Por El Niño Rodríguez
Igual que todos los chicos, yo también leía los libros Mafalda. Es curioso el éxito de Mafalda entre los niños, ya que no es precisamente una historieta infantil. A pesar de que los protagonistas son nenes, los temas que toca son de política, sociedad y de su tiempo. Yo no tenía idea que era la ONU ni quien era Fidel Castro, aunque podía entender, de alguna manera, que atrás de algunos de esos chistes había temas importantes, los temas de "los grandes". No los comprendía pero igual me gustaban.
Así crecí, queriendo ser un dibujante de historietas, empecé a publicar mis dibujos a los 15 años, y de ahí en adelante nunca más dejé de trabajar de dibujante.
Mi tira Lucha Peluche fue creada para el breve diario Crítica, de donde pasó luego a otras publicaciones para finalmente ser recopilada en cinco libros publicados por Ediciones De La Flor, la editorial del humor gráfico argentino.
El protagonista de la tira es Lucha Peluche, el conejo blanco que pinta paredes y le habla al lector, siempre escapando de las cámaras de vigilancia o del karma de ser suave y esponjoso.
Mortadela, un cartonero marginado que mantiene el optimismo día tras día aún viviendo entre la basura
Betina y Muriela, dos modelos busca fama y fortuna, amigas y enemigas, colegas y competidoras según el momento, y a veces también al mismo tiempo.
Tony Torres, un periodista tan sensacionalista y corrupto que directamente es todo amarillo, persiguiendo la primicia con un micrófono y su grito: "TENSA CALMA!"
Y muchos más, como Remo, el exitoso futbolista que sólo es fanático de sí mismo, El señor Rocamora, un banquero y financista bebé; Houston, un astronauta yanqui convencido que la pampa es la luna; Bipo el payaso bipolar; el Chancho chino del super chino, Néxtor el telemarketer precarizado laboral, y otros que van y vienen.
Yo pensé que estaba publicando un libro de tiras diarias para adultos, pero con el correr del tiempo fui descubriendo que una gran parte de mis lectores eran chicos. En muchas de mis tiras aparecen los temas de la pobreza, desigualdad, corrupción, críticas a la religión, a la izquierda y a la derecha, sexo, política y cocaína. Me di cuenta que los chicos manejaban perfectamente esa sátira, y que no eran ni más ni menos que los mismos temas que se encuentran cada día en las noticias. Eso, y el permanente atractivo que resulta de ver impresa en repetidas ocasiones la palabra "culo".
En una de las ocasiones en que estaba firmando mis libros en la Feria del Libro, se me acerca una madre. Su hijo había elegido de entre todos los libros un ejemplar de Lucha Peluche para llevarse, pero ella tenía sus dudas. Vino y me preguntó directamente: "¿Este es un libro como para chicos?" A lo que le respondí en seguida: "Y…si el chico es inteligente, sí"
Por supuesto, ella compró el libro ahí mismo. ¿Qué madre va a decir que su hijo no es suficientemente inteligente?
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