De dos metros largo por casi 700 cm de alto, la obra Sin título de Jorge de la Vega atrae a curiosos a la galería MCMC, en la sección Principal de arteBA. Allí, frente al espacio se disponen tres filas de asientos que no solo se llenan para descansar del recorrido, sino para disfrutar de una obra monumental, digna de museo, que acaba de ser vendida por entre 1,2 y 1,3 millones de dólares a un coleccionista privado y del que no se conoce su identidad.
La pieza pertenece a un momento central del pintor, luego cantante, de la Vega. Considerada dentro de su etapa Pop-Psicodelia/Blanco y negro, que se desarolló entre 1966 y 1971, a su regreso de Nueva York.
Quizá para los amantes de los museos les resulte familiar, ya que una "prima" o "hermana" de la pintura, Rompecabezas, puede encontrarse en la colección permanente del Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (Malba). La pintura hoy vendida fue realizada en 1967, en la efervescencia del flower power en EEUU, mientras en el país se vivía los últimos años de efervescencia del Di Tella, donde expuso individualmente el mismo año de la creación de la obra.
De la Vega antes de artista fue arquitecto y su aproximación a las artes visuales se produjo como miembro de la Nueva figuración con Rómulo Macció, Ernesto Deira, Luis Felipe Noé y, fugazmente, Enrique Sobisch.
(La hora de los magos – de Jorge de la vega en la voz de Federico Manuel Peralta Ramos)
Comenzó con la pintura abstracta, pero su experiencia estadounidense lo llevó al pop. Sin embargo, encontró en la poesía y la música, como comentó Marta Minujin, "la verdadera felicidad". Así, a fines de los '60 formó parte de otro movimiento, el de la Nueva Canción, que también integraron Nacha Guevara, Marikena Monti y Jorge Schussheim. En 1968, tradujo a la música sus poesías surrealistas en el disco El gusanito en persona para el cual también diseñó el arte de tapa.
Se desconoce quién se quedó con la obra más preciada de esta edición de arteba. Diferentes fuentes confirmaron a Infobae Cultura que hubo dos oferentes: Eduardo Costantini, en primera instancia, que deseaba sumarla a su acervo en el Malba y, por otro, Hugo Sigman, un empresario relacionado con la industrias farmacéutica y agroforestal, como también está relacionado con el mundo cultural y el de la producción cinematográfica aunque esto último fue desmentido desde el entorno de Sigman.
Hasta la venta de hoy, el de la Vega más caro vendida en subastas fue de 432.000 dólares, en Sotheby's, en 2007, y por otra parte, Christie's vendió en 2012 por 242.500 dólares uno de los cuadrados del Rompecabezas. La obra original estaba compuesta por 24 paneles, donde hombres y mujeres se toman de la mano, de las cuales 17 se encuentran en el Malba.
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