Mario Benedetti fue un gran escritor uruguayo que, como muchos de sus compatriotas, tuvo un esencial latido latinoamericano que lo llevó a interpretar y expresar las esperanzas y los infortunios de nuestros pueblos. Quizás como herencia y ejemplo del gran Artigas.
Me sentí en la necesidad de recordarlo porque ocupó un lugar importante en mi vida como en la de tantos otros por su genial comprensión de las vicisitudes del amor, tanto gentil como erótico. ¿Quién no trató de amar o de ser amado con un poema de Mario, a veces invocando su autoría? Me es imposible no recordar la escena de El lado oscuro del amor de Eliseo Subiela en que Darío Grandinetti recita a Sandra Ballesteros el maravilloso No te rindas.
No te quedes inmóvil
al borde del camino
no congeles el júbilo
no quieras con desgana
no te salves ahora
ni nunca
no te salves (…)
Pero quizás lo más sobresaliente de Mario, al menos lo que más me sobresale de él, fue su valiente compromiso con la resistencia contra las dictaduras latinoamericanas. Consideró una inmoralidad que la poesía se distrajera en plenilunios y mitologías y que debía constituirse en un espacio de combate. Ahí están El sur también existe y Un padre nuestro latinoamericano:
Padre nuestro que estás en los cielos
con las golondrinas y los misiles
quiero que vuelvas antes de que olvides
cómo se llega al sur de Río Grande
Padre nuestro que estás en el exilio
casi nunca te acuerdas de los míos
de todos modos dondequiera que estés
santificado sea tu nombre (…)
Fue su conciencia y su compromiso los que lo condenaron al exilio, a pasar varios años en Argentina. Lo conocí entonces y tuvimos varios encuentros en la inolvidable revista Crisis que dirigía Eduardo Galeano y cuyo financista, "Fico" Vogelius, pagó con su secuestro y desaparición.
Me decidí a llevar adelante la idea y se lo comenté a Daniel Marcove, talentoso director de teatro que ha dirigido tres obras mías: El sable, Vincent y los cuervos, Escarabajos. El proyecto lo entusiasmó y de allí en más todo ha ido sobre ruedas con la incorporación de María Fiorentino, gran actriz y querida amiga; también en escena Marcelo Balsells, quien fuera primera voz de "Opus 4" y Sergio Vainocoff, músico al que el Bolshoi de Moscú estrenó una obra hace pocas semanas.
No sin algo de pudor yo también estaré en escena, haciendo mi debut como "actor" a los 76 años… La parte técnica está cubierta con igual jerarquía y cabe destacar la bella colaboración audiovisual de Mouyon Producciones y la del eximio artista plástico Pablo Temes, quien aportó un exacto retrato dibujado de Benedetti.
El nombre de la obra surgió de una charla con Juano Villafañe, director artístico del Centro Cultural dela Cooperación, sala donde se presentara a partir del 3 de agosto A la izquierda del roble, nombre de uno de los poemas más bellos.
(…) No sé si alguna vez les ha pasado a ustedes
Pero cuando la lluvia cae sobre el Botánico
Aquí se quedan sólo los fantasmas.
Ustedes pueden irse. Yo me quedo.
Nuestro espectáculo eslabona poemas, textos, también canciones. Los textos de Mario han inspirado a músicos relevantes a componer canciones muy bellas. Tal es el caso de Joan Manuel Serrat que le dedicó un disco entero. O Alberto Favero, con sus Te quiero o Por qué cantamos entre las más inspiradas.
(…) Cantamos porque llueve sobre el surco
Y somos militantes de la vida
Y porque no podemos ni queremos
Dejar que la canción se haga cenizas (…)
También Numa Moraes, Pablo Milanés, Daniel Viglietti pusieron música a sus versos.
Al gran Viglietti, íntimo amigo de Benedetti, lo invitamos a participar y aceptó con entusiasmo y llegó a sugerir algunas ideas. Pero lamentablemente falleció. No quisimos que quedara afuera e incluimos una filmación de ambos cantando y recitando una pieza del espectáculo A dos voces que pasearon por elmundo y paradojalmente les ayudó a expandir su fama durante sus exilios.
La obra de Benedetti tuvo también traducción cinematográfica. Lo hizo Sergio Renán con la novela Gracias por el fuego. Eliseo Subiela vertebró dos de sus películas, Despabílate amor y El lado oscuro del corazón con la poesía de Mario. Pero sin duda la más resonante fue la adaptación de su novela La tregua, nominada para el premio Oscar a la Mejor Película Extranjera. Imposible ganar porque compitió nada menos que con Amarcord de Fellini. A pesar del éxito a Benedetti no le gustó la versión de Renán y su relación fue mala.
Mario se nos murió el 17 de mayo del 2009 en Montevideo.
Al enterarse Juan Gelman escribió:
Es indecible el dolor de su pérdida. Fue poeta, fue novelista,
fue ensayista y, sobre todas las cosas, fue un hombre bueno.
Nunca se doblegó ante el Poder. Su muerte deja el vacío grande que dejan los grandes. De su obra nacerán otros poetas, como él siempre quiso, y seguirá vivo en el tiempo.
El ya no sufre, descansa ya.
*A la izquierda del roble (Recordando a Mario Benedetti)
Estreno para público: sábado 4 de agosto, a las 20 hs
Funciones: sábados de agosto y septiembre a las 20 hs
Centro Cultural de la Cooperación, Sala Tuñón
Av. Corrientes 1543
Entradas: por Alternativa entradas, $250
Descuentos 2×1 con Club La Nación y Tarjetas CABAL
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