En El sentido de la lectura, Ángela Pradelli dice: "Cuando alguien lee, siempre hay una irradiación. Leer genera, como todo acto, consecuencias". Miro la mesa llena de los libros que elegí para agosto. Y pienso que estos libros proponen distintas ondas expansivas, distintas posibilidades y consecuencias. El diccionario dice que irradiar es transmitir, propagar, difundir rayos de luz u otra energía… Ojalá que los lectores se encuentren en estas lecturas, con su música, con su juego, con la multiplicidad de sentidos que el arte propone, en una irradiación contagiosa.
Empecemos por la risa
Niños: guía de usuario (Natacha). Escrito por Luis Pescetti, ilustrado por Pablo Fernández. Buenos Aires: Santillana, 2016.
Con sobrecubierta y solapas para juntar toda la colección de Natacha. Dan ganas de tenerlos todos. Todos ilustrados por Pablo Fernández. Una auténtica guía para entrar en la cabeza de Natacha y ver el mundo con los ojos de este personaje imprescindible.
Todo empieza (o sigue) porque este no es el primer libro de Natacha, y si bien hoy nos dedicamos a éste, ni bien lo lean van a ir corriendo a buscar los demás. En fin, ¿donde estaba? En que todo empieza cuando la mamá de Natacha le ofrece a una vecina cuidar unas tardes a su bebé. Y es ese bebé el que genera conversaciones y pequeños episodios de Natacha, con Pati, cuidando a su bebé, con Rafles, entre otras muchas aventuras cotidianas en la que se cuelan, entre otros temas, la ciencia, los grandes problemas filosóficos, preguntas desprevenidas, tardes con la abuela, hermanitos por venir (o no), tareas hechas y por hacerse, clases de música e historias de zombies peligrosísimos.
"-¿Querés que votemos tener un hermanito?"
-Sí (…no sé).
-Mirá que papi y yo somos dos, y vos sos una: te ganamos (mamá cara de picardía).
-¡Queeeeeeé trampooooooooosos! (Natacha ojos finitos).
-Era una broma, Nati, ¿cómo vamos a votar tener un hijo?
-¡Ah! ¿Y lo van a decidir solos?"
Dice la contratapa: Para personas niñas a partir de los 10 años. Pero claro que pueden probar antes si se animan.
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No, escrito e ilustrado por Marta Altés. Traducido por Alvar Zaid. Buenos Aires: Calibroscopio/Thule, 2015.
"Hola, me llamo NO.
Siempre me porto muy bien bien.
Me porto tan bien que
mi familia siempre tiene
mi nombre en la boca."
Al perro de esta historia todos le dicen no. Que no corra, que no chapotee en el barro, que no pruebe la comida, que no ayude con la ropa… Y en esos no, hay una invitación a leer con otros. Porque cada no puede ser una ocasión para meterse y contar también la historia. Además, en este libro álbum el lector puede escuchar o leer lo que va pensando el protagonista, pero también va observando lo que sucede más allá de esos pensamientos. Y la risa y la colaboración negadora arman momentos únicos de lectura.
¿A quién alguna vez no le dijeron no?
Recomendado para todo público, solos o entre varios.
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El vendedor de animales, escrito e ilustrado por Bruno Munari. Traducido por Elena Rolla. Niño Editor, 2017.
¿Qué mascota querés? Bruno Munari creo la serie fascinante, de la que este libro es parte, en 1945. Tiene un humor y una ternura que emociona, y además da risa, y además conlleva un profundo conocimiento del universo de la infancia.
"-¿Quieres un flamenco todo recubierto de plumas rojas? Es un animal estupendo y lo puedes tener en el recibidor.
-No. No lo quiero porque fuma en pipa. Dame otro bicho."
Así comienza este libro. Nos encontramos con un vendedor muy señorial que quiere vender una serie bastante extraña de animales: un flamenco, un armadillo, un murciélago, un ciempiés, entre otros animales. Para ello inventa estrategias desopilantes. Pero el cliente no se deja llevar y finalmente dice lo que quiere.
Preguntas y respuestas van armando la historia, mientras los lectores andamos entre solapas de distintos tamaños que van sumando, descubriendo y escondiendo el muestrario. Y finalmente, la puerta que en su interior nos va a develar el deseo del comprador.
En formato grande, con puertas, ventanas y calados de distintos tamaños, un dibujo sintético y expresivo, realizados en cartón blando, con una paleta de color que alterna el uso de neutros con acentos vibrantes, de formas simples, recortadas sobre el fondo blanco.
Esta serie, a la que El vendedor de animales pertenece, revolucionó la edición de libros para niños y niñas.
Una de las frases favoritas de Munari era: "Conservar el espíritu de la infancia dentro de uno durante toda la vida quiere decir conservar la curiosidad por conocer, el placer de comprender, el deseo de comunicar". Y eso es lo que logra, y por suerte, existe Niño editor, que cuenta con varios títulos de la serie, como El ilusionista amarillo e Historias de tres pajaritos, por si alguno se queda con deseos de seguir leyendo, explorando y disfrutando con sus creaciones.
Recomendado para personas niñas, jóvenes y adultas.
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Dos de viajes y más animales que permiten intervenir –literalmente- el libro
Animales de Asia, para pintar, dibujar y jugar. Escrito por Laura Demidovich, ilustrado por Eva Brugues. Buenos Aires: La bohemia (Colección "Piel de papel"); México: Educar, 2018.
¿Puede un libro contarte sobre un lugar mientras pintás y dibujás? Si, puede, y es la propuesta de la colección Piel de papel. Y es una propuesta de una calidad fuera de serie. Animales de Asia invita a conocer el continente presentándonos cómo y por dónde andan en cada región los animales que la habitan.
El libro empieza con una máscara del estilo de la zona en cuestión, y luego viene un espacio de información general, para después seguir en cada doble página apaisada con algunos datos de color, que acompañan cada consigna plástica y/o lúdica.
Viviana Bilotti en una charla en el Cedilij (Centro de Difusión e Investigación de literatura infantil y juvenil) habló sobre "el proceso de documentación e ilustración como acceso al conocimiento del mundo", y esta frase parece hacer una síntesis perfecta de este libro.
"Brisa en el río.
Junto a los sauces nace
la primavera.
Sõgi
Con pincel y aguada de tinta china de distinta intensidad, deja aparecer en tu biombo el tupido bosque de bambú del verano"
El lector niño o adulto se encontrará leyendo mientras puede poner en práctica distintas disciplinas, desde el dibujo, la pintura, el troquelado, el armado de un juego de cartas, hasta un teatro de sombras javanés.
Son libros que habilitan a explorar el lenguaje artístico a partir de propuestas que nos acercan a cada continente y su fauna, a la vez que animan a aprender dejando la propia marca.
En su contratapa dice: "Libros para acercarse a los ecosistemas continente por continente. Cada actividad está adecuada al contexto geográfico, biológico y cultural de Asia." Un libro para disfrutar durante horas, y si se quedan con ganas de más, pueden seguir con Animales de América y Animales de África, les aseguro que no se van a arrepentir.
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El viaje de Nahuel, el niño-jaguar, de Jo Rivadulla e Iván Zigarán (Ziga). Córdoba: Ediciones La Terraza, 2017.
El libro nace a partir de la campaña "Acompañá a Nahuel en su viaje" en la plataforma Panal de Ideas, durante dos meses. Gracias a los casi doscientos activistas, se juntaron los fondos para la impresión.
¿Qué somos capaces de hacer para impresionar a alguien que nos gusta? Es una novela gráfica. Nahuel está dispuesto a mucho por Abril, la chica que le gusta. A tanto, que se mete a escondidas en el zoológico, de noche, y libera al cóndor. Pero este cóndor no se va solo de su jaula, sino que se lo lleva a Nahuel con él. Ahí comienza la aventura. El cóndor lo deja solo en la cordillera de los Andes. Allí comienzan las aventuras para él. ¿Hay una razón para este viaje? Nahuel descubre que sí, que estar allí tiene un sentido, y ese sentido no es solo para él, sino que tiene que ver con toda la humanidad.
Este libro es un trabajo en equipo. Jo Rivadulla hizo los guiones e Iván Zigarán las ilustraciones. Pero, a la vez, Iván, que es antropólogo, colaboró con los contenidos y la investigación, porque es un libro que además de la trama, propone la divulgación de algunos temas que se desarrollan con mucho compromiso y detalle. Y a su vez, Jo colaboró desde sus saberes con algunas cuestiones plásticas en relación al color.
La historia se desarrolla en viñetas, el lector está incluido y tiene mucho para hacer durante cada capítulo en donde se tejen amor, acción, aventura, personajes del folklore de la región, ecología, historia. Lo interesante es que los temas no son una bajada de línea, sino que muestran puntos de vista, abren preguntas, posibilidades. Muchas veces esto puede ser conflictivo, o muy obvio, pero en este caso, es un hallazgo
El libro habilita muchas lecturas, y a lo largo de las mismas aparece una suerte de lectura alternativa, con juegos, infografías, información. Pero lo interesante es que no hay engaño, no es un libro que desde la trama te quiere "enseñar" un tema específico, sino que el libro desde la primera página anuncia todo lo que podés encontrar en el devenir de sus páginas, sumado a la novela.
Un libro para leer, jugar, pensar, informarse y disfrutar. Para niños, niñas y jóvenes ávidos de aventuras y conocimiento.
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El tiempo cuando pasa
Vestido nuevo. Escrito por Florencia Gattari, ilustrado por Sabina Schürmann. Buenos Aires: Adriana Hidalgo [Pípala], 2018.
Hermosísima esta nueva propuesta de Pípala. La historia creada por Florencia Gattari me trajo como recuerdo unos versos de Diana Bellessi: "He construido un jardín como quien hace/los gestos correctos en el lugar errado. /Errado, no de error, sino de lugar otro".
Casi todos tuvimos alguna vez una ropa de esas que te regalan y no te querés sacar ni siquiera para dormir, ni cuando cambia la estación, casi ni para bañarnos.
La nena de este cuento recibe un vestido para su cumpleaños. Se lo pone, y el tiempo que pasa. Y las raíces que crecen. Y el jardín que cambia, porque es otro con el tiempo que pasa. La emoción, el juego, la vida transcurren con el vestido puesto. Raíces, árboles, pájaros, el afuera y el adentro que cambia. Y cuando vuelve la época del verano, la época de sacarle el abrigo al vestido, hay transformaciones. Pasa el año entero y otra vez el cumpleaños. Y cada vez hay más opciones, más vestidos, más posibilidades y la oportunidad de elegir.
La tela del vestido nos envuelve desde la tapa y en la guarda del final. Y hasta en la contratapa nos hace un guiño, junto con la niña. Son ilustraciones que juegan con las formas entre figuras rectas y circulares. De una plasticidad conmovedora, con luces y sombras, con contrastes entre el color y los grises, entre movimiento y quietud, entre el cielo y el piso, entre el pasado y el futuro. La niña siempre está en un primer plano, a veces recortada, a veces camuflada. El paisaje pasa a segundo plano, o la niña de pronto ocupa todo el paisaje.
¿Se puede contar con un vestido el paso del tiempo? Las autoras lo lograron.
Un libro que invita a volver y a releer, y en cada vuelta un nuevo descubrimiento. El tiempo que pasa siempre nos ofrece nuevas ropas.
Recomendado para lecturas y relecturas compartidas, casi a cualquier edad.
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Una historia que sigue sonando
La flauta mágica. Escrito por Emanuel Schikaneder. Ilustrado por Rofusz Kinga. Adaptación Jeaninne Emery. Buenos Aires, UnaLuna, 2018.
Esta historia nació en 1791, y fue nada menos que Mozart quien le puso música. Una historia sobre la oscuridad y la luz, sobre lo que son, y lo que parecen ser las cosas.
Celebro estas hermosas ediciones de textos que perduran con el paso del tiempo, con ilustraciones y edición muy cuidadas que nos propone UnaLuna.
"Una tarde Tamino se alejó del castillo y entró en un espeso bosque, poblado por fieras salvajes. Se rumoreaba que aquel paraje había sido invadido por los seres de la oscuridad, y que la temible Reina de la Noche regía aquellos dominios. Tamino no hizo caso a aquellas habladurías. Pero tan pronto cruzó su destino con aquel bosque, su suerte quedó echada para siempre. Durante largo rato deambuló entre los árboles, buscando una presa, pero no vio nada que mereciera la pena ser cazado. Los animales parecían demasiado mansos: ninguno estaba a la altura de su valor.
La noche comenzó a caer y Tamino comenzó a ver cada vez menos. Sus manos se aferraban ciegamente al tronco de los árboles, intentando abrirse camino entre la enmarañada espesura. Se dio cuenta que había perdido el camino de regreso, pero su ánimo no flaqueó. Enfrentaría cualquier peligro como el valeroso guerrero que era."
Tamino es un joven príncipe que, acorralado por una serpiente, cae ante la malvada Reina de la Noche, quien le pide que busque a su hija Pamina. Para ello, contará con un objeto mágico: la flauta. Y también tendrá la ayuda de Papageno, un joven cazador de pájaros. Pamina está encerrada en una torre. En las peripecias y los obstáculos de esa búsqueda transcurre la historia.
Un relato que recomiendo para leer por entregas, antes de dormir, o para aquellos lectores que leen solos y les gusta sumergirse en una historia de largo aliento.
Historias que perduran y que pueden continuar en el teatro, escuchando un concierto, viendo la película o en algún otro espacio compartido. Una historia fantástica para disfrutar en lectura compartida.
Las ilustraciones son muy bellas, con un clima onírico y surrealista, con una paleta con supremacía de verdes en la que resaltan rojos y amarillos.
Para leer, mirar, y releer con personas niñas (y no tanto).
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Con estos siete libros quedan invitados a entrar en juego. La magia, la fantasía, el tiempo para crecer, la búsqueda, la risa nos invitan a elegir por donde queremos detenernos y ponernos a leer. Volviendo a Pradelli, las irradiaciones están ahí, al acecho, esperando que elijamos por dónde empezar.
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