Por Nahuel Picone
Fueron 3 grandes descubrimientos hasta decidir tomar la responsabilidad de atravesar semejante historia.
El viaje comenzó en Galeria degli Uffizi, en Florencia. Me encontré por primera vez con pinturas de Artemisia Gentileschi, una pintora barroca italiana representante del caravaggismo. Su obra me produjo un impacto inesperado y me incentivó a conocer la vida de esta mujer.
Investigué su historia, y fantaseé con la idea de generar en los espectadores, la misma sensación que había experimentado ante semejante obra de arte, utilizando herramientas teatrales.
Llegué a su pintura sobre la escena bíblica Judit decapitando a Holofernes, representada en más de 114 pinturas y esculturas.
El camino desembocó en el último gran paso, el alemán Friedrich Hebbel, un autor fascinante. Traduje su obra Judith, escrita en el año 1840, y generé una versión inspirada en su maravilloso texto.
Me encontraba con deseos de utilizar una movilizante experiencia que viví en Alemania en 2018, cuando presenté mi libro Teatro y Poesía en la feria del libro de Frankfurt. Uno de esos viajes "que traen a otros vistiendo nuestros cuerpos". Entonces todo el equipo estaba listo para iniciar nuestro viaje hacia Judith y Holofernes. Tragedia sobre la venganza de una Heroína.
La obra trabaja sobre el pasaje bíblico en El libro de de Judith. Donde ella es una hermosa mujer, viuda, que obnubila a Holofernes, el general asirio que está a punto de destruir la ciudad de Betulia.
Ella ingresa en su tienda y, aprovechándose de que ha quedado inconsciente por haber bebido, lo decapita con su propia espada y huye llevándose la cabeza en una bolsa.
Llevamos más de un año maniobrando el material ya que nuestra construcción está basada el trabajo físico, con un alto nivel de compromiso y apertura emocional. Nos encontramos devorando cada palabra y descubriendo la potencia del contenido que nos habíamos cargado en la espalda.
Judith y Holofernes representa lo que queremos decir, lo que podemos aportar luego de empatizar con el dolor, la violencia y el poder. También tenemos entre manos un hecho llamativo. En este pasaje vemos a una mujer que, a pesar de la brecha sideral que existe entre el pasado (antiguo testamento) y el presente (la lucha por la igualdad de los sexos) se convierte una una tragedia atemporal.
Judith es una mujer que decide luchar por todas las mujeres, incluso contra su propia resistencia al asesinato. Vemos cómo atraviesa su pasado, su presente y su futuro hasta que decide ir en búsqueda de Holofernes, esta bestia brutal que es el hombre poderoso invadido por su deseo de trascender.
Ella es violada por Holofernes. Artemisia Gentileschi también lo fue, por su tutor y se dice, que retrató a su violador en la cabeza de Holofernes. Esta obra nos somete a un riesgo constante y al deseo desenfrenado de libertad. Detiene el aire, le da peso hasta hacerlo denso para convertirlo en sangre.
Trabajar con este equipo de artistas profesionales desde la experiencia y el compromiso, es la única forma de encarar esta historia. Ayelén Varela y Pedro Frías son de esos artistas que no le temen a nada, y que tiene una mirada de donde cualquier espectador puede aferrarse. La música en vivo está llevada adelante por la sensibilidad del maestro Marcelo Macri.
Todos estos factores hacen de cada función una experiencia poética y visceral, donde nadie sale ileso.
*"Judith y Holofernes, tragedia sobre la venganza de una heroína"
Dramaturgia de Friedrich Hebbel
Adaptación y dirección: Nahuel Picone
Centro Cultural Freire – Cap. Gral. Ramón Freire 1090 – Chacarita
Funciones: martes 21hs
Entradas: $300 (2×500)
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Una obra teatral sobre las posibilidades de la inmortalidad y la ficción