprendieron cuando conocieron la noticia: que acababa de morir. Tenía 67 años. En las redes sociales, los mensajes empezaron a proliferar.
"Con mucho dolor, comunicamos que hoy por la mañana murió la poeta Mirta Rosenberg", escribieron desde Bajo la Luna, el selló que fundó en 1990.
Escribió once libros. El primero, en 1984, se titula Pasajes. El último, El árbol de palabras, de 2018. Como poeta participó de los más diversos festivales y obtuvo premios: en 2003 la prestigiosa Beca Guggenheim, y en 2013 el Premio Provincial de Poesía José Pedroni, por su libro El paisaje interior.
Sus poemas han sido incluidos en muchísimas antologías y traducidos al inglés, al francés, al portugués, al alemán y al neerlandés.
Integró el Consejo de Dirección de la publicación trimestral Diario de Poesía desde 1986 hasta 2011. En 1990 fundó, en Rosario, el sello editorial Bajo la Luna. Desde el año 2000 lo dirigen su hijo Miguel Balaguer y Valentina Rebasa en Buenos Aires. En 2016 fundó la revista literaria Extra/1.
Desde 1978 empezó a traducir. Inglés y francés fueron sus idiomas de referencia. Por nombrar algunos: Katherine Mansfield, William Blake, Walt Whitman, Emily Dickinson, Anne Carson, Anne Sexton, Joseph Brodsky, Ted Hughes, Robert Lowell, Kay Ryan y Safo.
En 2004, esta labor le valió el Premio Konex Diploma al Mérito por su trayectoria en la traducción literaria.
Murió esta mañana; tenía 67 años.
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