Luego de horas de rumores de diferentes intensidades, se confirmó la salida del actual director de la Biblioteca Nacional, Alberto Manguel. Será a partir de agosto y las razones esgrimidas oficialmente tienen que ver con su salud. El anuncio se hizo durante una conferencia de prensa convocada de manera sorpresiva en la que tomaron la palabra el propio Manguel, el ministro de Cultura Pablo Avelluto y también Elsa Barber, quien hasta ahora es la vicedirectora de la Biblioteca y que, cuando se concrete la salida de Manguel pasará a ser su directora de manera definitiva, con lo que se convertirá en la primera mujer titular del organismo en toda su historia.
El encuentro se llevó a cabo en el despacho de Barber, quien trabaja en la Biblioteca desde el año 2007. Comenzó hablando Avelluto, quien contó que durante el verano Manguel le hizo conocer datos sobre su estado de salud: "El cuerpo le pedía que parara", dijo Avelluto ante los periodistas. Manguel tomó la palabra y explicó que tuvo un cáncer unos 5 o 6 años atrás y que su médico, que vive en Estados Unidos, le dijo que debía trabajar menos y, sobre todo, cargar con menos estrés. En ese momento, aseguraron, Avelluto le pidió que continuara y eso ocurrió; sin embargo, en estos días, el escritor decidió que había llegado la hora de dejar el edificio de la calle Agüero. Fue entonces que señaló con mucho aprecio que nada de lo que hizo hasta ahora en la Biblioteca podría haberlo hecho sin Barber, quien es además bibliotecóloga, por lo que será la primera mujer y la primera bibliotecóloga a cargo de la dirección.
"No hubiera podido hacer nada sin Elsa", dijo Manguel. "Ella sostuvo la parte técnica porque yo no sé nada de técnica ni de tecnología ni de bibliotecología. Sin ella y sin el magnífico equipo de trabajadores, por lo que me siento un poco menos culpable sabiendo que esta gente se queda aquí. Mi única función fue administrar el trabajo de los trabajadores de la Biblioteca. Muchos en el mundo nos envidian este personal". Manguel buscó todo el tiempo desestimar los "rumores más secretos" que trascendieron en la prensa, según los cuales su estado de salud sería solo una de las razones de su partida ya que habría habido desinteligencias entre el director de la biblioteca y el ministro Avelluto y, sobre todo, algunas versiones señalaban que Manguel no quería estar al frente de la BN si llega -como se teme- una ola de despidos el área. "Mi decisión ha sido exclusivamente médica", aseguró en varios momentos.
"Tanto en el ministerio como en el Gobierno estamos muy contentos con Alberto Manguel y su equipo. Además de los logros de estos dos años, nos hemos hecho grandes amigos", dijo Avelluto, quien para hacer frente a las versiones que señalan que el ajuste ya llegó a su área aseguró que el presupuesto de la Biblioteca, que es de 650 millones de pesos, fue ejecutado a la fecha en un 44 o 50%, algo normal para esta época". Manguel asentía a su lado, aunque no pudo evitar un reproche: "Nuestro presupuesto es 1/3 del presupuesto de la Biblioteca del Congreso", le dijo. Avelluto dijo que Manguel seguirá vinculado "a este proyecto como asesor ad honorem".
"La experiencia en la Biblioteca Nacional fue la más extraordinaria de mi vida. Me pasé la vida escribiendo recetas y por primera vez entré a la cocina", dijo en forma de metáfora el autor de tantos libros sobre historia de la lectura. Durante la reunión de menos de una hora con la prensa, Manguel mencionó al menos tres veces que el ministro Avelluto ("a quien le creo") le dio su palabra de que no habrá cambios abruptos. "Hay un clima de incertidumbre e inquietud, porque fuimos un país incierto desde la fundación. Pero mi amigo Pablo me prometió que no se va a despedir gente ni se van a desmontar estructuras. Los 3 mil eventos del año pasado se van a multiplicar", dijo. "Para mí ha sido un regalo trabajar estos dos años con Manguel, y también con Avelluto", dijo por su parte muy emocionada Barber, una persona de reconocida solvencia técnica, quien estuvo a cargo de la Biblioteca en el inicio del gobierno de Mauricio Macri, durante los meses de 2016 en los que se estuvo esperando la llegada de Manguel y durante los cuales se produjeron unos 240 despidos.
"Todo esto -se refiere a la salida de Manguel- me produjo un shock", siguió Barber, "y ese mismo shock tiene el personal de la biblioteca". La funcionaria señaló que durante el tiempo de trabajo conjunto consiguieron trabajar en equipo en un clima muy cordial, como no lo había podido hacer durante la gestión anterior: "Estamos en una etapa muy linda acá en la Biblioteca". Ahí intentó insertar lo que se vive en la Biblioteca con el clima general de Argentina. "Y conociendo este lugar desde hace once años y teniendo en cuenta la situación general que se vive en el país, no quisiera volver a esa situación de permanente…". Barber no pudo concluir su idea ya que Manguel volvió a tomar la palabra y aseguró una vez más que su decisión era pura y exclusivamente motivada por su salud y porque su familia le reclamaba que dejara la Biblioteca.
"No va a cambiar nada, creo en la palabra de Pablo. No va a haber despidos. La biblioteca tiene una identidad de la que puede sentirse orgullosa, hemos logrado que la gente tenga confianza", insistió Manguel, quien contó que próximamente se inaugurará el Centro de Lectura Infantil y otro Centro de Estudios de los pueblos originarios, además de una muestra permanente de la historia del libro. Dijo también que hay dos años de visitas programadas y anunció que en noviembre visitará la Argentina el escritor británico Salman Rushdie. Comentó, también, que en línea con lo que fue la donación de la biblioteca de Bioy Casares y Silvina Ocampo, están a punto de recibir una donación de material de Borges para el Centro Borges de la calle México, aunque no pudo dar detalles aún. Habló de las muestras itinerantes por el país y también de los intercambios profesionales con bibliotecas como la del Vaticano y la de Postdam, en Alemania. Avelluto destacó la red internacional que se acuñó durante este período.
Luego de las reiterardas menciones de Manguel sobre el tema, Infobae le preguntó directamente al ministro Avelluto por la eventualidad de los despidos. "No hay ninguna intención por parte del gobierno de producir cesantías masivas en la Biblioteca Nacional", reafirmó el ministro. Dentro del mismo clima amistoso y con bromas varias ("Tengo 70 años, podría ser tu papá" "Podrías ser mi papá y mi mamá", repondió Avelluto) Manguel comentó que a su llegada hubo una redistribución de tareas en varios casos, sobre todo en personal que había sido contratado durante el final del gobierno kirchnerista si tarea asignada y que, recientemente, luego de la implementación del sistema de tarjetas, hubo varios casos de trabajadores que no concurrían a su lugar de trabajo por lo que se produjeron algunos casos de despidos justificados, además de retiros y jubilaciones.
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