Clásicos locales, amor por el cine y lugar para la improvisación en el cierre del festival Buenos Aires Jazz

Detalles de las dos últimas jornadas de un evento que ya lleva 11 años y que se ganó un lugar en el circuito internacional del género

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El anfiteatro del Parque Centenario
El anfiteatro del Parque Centenario

Las dos últimas jornadas del festival Buenos Aires Jazz 2018 son un ejemplo de lo que fue el evento que empezó el jueves pasado y que termina hoy con la presentación del Stefano Di Battista Quartet en el auditorio de la Usina del Arte: clásicos del género en abundancia, público diverso y grandes actuaciones de los músicos.

En lo que fue casi una definición de lo que debería ser un domingo primaveral, el anfiteatro del Parque Centenario se llenó ayer para ver dos de los sets que formaron parte del ciclo Jazzología, presentado por Carlos Inzillo. Primero fue el turno del trío de Manuel Fraga (piano), Germán Bocco (batería) y Juan Manuel Bayón (contrabajo), que presentaron el Volumen 2 de su show Woody and Jazz; y luego le tocó a la Antigua Jazz Band, que demostró por qué lleva 50 años sobre los escenarios.

Desde hace cinco años, el talentoso Fraga lleva adelante el proyecto Woody and Jazz, un viaje que parte de la música que el director de 'Manhattan', 'Annie Hall' y 'Hanna y sus hermanas' eligió para sus películas y pasa por gigantes del género como George Gershwin ('I've Got a Crush on You'), Glenn Miller ('In the mood'), Billie Holyday ('Blue Moon'), Fats Waller ('Honeysuckle Rose') o Nat King Cole ('How High the Moon'). Muy bien acompañado por Bocco y Bayón, Fraga aprovechó el anfiteatro repleto en el Parque Centenario (unas 1.600 personas), y entre tema y tema sacó a relucir su costado de humorista, ese que hace unos años casi le sirve para ganarse un lugar en Les Luthiers.

La historia cuenta que en la audición para ser parte del legendario grupo humorístico hizo todo bien, menos cantar: "Me dijeron que estuve a punto de entrar; que había tocado muy bien y muy gracioso actuando, pero no me dijeron que había cantado bien, entonces agarré la posta y me puse a tomar clases de canto y ahora también canto", contó Fraga en una entrevista con el diario Clarín. Evidentemente las clases de voz dieron resultado, porque a su excelencia como pianista, le sumó la capacidad de interpretar clásicos del jazz que Allen usó en distintos filmes.

Fue un set corto, de menos de 50 minutos, pero ideal para un público que tal vez no es espectador habitual de este tipo de espectáculos y le puede perder algo de miedo a un género que ya tiene su lugar en el circuito de bares de jazz de la ciudad de Buenos Aires, pero que cada año suma seguidores gracias a, entre otras cosas, el crecimiento del festival.

El siguiente set estuvo a cargo de la legendaria Antigua Jazz Band, que este 2018 está cumpliendo 50 años sobre los escenarios. Entre los 12 que tocaron ayer estuvo el trompetista Rolando Vismara, uno de los fundadores del grupo, que a su vez en 1968 se creó como desprendimiento de ocho integrantes de la Guardia Vieja Jazz Band, fundada en 1948. Además de Vismara, la banda está compuesta por Leo Paez (contrabajo), Lucas Ferrari (piano), Gonzalo Martínez (saxo barítono y clarinete), Sebastián Álvarez (saxo alto, soprano y clarinete), Julio Juan (saxo alto), Orlando Merli (saxo tenor), Valentín Vigil (trombón), Claudio Cagegi y Santiago Avayu (trompetas), Jorge Monteros (batería y washboard) y Pablo Scena (banjo).

Esos 70 años de historia se vieron reflejados en un set repleto de standards de jazz (temas populares, amados tanto por el público como por los músicos), que fueron parte del repertorio de referentes del género como Duke Ellington, George Gershwin, Louis Armstrong y Charlie Parker ('The mooch', 'I've got rythm', 'Tiger rag', 'Daybreak express' y 'When the Saints go Marching In'). Pero además, la Antigua Jazz Band tocó dos temas del estilo stomp, uno compuesto por Vismara (Antigua stomp) y otro por el ex integrante de la banda Ricardo Manella (Stomp del gato negro), una de las variantes del jazz que se caracteriza por la velocidad, y cuyo principal referente fue Benny Goodman.

El domingo terminó en Thelonius Club, uno de los bares protagonistas de la movida del género en la ciudad de Buenos Aires, donde se presentó un quinteto compuesto por los italianos Daniele Germani (saxo alto) y Daniele Sorrentino (contrabajo), los argentinos Sebastián Loiácono (saxo) y Miguel Tarzia (guitarra) y el estadounidense Zach Harmon (batería).

Lo interesante del set fue que formó parte del ciclo Cruces del festival, que desde hace algunos años junta a un grupo de músicos y les propone que toquen juntos. En este caso, los dos italianos, los dos argentinos y el estadounidense nunca se habían subido juntos a un escenario, pero eso no se notó, tal vez porque el show estuvo repleto de standards popularizados por Don Robertson, Miles Davis, Dexter Gordon, Billie Holiday y Thelonious Monk, pero también por la calidad de los músicos.

El Thelonius Club
El Thelonius Club

Es que el hecho de que tocaran como grupo por primera vez después de algunas horas de ensayo implicó que el trabajo del contrabajista y del baterista, la base de cualquier banda de jazz, fuera clave, y tanto Sorrentino como Harmon demostraron por qué fueron convocados (el contrabajista es parte de la banda del referente del jazz italiano Stefano di Battista desde hace años, quien cerrará el festival; y el baterista tocó con músicos de la talla de Wayne Shorter y Herbie Hancock).

El último día

Hoy se realizarán las últimas actividades de esta onceava edición del festival, que tendrá su gran cierre a las 20.30 en el auditorio de la Usina del Arte con la presentación del cuarteto del saxofonista italiano Stefano di Battista, quien más temprano (a las 16, hay que comprar entrada) va a protagonizar una clínica de improvisación, también en la Usina del Arte.

El cierre del festival en esa sede también estará protagonizado por el surcoreano Yoonseung Cho, quien ofrecerá un show como parte del ciclo Jazz de cámara, y estará acompañado por su compatriota Hogyu Hwang (contrabajo) y por el estadounidense Zach Harmon (batería). Un par de horas más tarde, a las 19, en la sala de cámara de la Usina del Arte se presentará el Amaro Freitas Trío, liderado por el pianista brasileño Amaro Freitas, acompañado por sus compatriotas Jean Elton (bajo acústico) y Hugo Medeiros (batería).

También habrá actividad en el Parque Lezama, donde a las 17 habrá una clínica de baile a cargo de la escuela Swing City, fundada en 2013 por Mariel Gastiarena, Manuel Bicain y Juan Villafañe. Una hora después, el público podrá poner en práctica lo aprendido en la clínica de baile en la presentación de la Orquesta Brazofuerte, en la que Juan Klappenbach (clarinete y saxos), Marcelo Gallo (trompeta), Eduardo Manentti (trombón y scat), Gustavo Doreste (piano), Guillermo Arrom (guitarra y banjo), Nicanor Suárez (contrabajo) y Hernán Avella (batería) van a tocar clásicos del hot jazz, el dixieland y el swing.

 

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