"La asamblea de mujeres": crónica de un día histórico, político y emotivo

El Teatro Cervantes comenzó su temporada con un encuentro multitudinario, del que participaron destacadas voces de la cultura del país y el exterior

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Asamblea de Mujeres
Asamblea de Mujeres

Fue histórica. Política. Emotiva. Una verdadera fiesta cultural. Eran las seis de la tarde y la sala María Guerrero del Teatro Nacional Cervantes se puso de pie para cantarle el Feliz cumpleaños a Nora Cortiñas, Madre de Plaza de Mayo Línea Fundadora. Una previa de fuerte simbolismo para la marcha de hoy, 24M, a cuarenta y tres años del último golpe militar en la Argentina.

Ocurrió ayer, en el marco de la serie Conversaciones, antes de la conferencia de Dora Barrancos, con Nora Cortiñas como invitada, con la presentación de María Florencia Alcaraz, durante La asamblea de las mujeres, evento gratuito con el cual el Cervantes dejó inaugurada su temporada 2019, un proyecto coproducido con el Instituto Goethe, el Instituto francés de Argentina y la Fundación Medifé, con la colaboración de la Alianza francesa de Buenos Aires y la Fundación Rosa Luxemburgo. Los contenidos estuvieron a cargo de Marcela Basch, Carla Imbrogno y Amalia Sanz. Y la coordinación artística, de Andrés Gallina, Oria Puppo y Alejandro Tantanian.

Dora Barrancos y Nora Cortiñas
Dora Barrancos y Nora Cortiñas

El título es el de una comedia que Aristófanes escribió hace el año 392 a.C. y que hoy podríamos calificar de ucronía: ¿qué hubiera pasado si las mujeres tomaran el poder? En la comedia, un grupo de mujeres de Atenas se visten de hombres y así camufladas intervienen en las decisiones del gobierno de la ciudad, estableciendo una forma socialista de distribución de bienes (y de personas).

Ayer, en Buenos Aires, mujeres, algunos -pocos- varones, travestis, trans y personas no binaries tomaron por asalto el Teatro Cervantes, la Alianza francesa, el café Las meninas, mientras largas filas de gente diversa copaban las veredas de la calle Libertad y de la Avenida Córdoba, esta vez sin necesidad de disfraz, y participaron de charlas, lecturas de textos subrayados, talleres, ilustraciones y serigrafías en vivo, proyección de películas de directoras argentinas, alemanas y francesas, instalaciones audiovisuales, una Feria del Libro Feminista. En el hall del teatro, un libro en venta en el Cervantes, del Teatro Nacional Argentino, se preguntaba desde el título: Feminismos: ¿desde cuándo y hasta cuándo?. Compilado por Eugenia Zicavo, contiene textos de Sonja Eismann, Diana Maffia, Fanny Gallot, Mabel Bellucci y Mónica Tarducci. Y una lámina infográfica, "El camino de los datos", de distribución gratuita, trazaba una línea de tiempo del feminismo global y su recorrido en la Argentina.

María Moreno
María Moreno

La encargada de romper el fuego fue, a las 11 de la mañana, en la Sala Orestes Caviglia, la escritora Cecilia Szperling, dentro del ciclo Subrayadas, con la lectura de un texto icónico: Un cuarto propio de Virginia Woolf. La siguieron la cantante mexicana Julieta Venegas, que leyó a Rosario Castellanos; Inés Acevedo y Paula Peyceré, a Juana Manso; Mónica Tarducci, a Kate Millet; Mariana Dimópulos propuso una lectura crítica de Alice Schwarzer; Dolores Fonzi comentó textos de Lina Meruane; Liliana Daunes y Claudia Korol, a Rosa Luxemburgo; Maria Moreno subrayó a Adelaida Giglio y Matilde Sánchez, el periódico anarquista La voz de la mujer.

A las 11.30, en el auditorio de la Alianza francesa, otro fuego se rompía. Las argentinas Claudia Piñeiro y Soledad Vallejo, moderadas por Cecilia González, hablaban con la alemana Tina Gerhäusser de un tema candente: "Cuestión de agenda global: la lucha por los derechos en la opinión pública". En ese escenario alternativo estuvieron la mayoría de las invitadas extranjeras, con traducción simultánea. Mientras tanto, a las 12, en el piso once del Cervantes, Charo Bogarin ofrecía su taller "Encuentro de canto nativo", que fue uno de los más convocantes.

Claudia Piñeiro y Soledad Vallejo, moderadas por Cecilia González, hablaban con la alemana Tina Gerhäusser
Claudia Piñeiro y Soledad Vallejo, moderadas por Cecilia González, hablaban con la alemana Tina Gerhäusser

A esa hora, en la calle Libertad, ya se estiraban las filas para escuchar las conversaciones en la sala María Guerrero, donde hubo lugar para la diversidad, por ejemplo, en "Biología no es destino: cuerpos, subjetividades, identidades", con Malena Nijensohn, Naty Menstrual y SaSa Testa, moderadas por María Eugenia Ludueña. O la entrevista que la las 15.30 le hizo María O´Donnell a Rita Segato sobre "Relaciones de género, relaciones de clase en América Latina".

Las filas afuera eran cada vez más largas y adentro, en un living "lleno de voces y polifonías", como describió Dora Barrancos al escenario armado en la sala María Guerrero, antes de dialogar con Nora Cortiñas, la historiadora, investigadora y autora de libros como Mujeres. Entre la casa y la Plaza, propuso una historia veloz del feminismo y llenó el espacio de conceptos como "no hay competencia social sin mujeres desde el fondo de los tiempos", usó el humor en frases como "el sistema patriarcal ha sido persistente, aunque a veces un poco flojo de papeles", nombró a las argentinas que se las "arreglaron" para hacer política desde el siglo XIX, y en ese gran marco incluyó las "tretas" que las Madres de Plaza de Mayo utilizaron durante la dictadura, a saber: "jugar al poder protagónico desde la maternidad y mostrarse apolíticas". Barrancos hizo hincapié en que el 30 por ciento de los desaparecidos en la Argentina del 76 fueron mujeres.

El Cervantes en un día hstórico, político y emotivo
El Cervantes en un día hstórico, político y emotivo

Nora Cortiñas, psicóloga y luchadora por los Derechos Humanos, tomó el guante y dijo: "Yo me hice feminista hace 40 años. Las Madres hemos actuado como regias feministas sin serlo. Yo decía: soy femenina". Y luego, agregó: "Ahora es el tiempo en que salimos de la invisibilidad, porque entonces no nos veían. Tenían terror de mirarnos. Éramos invisibles. Si nos maltrataban los militares y parte de la cúpula de la Iglesia, imagínense si decíamos que éramos feministas". Cortiñas recordó que "se llevaron a seis madres de presos políticos que están desaparecidas, además de apropiarse a los bebés. Todavía son 500 jóvenes que no conocen su identidad. Seguimos insistiendo. No se crean que la dictadura cívico militar eclesiástica y económica ocurrió porque había enfrentamientos con los jóvenes. Fue un plan digitado desde Estados Unidos".

Fue un discurso cargado de política, como también lo fue la charla de la mesa que siguió, a las 20.30 y que cerró el evento, esta vez con Nora Cortiñas como espectadora, que volvió a ser aplaudida por las 700 personas de pie, que habían doblado en la esquina de Libertad y Paraguay antes de entrar y ahora llenaban la sala, sentadas en la platea y en las bandejas. El tema era "Cómo vivir juntes" y participaron la antropóloga Rita Segato, la filósofa Diana Maffia y Laura Fernández Cordero, socióloga. Moderaba Mariana Carbajal.

La antropóloga Rita Segato, la filósofa Diana Maffia y Laura Fernández Cordero, socióloga. Moderaba Mariana Carbajal.
La antropóloga Rita Segato, la filósofa Diana Maffia y Laura Fernández Cordero, socióloga. Moderaba Mariana Carbajal.

Fernández Cordero hizo referencia al pensamiento utópico, Diana Maffia historió el patriarcado, dijo que hoy existe una "crisis de la vida amorosa. El más langa ya no garpa", y el público lanzó la carcajada. Segato diferenció sociedad de masas de comunidad ("La comunidad no es femicida, la sociedad de masas lo es"), y celebró la diversidad de voces dentro del movimiento feminista. "Esa tensión no nos tiene que asustar", dijo la antropóloga, autora de Pedagogías de la crueldad. El diálogo viró a los abusos y las denuncias de las adolescentes, y cómo eso condiciona los vínculos entre chicos y chicas.

Segato, tal vez la más polémica, dijo que #MeToo no es #NiUNaMenos y alertó sobre "traer consignas de allá porque existe también el feminismo del enemigo, que responde a una política monopólica", reivindicó el escrache de hijos e hijas contra genocidas de la dictadura y se mostró contraria al "linchamiento moral espontaneísta" en las redes que no admite el "justo proceso, no necesariamente estatal", aclaró.

Rita Segato
Rita Segato

Diana Maffia abogó por "formas no punitivistas de reparación". Y Laura Fernández Cordero dijo que está bien "que se rompan los pactos de varones y que se encuentren nuevos lugares de diálogo. Nuestro horizonte no puede ser llenar más las cárceles".

Maffia miró a Nora Cortiñas sentada en una butaca entre el público y su regalo para la madre consistió en tres palabras: "Fueron 30 mil".

El cierre tuvo a la sala a pleno bailando, batiendo palmas al compás y coreando para la artista trans Susy Shock en voz, acompañada por la guitarra y coros de Caro Bonillo. Tocaron una milonga ("Milonga queer soy lo que soy, si te gusta bien y si no no"), un tango ("Tango sudaca de acá, tango que marcha por la diversidad") y un huayno dedicado a Lohana Berkins, la activista trans fallecida que luchó por los derechos de género. A pedido del público, llegó el bis, otro huayno. Susy Shock dijo que "las madres y abuelas fueron las primeras que supieron abrazar a las travas" y que "Lohana Berkins fue la más feminista de todas".

La noche terminó con un pañuelazo, cientos de brazos en alto alzando los pañuelos verdes, esos que contienen aquellos otros pañuelos, los blancos de las Madres. Una síntesis perfecta.

Así terminó La asamblea de mujeres ayer en el Cervantes, pasadas las diez y media de la noche. Fue una fiesta. Histórica. Emotiva. Única.

 

Fotos: Cáceres / Gorrini/ Garelli TNA-TC

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