Por Eduardo Aste
En el año 2014, una prima que vive en USA y trabaja en FOX, en uno de sus viajes me dijo: "Eduardo tenés que hacer una película sobre tu vida, (bastante complicada en relación a mis padres), te va a llevar siete años". Sorprendido por la propuesta, acepté el desafío y al año siguiente comencé a hacer taller de dramaturgia teatral, previo al de guiones de cine.
Ese año del 2015, un compañero en un almuerzo de ex alumnos, me presenta la historia real preguntándome si se podía hacer una obra de teatro sobre la misma.
Me impactó la historia, generándome la imagen del reclamo del pueblo mapuche para superar su sufrimiento. Tremenda tarea, la de partir de un hecho dramático que solo se produce en una comunidad entre mapuches, parar implicar un mundo exterior que giraba a su derredor y que insidia significativamente sobre lo ocurrido.
Era escribir sobre muchas de las experiencias de mi mundo personal. Los temas religiosos, culturales, históricos, económicos, políticos y psicológicos que trata la historia, eran de mi conocimiento. Mi abuela materna decía "No se olviden de que soy hija de una princesa mapuche" (a su vez supuestamente hija de Calfucura). En Neuquén, lugar de los hechos, estando muy joven por primera vez en el cerro Bandurrias frente al lago Lacar, impulsivamente le dije a mi esposa en luna de miel: "Cuando me muera tira las cenizas en este lago" Me miro con una cara, como diciendo "¿Con que loco me casé?" A ese momento no sabía nada de mi vinculación con lo mapuche.
El tema, es la confrontación de dos culturas (occidental y la de los pueblos originarios) dentro de una justicia condicionada por el entorno. A partir de un hecho real ocurrido en una comunidad mapuche a fines de la década del 70, se desarrolla un juicio ficcional, en una sociedad con dictadura cívico militar y riesgo de guerra con Chile. Dos abogados, con cosmovisiones contrapuestas, pugnan para que se imparta penas a los supuestos culpables. Es una metáfora del presente, analizando el mismo con un hecho del pasado
La obra transita por la conflictividad con los pueblos originarios, su historia, su presente y las causas que lo hacen mantener vigentes. Se desenmascara la historia oficial, cumpliendo el teatro su función de cuestionar la cultura.
Se indaga sobre lo que puede llegar a realizar la mente humana en una situación extrema, quedando la duda si es pasible de ser juzgado ese accionar con las leyes de la sociedad. ¿Es el hombre esencialmente bueno, o también tiene su lado oscuro reprimido que sale con furia en situaciones extremas? El acto del hombre, solo se lo debe analizar limitándose al hecho en sí, o como decía Ortega y Gasset "soy yo y mi circunstancia" ¿Puede haber una justicia independiente? ¿o es siempre un apéndice del poder de turno? ¿Existen y están en el mundo el diablo, el Espírítu Santo, Jesús y Dios? Si es afirmativa la respuesta, ¿cómo actúan?
El humor y sobre todo la ironía, están presente en la obra, creo que permite decir verdades en forma breve, para que se entienda y quizás también se acepten hechos, sobre todos dramáticos, despojados de la pesada emoción negativa. En ese sentido se usa en la obra.
La variedad y cantidad de temas indicados precedentemente, escritos conflictivamente, mantienen al espectador "expectante" hasta que llega a su casa y repasa la obra.
Desde que comencé a trabajar en la escritura de la obra, hasta la puesta en escena de la obra, he lidiado permanentemente con mentes perforadas por la historia oficial que los hace incapaces de ver la realidad sobre los pueblos originarios y analizarlo con ecuanimidad. Ni hablar cuando apareció la historia de Maldonado, la camiseta partidaria y su mente oscurecida por la prensa, los hizo insoportables.
Analice muchas veces la documentación existente sobre el hecho. Ha sido y es un hecho polémico, cada tanto un periodista o especialista lo saca a relucir. Existe un legajo de 500 hojas en un instituto antropológico sobre el mismo
En el 2015 terminé mi primera versión, que la escribí en quince días, pero nunca dejé de actualizar. Eso fue posible por haber sido parte de la puesta en escena, además de autor, como productor y como actor. Hice talleres varios con profesores reconocidos y participé de diversas obras
Envié la obra a varios directores añejos en el oficio, recibiendo muy buenos comentarios. En el 2016 comencé la aventura de intentar la puesta en escena. El actual director dice irónicamente que clasifica entre los diez primero, él es el quinto. Los cambios se produjeron por razones diversas, algunos por diferencias y otros por falta de tiempo. Son incontables la cantidad de actores que han pasado por esta obra, algunos solo ensayaron y otros llegaron a actuar ella. Fue y es una tarea agotadora pero a la vez interesante y formativa, la de participar en la organización de la puesta de una obra de nueve actores con la menor cantidad de recursos posibles. Ver que lo escrito se hace realidad en el cuerpo y la voz de los actores y en el aplauso y emoción del espectador, es reconfortante.
*¿Qué hacemos con estos tipos? viernes 21hs Teatro La Tertulia Gallo 826 CABA
SEGUÍ LEYENDO
#TeatroEnInfobae: Frankenstein, la muerte, la soledad y el amor