Hoy murió Hermenegildo "Menchi" Sábat, un prócer del dibujo y el humor, pero sobre todo de la caricatura. Supo —como pocos— poner el arte al servicio de una idea.
Tenía 33 años cuando Sábat llegó a la Argentina. Montevideano, cruzó el Río de la Plata y empezó a trabajar para distintos medios: La Opinión, Primera Plana, Atlántida y más tarde Clarín. Desde aquel 1966 en que se instaló definitivamente en Buenos Aires no paró más. Y quizás sabía que los diarios y las revistas guardan esa lectura coyuntural y algo efímera, entonces también se dedicó a publicar libros. Muchísimos, cerca de 30 en total. Una obra inmensa.
La caricatura fue lo que mejor le salía. Tal vez sea porque lo llevaba en la sangre: su padre fue el dibujante, periodista y escritor Juan Carlos Sábat Pebet y su abuelo fue Hermenegildo Sábat Lleó, un pintor y caricaturista español que llegó desde chico a las tierras orientales de América Latina. Hoy es muy fácil reconocer cuándo un dibujo es de Sábat. Sus trazos arremolinados y desprolijamente certeros se han vuelto un sello inimitable. Se van a extrañar sus obras, aunque ella nunca se irán: estarán siempre entre nosotros.
26 libros publicó. La mayoría tenían un foco: caricaturizar a un personaje. Y hacerlo desde varios ángulos, varios colores, varias perspectivas. Así, el primero, en 1971, fue sobre Carlos Gardel y se tituló Al troesma con cariño. Otro reconocido fue El pájaro murió de risa (2007), sobre Charlie Parker. El tango y el jazz, sus pasiones. Pero también la literatura. Quizás el más conocido sea Georgie dear (1999), sobre Jorge Luis Borges. O Pesimista militante, publicado primero en Uruguay en 2009: una interpretación gráfica de Juan Carlos Onetti.
También se dio el lujo de lustrar un libro sobre el pintor Henri de Toulouse-Lautrec escrito por Julio Cortázar. Otros personajes a los que le dedicó un libro fue al jazzista Bix Beiderbecke, Aníbal Troilo y Fernando Pessoa.
Para conocer su obra temprana, Seré breve, publicado en 1975, que es una recopilación de sus mejores dibujos entre 1971 y 1975, parece ser el ideal. El último que publicó fue Que no se entere Piazzolla (2008) —de nuevo el tango— sobre Astor Piazzolla.
______
SEGUÍ LEYENDO
70 años de trayectoria: Sábat, el gran caricaturista de políticos