Siete meses no es demasiado tiempo, pero sí el suficiente como para conocer cuáles son los cambios y caminos que la Biblioteca Nacional Mariano Moreno está tomando. Elsa Barber, la primera mujer en llegar a la dirección de la BN y también la primera bibliotecaria de carrera en hacerlo, dialogó con Infobae Cultura sobre los proyectos, desafíos y muestras más destacadas que este año se desarrollarán en la institución bicentenaria.
Barber asumió la dirección de la BN luego de la renuncia de Alberto Manguel, aunque como el mismo Manguel comentó en reiteradas oportunidades, cuando aún estaba al mando, ella siempre fue la verdadera directora: "Yo soy la figurita que salgo, sonrío, me presento, doy la bienvenida a los escritores famosos que vienen, pero la que trabaja verdaderamente es Elsa Barber, quien estuvo en la biblioteca más de 10 años luchando para que la biblioteca sea lo que es hoy. Y gracias a ella y su equipo tenemos una presencia como biblioteca en el mundo".
Luego de 12 años como subdirectora le llegó el momento, y comenta: "Nunca pensé que iba ser directora. Primero, nunca pensé que iba a ser subdirectora. Muchas veces comenté que había sido muy crítica para con las diferentes gestiones de la BN, crítica porque soy bibliotecaria de carrera, de modo que cuestionábamos siempre cómo se gestionaba la BN desde afuera".
Hasta que cuando le llegó la convocatoria, nobleza obliga, decidió que era el momento de que aquellas críticas se convirtieran en proyectos. "Yo creo que en la primera etapa, lo que intenté fundamentalmente hacer fue el Catálogo, que no lo tenía. Como vengo del mundo académico, la docencia y había hecho mucha investigación en la parte correspondiente a automatización a diferentes tipos de bibliotecas, fue como tener la gran oportunidad de hacer transference de todo ese background teórico a una práctica concreta. Fue muy duro, pero lo logramos, el personal acompañó, el director de aquel momento, Horacio González, también lo hizo, como siempre digo, me hizo sufrir, pero acompañó".
—Las bibliotecas fueron históricamente espacios asociados a la investigación, a la lectura, pero al igual que en los museos, de un tiempo a esta parte, comenzaron a cambiar su lógica y hoy se erigen como lugares abiertos a toda a la comunidad.
—Sí, es cierto que tuve una formación universitaria con respecto a qué debía ser una BN. El mundo ha cambiado muchísimo y las BN ya no son solo para los investigadores, sino que tienen que estar totalmente abiertas a la comunidad. Eso es de fundamental importancia. Son fundamentales este tipo de actividades incluso para acercar a los niños desde pequeños para que sepan que la BN existe. Por eso tenemos el programa de Nuevos Investigadores, que lo que pretende es atraer a los chicos que están en los últimos años de la escuela media, de la secundaria, para que conozcan que la BN existe, qué contiene en su acervo, que no todo está en internet, que muchísimas veces tenemos que consultar. Entonces todo este tipo de diferentes actividades que permiten que diferentes actores lleguen a la biblioteca, desde niños pequeños a adultos. También a través del centro de literatura infantil y juvenil Dailan Kifki.
—¿Cuál es el estado de la BN hoy?
—El estado de la Biblioteca Nacional es más o menos similar al que me encontré siete meses atrás. Yo ya cumplí 12 años como subdirectora, venía acompañando a Alberto Manguel el año pasado, de modo que lo que tratamos de hacer es darle cierta continuidad a la programación que ya habíamos conversado.
—Uno de los grandes problemas, expuesto por Manguel en su momento, fue la reducción presupuestaria. ¿Cómo es el proceso de adaptación a esta realidad?
—El problema del presupuesto en realidad vino desde el 2016, no fue un problema desde agosto 2018, de modo que nosotros simplemente lo que estamos haciendo es trabajar con mucha más austeridad. Tratando de hacer lo mismo, pero de manera mucho más austera y quizá también algunas cosas hemos tenido que dejar de hacer, pero yo diría que no hace en sí a lo que es la programación en la parte bibliotecológica como en la programación. Estamos tratando de hacer lo imposible con el presupuesto que tenemos, estamos recibiendo ayudas de la Secretaría de Cultura de la Nación y eso da también una contención muy importante.
—¿En qué porcentaje considera que la BN funciona de acuerdo a lo que a usted le gustaría?
—Si consideramos lo apropiado un 100%, nos falta. Estamos en un 60%. Desde noviembre se ha hecho muchísimo en la parte administrativa, se hizo un informe de situación para saber dónde uno está parado para a partir de allí comenzar. Pero falta. Me gustaría entregar una institución un poco más ordenada administrativamente hablando.
Una agenda amplia en muestras y talleres
Como ya es una tradición, la BN tendrá importantes actividades culturales, desde muestras a charlas y talleres, que buscan reforzar la relación con un público cada vez más amplio para convertir al espacio no solo en un centro para la investigación y la documentación, sino también en un componente vibrante del diálogo de la ciudad y el país.
En marzo se presentará Cultura, arte y arquitectura indígenas, un encuentro que reúne personalidades y expertos en el tema no solo de Argentina sino también de otros países e incluirá actividades para adultos y niños. En abril, llega Warburg 2019, en la Sala Leopoldo Marechal, que es parte de un proyecto que abarca además un Curso y un Simposio internacional dedicado a la figura de este historiador del arte alemán, célebre por sus estudios acerca de la supervivencia del paganismo en el Renacimiento italiano. Además, se presentará una muestra destinada a sir Arthur Conan Doyle con ejemplares que nunca antes fueron exhibidos sobre el padre de todos los detectives literarios, Sherlock Holmes.
"Vamos a dar continuidad a algunas muestras que ya están y vamos a comenzar con algunas nuevas, como la de Warburg. Se está trabajando muy bien con el Museo Nacional de Bellas Artes y también se va a hacer un simposio importantísimo. Se han presentado más de 100 ponencias de nivel internacional, con participación de gente de Brasil, EE.UU. e Inglaterra. Asistirá Bill Sherman, director del Instituto Warburg, desde Inglaterra", explica Barber.
Con respecto a la muestra dedicada a Holmes, agrega: "Alberto conoció a grandes coleccionistas de las obras de Conan Doyle y estos señores trajeron al país una parte de su colección para ser expuesta. Por primera vez se van a ver en el mundo. Nunca nadie vio estos libros".
Por otro lado, en mayo se ofrecerá una muestra en homenaje a Eva Perón y otra que resalta La experiencia cubana. Intelectuales argentinos en la Revolución. Habrá además, homenajes a escritores argentinos y extranjeros.
La agenda 2019 también incluye la capacitación para bibliotecarios e interesados, a través de las capacitaciones en línea que son gratuitas y pueden seguirse por streaming a través del canal de YouTube de la BNMM y/o de la página web, como también los talleres, que lograron un récord absoluto de inscriptos llegando a casi 4 mil.
"Si bien se redujo la cantidad de cursos, se ha hecho una evaluación sobre hacia dónde podíamos apuntar y qué podía interesarle más a la gente. Tuvimos un aluvión de inscriptos, con 4 mil personas. Sabemos que con los espacios que tenemos no podemos cubrir a tantas personas, pero evidentemente despertaron mucho interés. Es el año que más inscriptos tuvimos", dijo.
La era de la digitalización
Existen dos proyectos de suma importancia que ya están en desarrollo: uno es la continuación del trabajo para la implementación del acuerdo alcanzado con el Fondo Financiero para el Desarrollo de los Países de la Cuenca del Plata (FONPLATA) y otro, también fundamental, la aplicación avanzada de la plataforma de sistemas técnicos que concentra recursos digitales de libre acceso de bibliotecas, universidades, archivos y otros centros de documentación para su consulta gratuita, conocida como RODNA.
"El proyecto de FONPLATA consiste específicamente en la adquisición de equipamiento para la digitalización. Es decir, es que no es que se invierte el dinero en digitalizar. Es "el" proyecto para nosotros. Es un proyecto que se venía pensando desde 2010, pero el presupuesto no alcanzaba. Los costos son en dólares. Lo que vamos a adquirir es alrededor de 10 scanners, para los diferentes tipos de soportes, todos de tamaños diferentes, que requieren de una tecnología diferente", relata Barber.
En ese sentido, también "se va a hacer una obra física de un centro de contingencia de datos": "La BN en su área de sistema tiene backupeado todo lo que tenemos almacenado, pero no tenemos un back up externo, por fuera del edificio. De repente sucede un acontecimiento desgraciado, dios no quiera, y perdemos toda la información que la BN tiene. Esta obra se va a realizar en el Museo del Libro y de la Lengua, y está incluido en el FONPLATA, como la adquisición de un software buscador y otro de preservación digital.También se va a equipar un laboratorio de audio y video, para la mediateca-audioteca. En este momento estamos en la etapa del armado de las licitaciones, luego se realizará la capacitación del personal. Nuestra idea es que para fin de año ingrese el equipamiento para comenzar la capacitación".
—¿Cuál es el objetivo del RODNA?
—Compartir con el resto de la bibliotecas del país todo lo que hacemos. El país mira desde lo bibliotecológico lo que la BN está haciendo. Siempre nos desespera de qué manera podemos ayudar. En primer lugar a las hermanas de la BN, que son las bibliotecas públicas provinciales que desgraciadamente no hay tantas. Sí hay muchísimas populares y municipales. Para tratar de ayudar un poquito a estas instituciones, se ha desarrollado una plataforma virtual, denominada RODNA, que es un registro nacional de objetos digitales. Por un lado hacemos harvesting de aquellas bibliotecas que ya tienen su catálogo digital, para que si acceden al sitio web de la BN no solo encuentren nuestro catálogo, sino también el RODNA que los direccione a otros depositorios digitales. La segunda parte es brindarles a las bibliotecas de interior, que no tienen una plataforma digital, un password y un instructivo, para que ellos mismos accedan y carguen sus objetos digitales. Creemos que es un deber y una obligación de la BN tratar de trabajar de manera cooperativa con las diferentes bibliotecas del país para que alrededor del mundo se puedan visibilizar sus objetos.
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