BAFICI: "Las facultades", un documental sobre lo que sucede cuando se rinde exámenes

Eloisa Solaas es egresada de la carrera de Diseño de Imagen y Sonido (UBA) e integrante de la cohorte de la Maestría en Historia del Arte (UNSAM), además de ser docente en diversos cursos de cine. Su cercanía al ámbito educativo superior la interpeló y puso una cámara delante de cantidad de sillas que estudiantes ocuparon en esa instancia tan particular como cuestionada que es el examen final. Infobae Cultura entrevistó a la directora ante el estreno de su primer largometraje documental, Las Facultades, en el BAFICI XXI.

-Se trata de un documental de observación.

–Las facultades es un documental que interviene en la situación de distintos estudiantes rindiendo un final oral. No mucha gente estaba dispuesta a que yo entre con una cámara a una situación de examen, entonces fue todo un trabajo de acercarse de a poco y de hablar con distintos titulares de cátedra o estudiantes: cada carrera, cada examen, tiene sus propias características. Me interesó la situación de un estudiante rindiendo, como podemos estar ahora, en una especie de entrevista, en un tipo de diálogo muy particular en el que un estudiante, después de un cuatrimestre o de un período de cursada, tiene que defender o de dar cuenta oralmente de todos los conocimientos que adquirió en una cursada. En otras partes del mundo no existe ésta práctica: en general, son exámenes escritos, son otras formas de evaluación.

-¿En qué se basó la elección de retratar la metodología de las Universidades Públicas?

-No tenía una restricción de qué tipo de carreras o qué universidades iba a elegir para filmar, pero me fuí dando cuenta que en muchas carreras privadas, por ejemplo, no es tan común esta práctica – en general son exámenes escritos – y es así que terminé hablando más de ésta universidad pública. En general veía que ésto del final oral, donde se espera afuera, se entra y se tiene un diálogo con uno o dos docentes que te miran mientras hablás, es algo que es "muy de la UBA y de otras universidades públicas", entonces apareció el aspecto más político de la película.

-¿Cómo comenzaste a hacer Las facultades?

-Empecé a querer filmar esa situación de examen en carreras que me eran desconocidas, quería saber cómo era un examen en medicina, – sabía que en Anatomía trabajaban con preparados cadavéricos y eso me daba curiosidad – en física pensaba, que es una carrera en la que básicamente hay que escribir fórmulas pero también sabía que había instancias orales… Mucho del trabajo tuvo que ver con la investigación, con ir a los lugares y tratar de encontrar a la gente que esté dispuesta a prestarse a este experimento. Fue interesante conocer un montón de otras carreras: traté de elegir materias bastante centrales y ver qué me encontraba. Es una película que tiene mucho de ver qué se va encontrando, cómo lo va armando, y el elemento de azar, uno no sabe bien qué va a pasar en cada examen.

-¿Cómo llegaste a los alumnos y las alumnas?

-Al principio me costó encontrar a gente que esté dispuesta. Pensé que tenía que buscar a alguien que ya tenga algún conocimiento o experiencia frente a cámara, y justo un día había estado hablando con María Alché – actriz, directora y estudiante de filosofía – y ella se interesó, entonces el primer examen que filmé fue en Puán, en la carrera de Filosofía. Una vez que fui entendiendo mejor cómo cómo se producía ese material, me resultó más fácil comunicarme con las personas y cómo contarles qué era lo que quería, y para mi sorpresa en muchas carreras que tienen que ver con la ciencia algunas personas se entusiasmaron con la idea y nos abrieron las puertas. Hay más gente interesada en el cine en lugares donde, por ahí, no estudian nada que tenga que ver con cine o artes, como en el caso de Derecho, que contactamos y al poco tiempo nos escribieron que había un docente interesado en ésto que estábamos proponiendo – Marcelo Mónaco de una cátedra de Problemas del Derecho Penal Procesal – y nos contaba el tipo de examinación que hacían ellos, que no era un examen común, oral, frente a frente, sino que hacían una réplica de una audiencia oral, un simulacro, en donde cada uno tenía que asumir un rol y defenderlo.

-¿Vos creés que los exámenes, más allá de la situación de la representación, tienen una puesta en escena?

-Hay algo en la situación de rendir examen que yo observaba. Siempre hay alguna estrategia, por ahí muy sutil, que tiene que ver con vencer al otro, con una puesta en escena: características que se repiten, momentos de inseguridad, estudiantes tratando de generar una empatía con el docente – "nos estamos entendiendo" y en el fondo no tanto. Cada característica de los exámenes se da en el vínculo de dos, en definitiva, con una forma de seducción, con tratar de generar una complicidad.

-¿Qué sucede con los otros momentos que rodean a un examen?

-Originalmente pensaba filmar solo gente rindiendo examen y no mucho más que eso. Me fuí abriendo un poco de eso, me di cuenta que me interesaba mucho lo que pasaba en los pasillos, en el afuera -la gente fuma un montón en los pasillos- en los momentos previos, en los días previos, los repasos. Había algo ahí, un contraste. Muchas veces se preparan de a dos, en una casa, en una biblioteca, en una situación distendida. Lo primero que filmé fue Filosofía y Letras, después en Física, después en la facultad de Agronomía, fuí filmando y editando en paralelo: ni bien tenía dos carreras o tres empecé a ver cómo jugaban entre sí, cómo jugaban entre sí esos elementos, cómo se relacionaban los temas de las materias.
En un momento me dió bastante curiosidad saber cómo era filmar, cómo era rendir un examen que está privado de su libertad. Supe que en el penal de San Martín había un programa con la UNSAM en la que tanto internos como personal del servicio penitenciario estudian Sociología y alguna otra carrera afín. Yo no me imaginaba cómo era la cárcel por adentro, no sabía cómo era esa dinámica. Sabía que no estaba muy lejano al momento de la liberación de quien retratamos, por ahí no tenía mucho que ver con el tema de la película que era gente rindiendo exámenes, pero por un deseo simple de registrar el momento de la liberación de alguien – sin saber muy bien si iba a quedar en la película o no: surgía la pregunta de si continuará la carrera. Siempre se abrían preguntas.

-La mayoría de los planos son de quienes rinden, y a excepción del examen en Derecho – el examen en sí es una puesta en escena de una audiencia – no prevalecieron imágenes de los y las docentes en la película.

-Fue un rodaje que se hizo en tres años: originalmente tenía esta idea muy radical de registrar solo al estudiante rindiendo, casi – en lo posible – que no entrara ni una mano del docente, pero después fue cambiando, también me interesaba un poco la reacción, la presencia del docente. El plano que más me importa es el del estudiante porque cuando estudiaba siempre me daba curiosidad cómo estaba yo realmente – una situación de bastante incomodidad. Ahora doy clases, estoy de ese lado, y me parece una situación muy particular, el tener a alguien nervioso tratando de defenderse. Yo como docente me transformé en ese espectador de esa situación, y confirmé que también me interesaba ubicar al espectador del lado más privilegiado.

-¿Cuándo decidiste dejar de filmar?

-Fue bastante difícil darle un cierre a esta película. Había otras carreras que me hubiera gustado incluir – quería filmar algo en Psicología – pero en el montaje en algún momento se me hizo claro que ya estaba, que si bien no era una película redonda, perfecta, había algo que ya estaba. Quería que sea una película que tenga una duración amable y era también un trabajo de montaje para darle a cada examen un pequeño desarrollo. Fui armando núcleos y los relacioné entre sí, hubo algunos exámenes que estructuraron más que otros – divididos en partes y que tienen más extension – y ayudaron a que todo vaya encontrando su lugar.

-¿Para quién está dirigida esta película?

-Para mucha gente que no está yendo a la universidad o que no está cursando, o que, por ahí, no pudo; chicos más jóvenes para darles una mirada más, un panorama de distintas carrera. No quería hacer una película celebratoria de la Universidad, o de la UBA, o de la Universidad como institución. Son situaciones muy pequeñas que, si bien forman parte de una práctica cotidiana de cómo se evalua o cómo se hace un proceso, hay algo de enfrentarse a una construcción: tener un título, ser abogado, médico, asumir un rol, compenetrarse en una disciplina y asumirla, algo que uno incorpora por una elección que muchos casos no se sabe cuándo se toma.

Funciones:
Sábado 6 Abril 20.25h. – Multiplex Belgrano – Sala 2
Domingo 7 Abril 12.10h. – Multiplex Belgrano – Sala 2
Martes 9 Abril 15.00h. – Espacio INCAA cine Gaumont – Sala 2

Ficha técnica:
Título de exhibición: Las facultades
Año: 2019
Minutos: 82
Director de fotografía: Esteban Clausse
Sonido: Nahuel Palenque
Edición: Eloísa Solaas, Pablo Mazzolo
Música: Leandro Arrarás
Productor: Eloísa Solaas
Interpretes: Jonathan Argüello, María Alché, Demián Velazco Rochwerger, Ailén Federico, Juan Brizuela
Produccion ejecutiva: Eloísa Solaas
Compañía: Darwin Cine, Maravilla Cine
Dirección: Eloísa Solaas
País: Argentina

SEGUÍ LEYENDO

Semana del Arte: guía imprescindible para participar de todas las actividades, día por día

BAFICI: tiempo y sentimientos entremezclados, en la elegante "Fin de siglo"