Gabo Ferro: “Es muy fácil la crítica cuando estás sentado en tu casa”

El músico y poeta argentino celebra los diez años de su álbum “Amar, temer, partir” con un show íntimo en el ND Ateneo. En diálogo con Infobae Cultura, reflexionó acerca de la actualidad de la industria musical y su relación con las redes sociales, entre otros temas

Gabo Ferro volverá a presentar su disco “Amar, temer, partir”

En 2008, con tres discos editados de forma solista en la calle, el músico y poeta argentino Gabo Ferro sintió la necesidad de mostrar por primera vez, durante un show en el ND Ateneo, la totalidad de temas que compondrían su nuevo trabajo, sin saber que esa primera escucha se convertiría en un álbum en vivo llamado Amar, temer, partir. Su nombre nos habla de una historia de amor que nació y se acabó de una manera dolorosa.

¿Qué te llevó a celebrar los 10 años de esta obra?

– Por un lado, no son temas que yo generalmente toque. Excepto algunos como Volví al jardín, que se convirtió en un clásico y me amenazan de muerte si no llego a tocarlo. Eso se debe a que la mayoría de esas canciones no son gratas para mí. Es un disco agridulce. Si bien ahora está cargado de cosas muy bonitas, de mucho cariño, amor y disfrute, en su concepción era una obra muy agria.

¿Cómo fue la génesis del álbum?

– El disco apunta a un momento ingrato que vivieron casi todos los seres humanos, como es la ruptura amorosa. Me parece que es oportuno para ponerlo en perspectiva y mirar a la distancia algo que en su momento fue muy ingrato y nos enseña que estuvo bien, que así debió ser.

En ese entonces, ¿por qué decidiste presentar estas canciones nuevas en vivo?

– No lo sabía en ese momento. Había preparado dos fechas a modo de despedida ya que me iba a ir de gira por Europa. Durante esos días ya tenía el disco listo para grabar y se me ocurrió preguntarle al público si tenían ganas de escucharlas y, como aceptaron, las tocamos. Como en general solemos grabar los conciertos, al encontrarnos con ese material supe que era lo que esperaba para Amar, temer, partir. A pesar de los ruidos y algunos detalles, me pareció que ese era el tono que debía tener ya que es una narración, necesita de ciertas desprolijidades que no se dan en el espacio quirúrgico de un estudio de grabación, como la corredura de tempo o ciertas desafinaciones.

¿Qué esperás para esta única presentación?

– A diferencia de la sorpresa que tuvo aquella primera escucha, este próximo show tendrá la particularidad de ser tocado respetando el orden en que se grabó. El público sabrá la lista de los temas y será como un programa del teatro Colón, haciendo que todos estén preparados para lo que viene. Al final, habrá una selección de canciones que pasarán por toda mi discografía.

¿Qué cambios viste en la industria musical en esta década que pasó?

– No creo que haya habido una revolución en la música, sino que la llegada de lo digital fue un elemento más que empezó a jugar en el partido, como nuevo formato. La música no cambio, sí lo hizo la manera en que se puede grabar. Yo había dejado de hacer música hacia finales de los años noventa y cuando vuelvo en los 2000 veo que ya no necesitabas comprar grandes cintas para hacer tu álbum sino que lo podías grabar desde un disco rígido que obtener un material de muy buena calidad y desde la comodidad de tu casa. La canción sigue siendo la misma, como diría Led Zeppelin.

En 2016, sacaste tu octavo disco solista, El lapsus del jinete ciego, con un sello discográfico multinacional, a cargo de la distribución ¿cómo fue tu paso por Sony?

– Yo soy un empirista. Hacía muchos años que varias compañías discográficas me venían proponiendo sumarme a sus artistas. Sin embargo no firmé un contrato común, solamente les licencié por dos años, ya que ahora no tengo nada que ver con la compañía. El contrato respetaba la propiedad de mis canciones, yo siempre seguí siendo dueño de ese disco. Quería experimentar para aprender desde adentro. Ver que me proponían. Estoy muy feliz de haberlo hecho ya que no tenía la intención de ser masivo.
Vivo alejado de los circuitos comerciales donde no me interesa que circule mi música. Prefiero que esté por lugares asociados con la poesía o la música y no por cómo soy físicamente o con quién tenés un romance o la cantidad de discos que vendiste.

Gabo Ferro

Entre tus proyectos se destacan trabajos acompañados por distintos artistas como Luciana Jury, Pablo Ramos y Juan Carlos Tolosa, entre otros. ¿Qué tienen en común estos compañeros de ruta?

– Cada uno apareció por motivos diferentes. No salí a la caza de un socio. Por ejemplo, el año pasado apareció la posibilidad de grabar un disco al piano con Juan Carlos, que dirigió una obra que hice . No programamos hacerlo son encuentro fortuitos y salió de las ganas de hacer. De un deseo de mostrar algo que a mí me conmovió y por eso creí que podría conmover a alguien más. Además, surgieron cruces muy distintos: Ramos viene de la narrativa, Sergio Chotsourian del rock y Luciana, del folclore.

A 24 años del atentado a la AMIA, te sumaste al homenaje con tu interpretación de Abro los ojos, de Luis Alberto Spinetta. ¿Cómo te llegó la propuesta de AMIA?

– Cuando me lo propusieron, me pareció un halago la consideración. Para mí fue una cosa muy pesada, no solamente era un texto del Flaco sino que también iba de la mano de un nuevo aniversario del atentado y la reivindicación del pedido de Verdad y Justicia. Al principio lo rechacé, pero luego vinieron pedidos muy amorosos a los que no pude decirles que no. Como yo no soy una persona que se dedique a musicalizar textos de otros, trabajo sobre mi propia literatura, les pedí respetar hasta la última coma del texto original. Me fui a tratar de buscar su voz con la mía. Al lugar que a mí interesaba de él, sobre todo de la época de Almendra y de Pescado Rabioso. Por eso dejé mi guitarra de nylon y opté por un guitarrón de doce cuerdas de metal. Cuando lo mostré, se conmovieron mucho. El video termina con las propias palabras de Spinetta hablando del tema. Yo intenté correrme como protagonista para ser un canal entre él y el atentado, mostrando su voz y lo que él dijo.

El artista argentino vive alejado del mainstream publicitario y se concentra solo en su obra

¿Cómo te llevás con las redes sociales?

– Hablando de Spinetta, cuando hice la versión de Muchacha ojos de papel muchos fanáticos me criticaron por Facebook y Twitter. La verdad, eso no me importó ya que yo sabía lo que pensaba Spinetta de mí y de mi música. Es muy fácil la crítica cuando estás sentado en tu casa. A las redes sociales, a pesar de que lleguen muchos mensajes de amor y cariño en su mayoría, no suelo tomármelas en serio ya que cualquiera puede escudarse en un perfil anónimo y agredirte sin saber quién sos. Hay tanta miseria detrás de un par de clicks en un teléfono. Ni lo miro, ni me lastima todo aquello negativo que circule. De todos modos, no soy enemigo de ellas ya que llenan mis conciertos debido a que yo no puedo pagar gráficas callejeras millonarias. Son una herramienta de divulgación y de contacto.

¿Cómo ves el estado de la cultura en nuestro país?

– Creo que este gobierno no sabe qué hacer con la cultura, al menos a veces da esa sensación. Es un instrumento muy ajeno para ellos. No entienden para qué sirve. Me parece una locura que se pueda criminalizar a un artista callejero con la nueva modificación del código contravencional (N. de la R.: se trata de un proyecto que está siendo tratado en la Legislatura porteña). Por esa razón, hay que seguir trabajando y apoyando aquellas causas justas, como la lucha de las mujeres por la legalización del aborto. El día de la vigilia en el Congreso Nacional, estuvimos cantando con Luciana Jury y puede ser parte de esa revolución llena de amor que se vivió.

*Gabo Ferro se presentará el 04 de agosto en el ND Ateneo, Paraguay 980, Ciudad de Buenos Aires.

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