María Elena Walsh fue poesía y música, una voz inconfudible. Sus canciones permanecen vivas en el imaginario, no solo de los que fueron niños y hoy ya son abuelos, sino también de cualquiera que pueda disfrutar de la belleza y la sensibilidad de sus letras, que nunca dejan de ser contemporáneas.
Hoy, a 8 años de su muerte, una modesta selección de canciones tributo y homenajes, para recordar solo una pequeñísima parte de su enorme acervo musical y literario. Pequeñísima, pero gigante.
La cigarra, por Mercedes Sosa
Para muchos, este ya clásico de la música argentina, estuvo siempre asociado a la Negra Sosa, por su tremenda y emotiva interpretación, pero en realidad le pertenece a María Elena, quien la escribió a fines de la década del '70.
Baguala de Juan Poquito, por Areces
María Elena compuso y mucho, y no se quedaba con un sólo género, siquiera se la podría pensar cómo una artista orientada hacia los chicos, más allá de la enorme capacidad imaginativa de muchas de sus letras. Zambas, serenatas, y bagualas, como esta, la de Juan Poquito, demuestran ese profundo interés que tenía por llegar y relacionarse con todos los rincones del país, en este caso con las culturas originarias de los Valles Clachaquíes.
Adivina Adivinador, por KANU
El grupo de folk rock porteño, integrado por Alejo Nobili & Eliana De Piero, realizó su versión acústica de este precioso huayno, en el que la naturaleza juega y compite consigo mismo por ser el centro de atención.
Canción para bañar la luna, por Las Magdalenas
Julieta Dorronsoro y Mery Vanborder interpretan esta pieza de una manera excepcional. Quizá, junto con Manuelita, uno de los temas más versionados. Para oír con los ojos cerrados y disfrutar.
Canción de tomar el té, por Luis Pescetti
Pescetti, uno de los grandes herederos musicales y poéticos de María Elena, realizó esta simpática versión jazzistica para el programa Bizbirije, de México.
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