Se aprobó la Ley de Centros Culturales Independientes: qué cambia y cómo la recibe el sector

Con 56 votos afirmativos y dos abstenciones, la Legislatura aprobó la esperada Ley ECI que, entre otras cosas, agiliza el sistema de habilitaciones. “Es un punto de inflexión para que se terminen las clausuras”, le dijo Claudio Gorenman a Infobae Cultura. También opinaron Santiago Mazzanti de El Mandril y la arquitecta Moira Mahon

La Ley ECI fue aprobada con 56 votos afirmativos y dos abstenciones

Durante años en la Ciudad de Buenos Aires, la palabra clausura aparecía siempre ligada a los centros culturales. Los problemas de habilitación eran frecuentes y a las autoridades no les resultaba encontrar elementos para ejercer su poder de cierre, a veces momentáneo, otras definitivo, de aquellos espacios que le dan vida a la cultura local. Pero el tiempo demostró que la cuestión nodal estaba en que la ley —como suele ocurrir— no contemplaba la nueva realidad.

En ese sentido, en diciembre de 2014 se aprobó la Ley N° 5240 de Centros Culturales. Muchos quedaron disconformes —no se permitía el baile, por ejemplo: otro motivo de clausura—, aunque fue un paso adelante para adecuarse a estos nuevos contextos de culturas híbridas que hoy, jueves 29 de noviembre, encontró en la Legislatura su materialización. Con 56 votos afirmativos y dos abstenciones, se aprobó la Ley de Espacios Culturales Independientes (ECI) luego de que el Ministerio de Cultura tuviera varias reuniones con distintos actores del sector.

"La ley es muy interesante, tiene cosas muy novedosas", dice Claudio Gorenman de Abogados Culturales en diálogo con Infobae Cultura. "Hace tres años, cuando salió la Ley de Espacios Culturales, nos dijeron que no en varios puntos y ahora, por suerte, finalmente se avanzó en eso. Ahora se abre la puerta a tener un sistema que proteja más al sistema cultural", continúa.

Para este abogado especializado en la regimentación cultural, la nueva ley "dispone temas interesantes en materia de impacto acústico, la forma del funcionamiento, cuestiones a nivel habilitatorio que, creo yo, es el punto de inflexión para que se terminen las clausuras. Esta ley es mucho más beneficiosas que las anteriores". Además, explica, "crea un espacio de control por parte del Ministerio de Cultura que, si te falta algún papel o algo que no sea crítico, la ley dispone que no te pueden clausurar, pero sí intimar para que dentro de las 72 horas presentes los papeles. Ese es un gran problema que hay en los centros culturales, que además te obliga a levantar toda la programación prevista".

Un centro cultural es, dice la ley, un espacio de hasta 500 m2 de superficie y hasta 300 personas donde se realizan actividades y exposiciones relacionadas al arte y la cultura

El objetivo, asegura el Ministerio de Cultura, es migrar a la Ley ECI sin costo, que todos puedan adaptarse sin que eso significa un problema. ¿Cómo tipifican un centro cultural? Son, dice la ley, espacios de hasta 500 m2 de superficie y hasta 300 personas en los que se realizan actividades y exposiciones relacionadas al arte y la cultura.

¿Y qué puntos se preven en la Ley ECI? Ahora, el baile está contemplado como una actividad cultural, se permiten actividades complementarias como ofrecer servicios de comida y venta de productos culturales, los baños pueden ser ahora unisex. Los espacios realizarán el trámite de impacto ambiental y control de ruidos por sistema de declaración jurada. También estarán exentos del pago de tasas y derechos para el trámite de habilitación porque, y he aquí una cuestión central, se puede abrir un espacio una vez que realicen la presentación del trámite de habilitación. La agilización de los trámites es uno de los puntos más esperados.

"En principio, en apariencia y administrativamente, es algo para bien", dice Santiago Mazzanti, gestor cultural y miembro de la cooperativa artística El Mandril, un centro cultural del barrio porteño de San Cristóbal. "Lo del baile es un gran error cultural. En la ley anterior eso estaba, y fue un problema que tuvimos con el gobierno. Es un miedo ancestral que tienen, porque identificaban que el baile es sólo para boliches y basta con pensar en peñas y en espacios donde tocan música en vivo, ¿cómo nos vas a bailar?", le dice a Infobae Cultura.

Se comenzará a implementar a partir de marzo de 2019 y va a convivir con las otras leyes de habilitaciones de espacios culturales que hay en la ciudad. Esto puede ser visto como algo positivo o negativo.

Enrique Avogadro (Foto: Lihue Althabe)

Moira Mahon es una arquitecta y gestora cultural que trabajó con varios centros culturales. "Esta ley me parece una salida bastante interesante a las cuestiones que se dan hoy en día en los espacios culturales. Es más realista que las otras leyes, si bien no desconoce los códigos de habilitación. Esta ley no pisa las otras, por lo cual el que esté más cómodo con la otra puede no sumarse a ésta. Es muy importante lo del baile, porque en los teatros y clubes de música en vivo el baile no estaba permitido. Esta ley existe gracias a la ley de centros culturales. Este es un gran paso paso que hubiese sido muy difícil que se hubiera podido dar sin la ley anterior", le dice a Infobae Cultura.

"Visto desde la faceta en la que trabajo yo —agrega la arquitecta—, esta ley toma una realidad respecto a los espacios. La mayoría de los espacios culturales está en inmuebles que fueron pensados como viviendas, con condiciones que eran difíciles de cumplir en la Ley de Centros Culturales, porque los pasillos y ambientes no daban, y esta ley sí toma este punto. Ese es un cambio bastante importante. Esto es muy reciente, veremos cómo sigue, pero conceptualmente creo que esta ley es un gran hallazgo".

En cambio, para Gorenman, la ley presenta ahí un inconveniente: "Lo más complejo que tenés es cómo hacer para que pueda ser utilizada sólo por los centros culturales y no por todos los establecimientos de ese tamaño que rige. Nosotros propusimos que se hiciera algo más específico, establecer criterios previos para su utilización, porque creo que la ley quedó redactada de una manera un poco generalizada. El problema también es que es un sistema alternativo, podés quedarte en el sistema viejo o podés pasarte".

"En líneas generales entiendo que la ley es buena. Superadora en muchos aspectos", asegura el abogado, sin embargo sugiere: "Sí creo que hay que hacer un trabajo fino en la reglamentación para que no sea una especie de ley marco para todos los establecimientos, porque esto sería una especie de transición para eliminar los distintos rubros rehabilitatorios y que se resuelva en uno solo. Hoy hay un limbo donde muchas establecimientos se acomodan o no. Los teatros de hasta cincuenta espectadores tienen más ventajas en la ley anterior que la actual. Las peñas y milongas, porque funcionan en clubes, quedaron afuera de esta ley. Hay un montón de parches por lo que todavía vamos a tener un sistema dual".

Momento en que se aprobó la Ley de Centros Culturales Independientes en la Legislatura

"Por más que tengas una ley nueva, si la lógica y la dinámica de la AGC [Gubernamental de Control] no es constructivo, va a haber un problema. La lógica de la clausura está siempre de acuerdo al inspector", dice Mazzanti, y agrega: "¿Si tengo optimismo sobre el cambio de diálogo que está teniendo el gobierno? La verdad que no lo sé. El tiempo lo dirá. Sï soy optimista en que el debate se viene dando hace diez años, porque el sector cultural independiente es gigante y no para de crecer. Entonces esta ley es también una construcción de todo el sector que viene creciendo y exigiendo cosas".

La Ley ECI, así como el Pase Cultural y el programa Barrios Creativos, es una de las iniciativas que Enrique Avogadro, ministro de Cultura de la Ciudad, ha promovido desde el gobierno. Hay distintos matices interpretativos respecto a esta reglamentación, aprobada hace apenas algunas horas, pero todos —con menor o mayor entusiasmo— ven con buenos ojos este amparo estatal a la cultura independiente porteña, que tanto resiste los embates del mercado.

______

SEGUÍ LEYENDO

Cómo se regulará el arte callejero en el espacio público de la Ciudad de Buenos Aires

Quién es y cómo piensa Enrique Avogadro, el nuevo ministro de Cultura de la Ciudad