¿Cuándo comienza el acto de leer? Julián López en su novela La invención de los mamíferos escribe: "A veces decíamos que el acto de leer era más el momento de abandonar el libro que el de abrazarlo…" Me conmovió mucho esta idea sobre lo que se produce con el acto de leer, después de leer. Algo de esto hay dando vueltas en esta selección de para darle la bienvenida al otoño en el hemisferio sur. Libros para disfrutar, para leer en soledad o en compañía. Libros que construyen universos posibles que se quedan y perduran. Libros que cuando los cerrás, no se terminan.
Sobre lo que se va y lo que queda
Después del final, escrito por Laura Junowicz, ilustrado por María José Arce. Santiago: Claraboya Ediciones, 2017.
"…en el vidrio empañado
en el perfume de la señora que pasó
en la nariz fría al llegar a casa…"
Quién no se preguntó alguna vez dónde queda lo que fue, lo que ya es.
Este libro es de lo más hermoso que vi en los últimos tiempos. Lo cotidiano, con una poesía que conmueve desde las palabras y las imágenes. Hay una arquitectura hermosa en la construcción de este libro álbum.
Laura Junowicz es poeta, docente, y su sensibilidad es profunda. Captura momentos que no aparecen y sin embargo logramos leer. ¿Qué queda de un paseo por el parque cuando se termina? ¿Y de ese ser que estuvo y ya no está? ¿Y del tiempo que pasa, inexorable? Después del final captura lo que ya no está y logra hacerlo con belleza. La ausencia tiene presencia en nuestra vida y este libro logra atrapar esos lugares e instantes, con ternura, amorosamente.
María José Arce arma un clima bello, donde uno entra en espacios de todos los días, que son conocidos y a la vez, sorprenden. Son ilustraciones que abren posibilidades, e incluso van contando otras historias posibles, de encuentros, de permanencia.
Un libro para compartir a cualquier edad.
Sobre premios y premiados
En diciembre de 2018 se dieron a conocer los premios nacionales que brindaron reconocimiento a numerosos autores y autoras. El Régimen de Premios Nacionales en Ciencias y Letras tiene el objetivo reconocer la producción científica, artística y literaria y su finalidad es el reconocimiento por parte del Estado Nacional a los creadores e investigadores argentinos a través de la difusión y promoción de sus obras que conforman el patrimonio cultural de la Argentina. Los ganadores 2018 corresponden a obras publicadas, estrenadas y editadas en tres períodos: 2012-2015, 2013-2016 y 2014-2017.
Los vecinos mueren en las novelas, de Sergio Aguirre. Buenos Aires: Norma (colección Zona Libre), 2000.
Sergio Aguirre ganó el 1er. Premio Nacional por la La Señora Pinkerton ha desaparecido que ya estaba en nuestra lista de recomendados, aprovechamos entonces para recomendar Los vecinos.
"John llamó a la puerta y esperó. Después de unos segundos le pareció oír un rumor de pasos en algún lugar, pero no era nada. Insistió, y mientras golpeaba se escuchó la voz, desde adentro:
-¿Quién es?
Percibió el dejo de alarma en la pregunta, y trató de sonar cordial:
-Soy John Bland, señora. Su nuevo vecino.
No hubo respuesta.-Perdone, no quisiera importunarla, sólo que hoy terminamos de mudarnos y se me ocurrió venir a presentarme. Si usted está ocupada puedo…
El ruido de la cerradura no lo dejó terminar. Después de algún forcejeo con la pesada puerta de roble apareció el rostro de una anciana:
-¿Vecino? No sabía nada de eso."
Si hablamos de policiales para jóvenes, este libro es un imprescindible. John Bland es un escritor mediocre de novelas policiales. Se muda con su esposa al campo pero ella tiene que marcharse repentinamente a Londres. John, desbordado entre las cajas de la reciente mudanza, entonces decide ir a visitar a la única vecina que tienen, una anciana que lo invita a pasar y tomar té. Las historias empiezan a tomar a los lectores, que empezaremos a dudar. La duda también es gran protagonista de esta historia. Aguirre es un maestro del contar que rinde homenaje a los policiales ingleses recreando el clima de la campiña cercana a Londres.
¿Qué pasa con la ficción literaria? ¿Qué cosas las ponen en duda? Los vecinos mueren en las novelas es una historia que se sostiene en una conversación… porque la anciana al enterarse la profesión de su nuevo vecino, le cuenta una experiencia que vivió en su juventud. Esta charla no nos dejará ilesos. ¿Puede un autor tenernos en vilo en la sala de estar de una casa perdida en la campiña inglesa? Aguirre puede y lo hace magistralmente. La intriga y el terror comienzan a adueñarse de los protagonistas. ¿Verdad literaria? ¿Ficción? Los vecinos mueren en las novelas le hace honor a la idea de que la literatura es un juego entre la verdad y la mentira.
Recomendadísimo para jóvenes lectores.
Botánica poética, escrito e ilustrado por Juan Lima. Buenos Aires: Calibroscopio, 2015.
El 2° Premio lo recibió Juan Lima con Botánica poética. Un libro para leer y volver a leer pero además para pensar la poesía.
"Más blancos que la espuma
amontonados como nieve
se dan un baño de rocío
y a las seis de la mañana
(hora local)
florecen los jazmines
eterno
es
su
perfume
(el poeta
interrumpe el poema
y riega)
Botánica desafía y provoca desde la belleza. Mira profundo, como haciendo zoom entre lo grande y lo pequeño, lo lejano y lo cercano, en un vaivén. La botánica rara, exótica y la que podemos reconocer, más cotidiana. Construye intimidad con quienes leemos. Juan juega, y nos hace jugar con esta serie de poemas sin título, que nos meten de lleno en el hueso del poema con todos los sentidos. Podemos ver, oler, mirar, tocar y hasta saborear este libro. La poesía se construye aquí desde el trabajo con las palabras, con el color, con las fotografías, con el diseño en un todo. Lima propone una relación profunda y a la vez nada solemne con la poesía, creada con palabras pero también con imágenes. O también podríamos decir, con imágenes y también con palabras. Trae algo de extrañamiento, de volver la mirada a aquello que sabemos que está ahí, pero en lo que tal vez no nos detenemos.
Este libro, además, fue destacado con el gran premio alija 2015. En esa oportunidad, el jurado dijo: "Conmueve, propone búsqueda y encuentro; otra mirada del mundo cotidiano de los vegetales. Hay algo de intriga que se cierne sobre ese poeta que aparece, se mete adentro de los poemas y parece armar otro poema dentro del libro. La irrupción sistemática de la voz del poeta propone un diálogo íntimo con el lector. Un libro hecho con inmenso cuidado y excelente edición, calidad de papel, impresión y encuadernación. Un libro que invita a construir, jugar, crear desde la imagen y la palabra."
Un libro para entrar en poesía, como dice Laura Devetach, y quedarse adentro.
Y para seguir en estado poético
Adentro de este dedal hay una ciudad, escrito por Nelvy Bustamante e ilustrado por Cecilia Afonso Esteves. Buenos Aires: Edelvives (Colección Ala Delta), 2014.
El tercer premio lo recibió Nelvy Bustamante por su libro Adentro de este dedal hay una ciudad. Un libro que es una joya. Una vez que se descubre no puede dejar de leerse. ¿Cuántas cosas entran en un dedal….? Las comparaciones, las metáforas, todo es de una delicadeza sutil. Las ilustraciones van llevando a lectores y lectoras por distintos caminos poéticos, porque Cecilia también crea poesía.
Río
"Hay un pueblo
en las sierras cordobesas
que tiene el río
en la puerta.
(Teniendo el río
en la puerta
todo lo demás
se inventa.)"
Cada poema inspira, el río, la calle, la vereda, la ternura, el tiempo no-apurado. La poesía cabe en el dedal en donde cabe absolutamente todo. Un libro para leer y releer con personas de todas las edades. Desde muy chiquititas hasta… siempre.
Historia de un pulóver azul. Escrito por Florencia Gattari. Ilustrado por Marina Zanollo. Buenos Aires: Edelvives (Colección Ala Delta), 2015.
"Se puede decir de dos maneras porque el ovillo tiene dos puntas: Nando tenía una abuela que se llamaba Elsa; o también: Elsa tenía un nieto que se llamaba Nando.
Al principio, cuando Elsa recibió la noticio de que venía un nieto en camino se decidió a tejer y salió a comprar lana. Le ofrecieron un color 'celeste bebé', pero ella hizo que no con la cabeza:
-Azul-dijo-, azul niño.
Y se puso a tejer sin apuro."
Así comienza este cuento que entre lanas, colores, tejidos, abuelas y nietos nos envuelve en el ir y venir de la vida y sus contundencias. Con esta historia Florencia obtuvo una mención del Premio Nacional. Un nieto, una abuela, un pulóver son los ingredientes principales de esta historia pequeña y gigante en donde se tejen, además del pulóver, la espera, el amor, la muerte, los vínculos.
Un cuento en el que la poesía tiene un lugar, aparece y desaparece, como la aguja de tejer, y entrelaza los distintos momentos de la historia. Todo el amor que se pone en las cosas, al hacerlas, al tenerlas, todo lo que cargan, todo lo que llevan. Y también todo lo que dejan. Un libro que te va envolviendo y abrigando, se tenga la edad que se tenga.
Otros autores y autoras que recibieron menciones en el premio nacional fueron Silvina Rocha y Mey Clerici por Por qué los elefantes prefieren jugar a la mancha. Y Martin Blasco por La oscuridad de los colores, que quedan para próximas entregas.
Seguimos tejiendo memoria
Identidades encontradas. Ovillo de trazos 2. Paula Bombara… [et al]. Buenos Aires: Norma (Zona libre), 2017
Este marzo se cumplieron 43 años del golpe militar del '76, y con este libro, el segundo ovillo de trazos, seguimos la trama, para que nunca más.
Son once cuentos donde la identidad es mirada desde distintos ángulos y dos prólogos que los anteceden, escritos por Estela de Carlotto y Laura Devetach. La coordinación estuvo a cargo de Paula Bombara que puso su ojo sensible en la tarea.
Dice Devetach en el segundo prólogo de este libro: "Mientras las Abuelas buscan nietos y los encuentran y los nietos buscan Abuelas y las encuentran, nosotros, quienes escribimos y hacemos libros, volvemos a ovillar. Voces, trazos, acciones, recuerdos, identidades. Con todo eso y mucho mas, se constituyen la memoria, la verdad y la justicia…"
"…Y siento que yo soy yo/porque estoy entre nosotros…"
Abuelas de Plaza de Mayo y Editorial Norma construyen uniendo fuerzas. Las historias trazan distintos recorridos en los que aparecen la identidad, las elecciones, la memoria, el olvido, la apropiación, los silencios o los ruidos que pueden tapar y esconder. Todas las historias nos interpelan por distintos costados y en ese decir se pone en foco el derecho a la identidad, porque todas las personas tenemos derecho a saber quiénes somos y de dónde venimos.
Márgara Averbach, Mario Méndez, Nina Jäger, Jorge Grubissich, Paula Lértora, Nicolás Schuff, Nilda Lacabe, Graciela Bialet, Luciana Rabinovich, Magdi Kelisek y Paula Bombara arman un coro inspirador, que pone juegos distintos modos y miradas a la hora de contar, para seguir armándonos, para no olvidar, para que como dice Estela de Carlotto en el primer prólogo del libro "estos textos que se suman a nuestra historia abran, entonces, nuevos interrogantes y nuevas respuestas para que podamos seguir desovillando, entre todos y todas, estos hilos de nuestra memoria colectiva".
Recomendado para lectores jóvenes y adultos.
Dos que llegaron al final del verano
El pez número 14. Escrito por Jennifer L. Holm, con ilustraciones de Tad Carpenter. Traducido por Sonia Tapia. Barcelona: Salamandra, 2017.
El comienzo de esta novela es genial. Son importantes los comienzos, claro, pero lo mejor de El pez número 14 es que la tensión de la trama se sostiene y disfrutamos hasta el final, más allá de algunos pequeños desencuentros con la traducción, que si bien contiene varios españolismos, no resulta un obstáculo para la lectura.
"-Ah, sí. Ha llamado tu madre. Va a llegar tarde –dice Nicole. Y casi como si acabara de acordarse, añade-: Por lo visto ha tenido que ir a la policía a buscar a tu abuelo.
Por un momento pienso que he oído mal.
-¿Qué? ¿Le ha pasado algo?
Ella se encoge los hombros.
-No me lo ha dicho. Lo que sí ha dicho es que podemos pedir una pizza.
Una hora más tarde tengo la barriga llena de pizza, pero sigo sin entender nada."
El libro empieza con un acápite de Galileo Galilei: "A un hombre no se le puede enseñar nada: solo se le puede ayudar a descubrirlo por sí mismo."
Es la historia de Ellie que vive con su madre, que es profesora de teatro en un instituto y su abuelo Melvin, un científico que quiere encontrar el elixir de la juventud eterna. Ellie extraña su escuela primaria y a su mejor amiga Brianna. La historia comienza cuando su mamá aparece en su casa con un adolescente muy extraño que tiene un parecido excepcional con el abuelo de Ellie. Pero también es la historia de los cambios, de esos momentos de revolución que son la vejez y la adolescencia, del ciclo de la vida, como recuerda que le enseñó su maestra de preescolar. Una historia llena de aventura, ciencia, humor, ternura y disparate.
La autora cuenta que desde muy chica estuvo inmersa en el mundo de la ciencia de la mano de su padre, que era médico y vivió dos guerras en las que la ciencia fue, de un modo u otro, protagonista: la segunda guerra mundial, y la guerra contra la Polio. Que en su casa las placas para cultivar bacterias estaban en la heladera en el mismo estante que el queso y la leche y que todos los científicos y los descubrimientos aparecen en el libro son auténticos y revolucionaron al mundo con cuestiones que aún hoy siguen siendo importantes. Todo este universo fue la inspiración para El pez número 14 que le hace honor a eso que siempre decía mi abuela: "Hay que tener cuidado con lo que se desea porque puede hacerse realidad."
Recomendado para chicos y chicas grandes.
Dentro de una cebra, escrito por Micaela Chirif, ilustrado por Renato Moriconi. Buenos Aires: Limonero, 2018.
"Cuando vives dentro de una cebra,
tu perro,
tu gato
y tu canario
se convierten en cebras."
¿Se imaginan vivir dentro de una cebra? Porque en esta historia la vida se mira desde las rayas de una cebra. Con un texto y unas imágenes muy poéticas, se ponen en juego formas y sus modos de ser atravesadas. La paleta reducida es contundente, naranja, negro y blanco. Los trazos como sombras. ¿Cómo miramos la vida? ¿Desde dónde? ¿Hay una única manera o hay varias? A veces que miramos todo con los mismos lentes. Este libro abre preguntas y pone en juego la incomodidad y la comodidad. Porque también propone pensar los infinitos lugares en los que uno podría vivir… o desde los que uno podría mirar el mundo. Pero también me interesa la propuesta literal, se imaginan si viviéramos dentro de una cebra…
Por estos días, este libo obtuvo una mención de honor en la categoría "Libros ilustrados para chicos" del concurso Talking Pictures de la New York Rights Fair. De los elegidos, fue el único sello latinoamericano, y también el único libro en español.
Este es un gran año para Limonero, ya que fue nominado como mejor editorial de América del Sur y América Central en la 56 Feria del libro de Bologna, que se llevará a cabo entre el 1 y el 4 de abril, en Italia.
Hermoso libro para compartir especialmente con las personas más pequeñas de la casa.
Hombre luna, escrito e ilustrado por Tomi Ungerer. Traducido por Elena Del Amo. Buenos Aires: Libros del Zorro Rojo, 2012.
Durante febrero, murió un grande: Tomi Ungerer. Lo despedimos recomendando Hombre luna, uno de sus libros más bellos.
"Cada noche, desde su esfera flotante, Hombre Luna veía a la gente bailar en la Tierra. '¡Si al menos pudiera unirme a su diversión solo una vez!', pensaba con envidia. 'La vida aquí arriba es tan aburrida…'".
Cada noche, Hombre luna observa a la tierra y a sus habitantes desde el espacio con curiosidad, deseo, admiración y envidia. Hasta que una noche no aguanta más y con la ayuda de un cometa, aterriza en la tierra. Pero las cosas no salen como pensaba. Ungerer explora en este libro el deseo de estar en otro lado. Ese otro lugar que siempre parece más divertido que el propio. El hombre luna baja y en la tierra la humanidad toda aparece, con la crítica social clásica del autor, con preocupación, y en medio de su aventura, conocerá casi todas los sentimientos: la maldad, la discriminación, las instituciones, la incomprensión, la falta de escucha, pero también el amor, la bondad, la libertad, la belleza. Sus historias provocan desde la imagen las palabras. Es atrevido y satírico.
Esta edición incluye una biografía de Ungerer en donde cuenta que este libro álbum fue publicado por primera vez en 1966 y ganó el premio Book Week en 1967 y que Maurice Sendak opinó sobre él que nadie ha sido tan original e influyente. Y dijo sobre este libro que posiblemente fuera uno de los mejores álbumes de su época.
Tomi Ungerer fue un gran autor integral, comprometido socialmente: "Creo que el artista debe tener conciencia de su papel social. Cuánto más éxito tienes, más influencia tienes y, por tanto, más responsabilidad ante la sociedad. Es casi como una deuda."
Recomendadísimo para todo público.
Y en este mes de la vuelta a la escuela…
Cómo funciona la maestra, escrito por Susanna Mattiangeli, ilustrado por Chiara Carrer. Traducido por Vanna Andreini. Buenos Aires: Calibroscopio, 2013.
"La maestra tiene una parte de adelante, que es la que casi siempre se ve, y una parte de atrás, que se ve cuando se da vuelta."
En Cómo funciona una maestra las autoras arman un relato cuasi "informativo" cargado de extrañamiento, picardía y poesía. Y en esa mezcla está el poder de este libro. ¿Cómo son los cuerpos de las maestras? ¿Qué idioma hablan las maestras cuando conversan entre ellas? ¿Y cuando hablan con niños y niñas? ¿Tienen una vida, las maestras, fuera de la escuela?
Susanna Mattiangeli con palabras y Chiara Carrer con imágenes componen este relato. Por su presencia, por su ausencia, por su exceso o por su falta, las maestras (y los maestros también, claro) dejan sus huellas. Y en este relato también aparece el paso del tiempo. La memoria. ¿Son más chiquitas las maestras cuando las vemos ya de grandes? ¿Y el aula de la escuela? ¿Qué hay dentro de una maestra? ¿Y afuera?
"Cuando la maestra está enojada, todo se detiene. No se aprende nada más. Los ríos no corren y el hombre primitivo se queda quieto con la lanza levantada."
Con este libro tan genial celebramos a maestras y maestros, con justicia, con reconocimiento a la tarea docente, que, como el acto de leer, excede y por tanto, al tiempo en las aulas.
Hasta aquí esta selección de fin del verano y principios del otoño. Volviendo a Julián López en La invención de los mamíferos: "No temo a la angustia, que otros terminen, que otros encadenen un libro al próximo y nunca sientan la sed que desahucia ni se pierdan nada. Yo voy a dejar todas las ventanas abiertas, que la casa se vuele desde adentro y dé la bienvenida al tornado. Que siempre falten páginas." Esto último como deseo: ojalá que siempre nos sigan faltando páginas.
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