Juego de Tronos, dice el cartel. En realidad, lo dice en inglés: Game of Thrones. Se ven dos filas de cola, nadie está callado, todo lo contrario. Se escucha mucho la frase para mí tal cosa, para mi tal otra. Varias mujeres vestidas con ropas de época medieval reparten pulseritas de época actual que funcionan como entrada. Se escucha música de suspenso. Se escucha música, mejor dicho, de Game of Thrones (GOT).
Lugar: Facultad de Derecho. Anfitriones: Cablevisión Flow y HBO Latin America. Motivo: estreno del primer capítulo de la última temporada de la ya mencionada serie. Clima: ansiedad, un poco de pintoresquismo, y bastante locura de parte de los más fanáticos.
Son más de 400 personas las que se pasean por el hall de entrada de la facultad, pero a estas horas no parece -no es, de pronto- el templo donde se estudia la ley argentina. Es algún lugar de Invernalia, pongamos, y el ejército de presentes lo conforman principalmente los 300 clientes de Cablevisión Flow que más visualizaciones de GOT tienen registradas. Dicho de otro modo, los más fanáticos que rastreó la empresa. También, por supuesto, algunos invitados famosos, entre ellos Franco Masini y Toto Suar. Dato curioso: ninguno de los dos vio nunca la serie. Pero tampoco se quedarán a ver el episodio (tienen función de La Naranja Mecánica en el teatro), por lo que solo disfrutan de la ambientación, la comida y se van.
Serán tres horas de previa en la que el ambiente realmente parece un castillo en algún reino perdido dentro de universo Game Of Thrones: antorchas, mujeres vestidas de aldeanas, trovadores, white walkers (muertos vivientes), soldados, espadas, escudos… Y además, claro, comida, largas mesas con comida.
En un extremo del lugar, la artista Anita Rizzi hace una pintura gigantesca sobre el piso. No es un dibujo al azar sino un mapa a escala de Westeros, uno de los continentes dentro del "mundo conocido". Detrás, un mapping convierte en soldado a una escultura y hace que la pared parezca un enorme incendio. Del otro lado, un tallador sobre hielo marca el escudo de armas de la familia Stark sobre un pedazo de piedra helada. Junto a él, dos white walkers custodian la zona.
Cerca de las nueve de la noche comienza una batalla. Entran en desfile militar varios combatientes medievales con armaduras de los ejércitos de Stark y Lannister. Arman una ronda y comienzan a pelear. No se trata de una actuación sino de una demostración verdadera y bastante violenta de Lucha Medieval, un deporte en ascenso que tiene su propia liga en nuestro país (la próxima fecha, por caso, se juega el viernes 19 de abril).
Después, los 300 fanáticos y los demás invitados pasan finalmente al Aula Magna. Allí sucederá el evento principal que nos convoca. "¿Quién de acá no vio nunca un capítulo de Game Of Thrones?", preguntan minutos antes del estreno. Solo tres personas levantan la mano. "¿Quiénes vieron todos los capítulos?", el auditorio entero (salvo los 3 anteriores) levantan la mano."¿Quiénes vieron todos los capítulos, más de dos veces?". Y estalla una risa colectiva, pero no tanto porque sea extraño sino al revés, porque muchos se reconocen en la descripción.
No queda mucho que agregar, finalmente. Se sortean unos premios y cuando el reloj marca las 22 horas, la pantalla gigante al frente del Aula Magna de la Facultad de Derecho de la UBA comienza a transmitir el episodio. Entonces sí, un silencio sepulcral cae sobre la sala.
Una hora después… así lo vivió la gente
El primer episodio de la última temporada (y los capítulos anteriores) ya se pueden volver a ver en las plataformas on demand de Cablevisión. Daiana es una de las personas que más disfruta esa posibilidad. Ve varias veces cada episodio. En esta ocasión, no solo pudo vivir el primer capítulo y la previa, sino que antes del estreno ganó la colección de libros de Game of Thrones gracias a que subió al escenario y arriesgó un posible final para la serie. "Una espera siempre más, pero estoy satisfecha", dice sobre el episodio. "Ahora igual llego a mi casa y lo vuelvo a ver, no importa que sea tarde. Pongo la música bien alta y lo veo, para analizarlo", agrega.
"Se nota que al ser menos capítulos hay más presupuesto para cada episodio. Los efectos especiales están impresionantes, como nunca antes en la serie. Fue increíble y me gustó mucho", dice por su parte Mariano Patrucco, periodista fanático de GOT. Tiene un podcast en el que habla de diferentes series y explica que los comienzos de temporada de Game of Thrones responden a un patrón: "Siempre en su primer capítulo de temporada hacen una especie de recopilatorio de dónde está cada personaje, qué pasa con ellos y cómo se van a mover a futuro. Esta fue una buena presentación, un buen comienzo del final para ver las puntas de hacia dónde puede ir. No es un capítulo en el que pasan cosas definitivas pero yo me voy contento", concluye. A su lado, mientras, un fanático sin tapujos ve colgada de la pared la espada de Jon Snow y la toma para una foto. "No se puede descolgar", le dicen rápidamente. "Ya está igual, gracias, ya me saqué la foto", responde el otro, con total tranquilidad.
Laura no toma la espada pero también se saca la foto. Llegó al evento con amigas y se fue con un whisky de premio. Para ella, Game of Thrones es "la mejor serie de la historia". No es una tesis tan descabellada. "Lo que arrancó como un proyecto casi torpe y de ambiciones desmedidas, con un capítulo piloto fallido que tuvo que ser filmado nuevamente, terminó convirtiéndose en un espécimen único (…) Game of Thrones es la última gran serie de televisión y, como sus protagonistas, está lista para hacer historia una vez más", escribió Fiorella Sargenti -una de las personas que más sabe de series de la Argentina- la semana pasada para Infobae. Son millones alrededor del mundo los que opinan parecido.
Para Cablevisión, el dato es contundente: desde el 2013, Game of Thrones es el contenido más visto de la plataforma. En Estados Unidos el capítulo estreno de la séptima temporada (en el 2017) tuvo más de 30 millones de espectadores. Los números para la octava fueron superiores. Además, la transmisión en simultáneo se dio para 194 países. ¿Presupuesto para la temporada final? 90 millones de dólares (15 millones por capítulo, con el dato de que a mitad de temporada se verá el episodio más caro en la historia de la serie, que serán 80 minutos de batalla).
El mundo de los récords y los números alrededor de la serie es infinito, pero todo se reduce a escenas como esta: una silla delante de un banner que emula al "trono de hierro", un hombre de unos cuarenta años que se sienta en él, una mujer de edad parecida que le toma una foto con el celular mientras el hombre, compenetrado, posa sin ninguna vergüenza, poniendo cara de rey. Otra escena: en un momento suena la cortina musical y muchos de los presentes la acompañan tarareando: "da da daaaaaa". Otra: aparece un hombre vestido de armadura y lo vitorean. Todo puede pasar en esta suerte de Invernalia inventada para la ocasión.
"El capítulo estuvo muy bien, pero se sintió raro verlo sin mis amigos por primera vez. Es que para mi Game Of Thrones significa seis años de juntarme todos los lunes con mis amigos a ver el nuevo episodio, mejorar cada año los métodos para que no nos spoileen, y debatir. Es un hábito positivo que va a volver el lunes que viene, con el próximo capítulo", dice Gonzalo, fanático de la serie. En su caso se ve el de muchos. Quienes no pudieron verlo en el evento, por seguro lo hicieron en sus casas, entre amigos, entre cortinas musicales y tarareos de ocasión. Un hábito que estuvo detenido por más de 500 días (el último capítulo antes de este estreno se emitió el 27 de agosto del 2017). Hubo que esperar, y al final durará solo 5 episodios más. Pero el ser humano sabe de estas desapariciones: un día (14 de mayo de 1998) dejó de emitirse Seinfeld. Un día (10 de junio de 2007) se estrenó el último capítulo de Los Soprano. Un día (17 de mayo del 2015), terminó para siempre Mad Men. De acá a seis semanas habrá una nueva fecha en esa lista. Falta todavía para el 19 de mayo. Por el momento, las fauces de los dragones recién comienzan a abrirse.